Y cuando los 150 detenidos diarios ya no cupieron en las cárceles, donde por ley tendrían que estar, se llenaron las bartolinas. Pero las bartolinas de la PNC están hechas, según la ley, para la detención administrativa, las famosas 72 horas antes de ir a audiencia, no son para tener a alguien ahí durante seis meses, sin darle comida, en hacinamiento, sin atención médica… Pero permitir esta situación perversa en las bartolinas tampoco fue pura negligencia o falta de fondos: también fue parte de la filosofía de mano dura. Otra vez: que se pudran los maleantes. "Se acabó la fiesta…" - ¿Se recuerda?
Así estuviera escribiendo a Paco, con satisfacción y alegría del mal ajeno, si fuera uno de ustedes, que ahora están felices que un ex-presidente, además del bando ideológico opuesto, se pudra en las bartolinas de la DAN, no importando su estado de salud, no importando que lo más probable es que la fiscalía va a perder el caso contra él, una vez que llegue a juicio. Ustedes dirán: Si al final va a salir libre, porque no hay caso contra él, ¡con más razón que se sufra por lo menos un par de meses!
Pero yo no soy tan hijueputa como ustedes.
Para mí, NADIE, ni mi peor enemigo, debe estar pudriéndose en las bartolinas y cárceles que heredamos de Flores y que ni Saca, ni Funes, ni Sánchez Cerén han hecho nada para que correspondan al mínimo de derechos humanos. Es una vergüenza para el país cómo son nuestras cárceles y bartolinas. Ya organismos internacionales serios están señalando que esta situación no corresponde a lo que dictan nuestras leyes, ni mucho menos a lo que dictan convenios internacionales.
El caso Flores -su situación en las bartolinas, su estado de salud, su humillación como ser humano- nadie lo debería tomar desde un punto de vista de venganza. El caso Flores no da para exigir que sea sometido al mismo régimen infrahumano de los miles de salvadoreños detenidos, condenados y no condenados.
Tiene cierta ironía, pero el caso Flores debe ser punto de partida para revisar la situación en que miles de salvadoreños, la mayoría humildes y anónimos, se pudren en nuestras cárceles y bartolinas, sin protección de derechos universales como salud, educación, nutrición, rehabilitación - y en un hacinamiento de más de 300%.
Me indigna que abogados de FESPAD, que siempre se llenan la boca de derechos humanos y de denuncias contra el abuso estatal, en el caso de un adversario político como Paco Flores, exigen que, como todos se pudren, que también se pudra Paco Flores. Los querellantes de FESPAD en el caso de Flores, hace pocos meses, fueron defensores del padre Antonio, quien estuvo en la misma bartolina que hoy habita Paco Flores. Hace meses, esta bartolina era infrahumana y lesionaba la dignidad de Antonio, hoy estos defensores de derechos humanos acusan a la fiscalía de no hacer lo necesario para que Flores permanezca en estas bartolinas.
Repito: Que bueno que el caso Flores llame la atención de lo que está pasando en las bartolinas. Ojalá que hayan suficientes sensatos que conviertan esto en el inicio de la necesaria reforma del sistema penitenciario.
Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)