Estimado Salvador Sánchez
Cerén:
No puedo creer lo que usted puso ayer en twitter: “Que contraste: leer hoy en medios de comunicación sobre descontento de población y encontrar sonrisas de esperanza aquí en Tecoluca.”
No puedo creer lo que usted puso ayer en twitter: “Que contraste: leer hoy en medios de comunicación sobre descontento de población y encontrar sonrisas de esperanza aquí en Tecoluca.”
Usted
estaba en Tecoluca inaugurando una planta pasteurizadora de leche - y claro que
había un montón de gente sonriente. Los activistas de las diferentes
secretarías de su presidencia y varios ministerios se habían encargado se esto.
Ellos convocaron a la gente. Y adivine a quienes invitaron: personas afines a
su partido, a su persona, a su gobierno. No a los frustrados, los descontentos,
los críticos.
Y
así pasa usted casi todos los días, inaugurando proyectos con gente sonriente,
cuidadosamente seleccionada por los encargados de participación ciudadana, por
los funcionarios de INJUVE, Ciudad Mujer, por los gobernadores, por los comité
locales del partido.
El
fin de semana vi en la televisión su encuentro con jóvenes en la residencia presidencial.
Lo vi a usted emocionado de estar “con el pueblo”. ¿Pero usted se ha preguntado
cómo pensarían los miles de bichos que nunca pasan por el filtro que aplican
para seleccionar a los invitados? Seguramente son menos sonrientes los bichos
en Soyapango, Lourdes y los catones de Zacatecoluca, que viven diariamente la
violencia, un día a manos de las pandillas y el siguiente a manos de la policía…
Por
más que sus equipos de “participación ciudadana” armen eventos con ciudadanos
sonrientes, los problemas del país no desaparecen. Lo que los ciudadanos han
expresado en la encuesta de la Prensa Gráfica es reflejo de la realidad. Y las
sonrisas que usted se encuentra todos los días en los eventos que le arman, sólo
son una realidad selectiva, a veces orquestada o incluso mentirosa.
Si
usted como gobernante se deja impresionar de las risas de los públicos que han
sido selectos para la cámaras de televisión, de manara que pone en duda la
realidad que se refleja en las encuestas, usted (y el país) va muy mal.
Esto
es lo que su tuit de ayer expresa: A mi la gente en Tecoluca me sonríe, están
contentos, porque yo les regalé una bonita planta pasteurizada, por tanto no
tengo que hacer caso a las encuestas que me quieren decir que 60% de la gente
se siente insatisfecha con mi gobierno; que la mayoría no confía en mis
políticas de seguridad.
Le
están armando un mundo al revés, donde la realidad parece mentira y usted se
comienza a creer su propia propaganda. Le ponen gente sonriente y el mundo está
en orden. Le mandan una encuesta alarmante – y para usted es propaganda contra
su gobierno.
Casi
todos los gobernantes tienen esta tentación de vivir en una burbuja y ya no
hacer caso a las señales que manda el mundo real. Pero algunos gobernantes
tienen asesores y amigos que los obligan a ver la realidad, a no dejarse
impresionar de los propios eventos de propaganda. En el caso de usted no veo
estos asesores sensatos, más bien veo a todos sus secretarios y ministros creando
esta realidad de burbuja, de sonrisas, de participación ciudadano puesta en
escena. Los sábados, cuando a usted lo sientan en el escenarios del programa
“Gobernando con la Gente”, todos podemos observar en vivo esta burbuja en la
que usted vive, sonríe, saluda a gente sonriente, y pronuncia discursos
positivos…
Pero, presidente, aunque
usted ya no lo percibe, la realidad del país es otra.
Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)