Hay unos sindicalistas en Santa Ana, que están esperando respuesta de su presidente. Son los enfermeros del Hospital Nacional San Juan de Dios. Usted recibió de ellos una carta el 27 de julio, donde le invitan a visitar el hospital para conocer de primera mano los problemas que enfrentan. “Nos avocamos a usted para solicitarle a su distinguida persona que nos visite en nuestro querido hospital nacional, lo esperamos con las puertas abiertas para que conozca nuestras necesidades reales…”
Como su ministra de Salud probablemente
no le ha informado, los enfermeros de Santa Ana tienen meses de estar pidiendo
la sustitución de la jefa de enfermeros y del director, por incapacidad, por
actos arbitrarios contra los trabajadores y su sindicato. También cuestionan el
manejo de los recursos, las adquisiciones y la contratación de servicios por
parte del director.
Las autoridades de Salud les han
prometido sustituir a la jefa de enfermería, pero no han cumplido su compromiso
firmado con el sindicato. Por tanto, ahora no les queda otro recurso que pedir hablar
con usted: “Le rogamos que ponga atención a nuestra delicada situación,
haciendo caso a su discurso y claro mandato que ir a dialogar…”
Esta gente, lejos de ser opositores
derechistas, son sindicalistas y servidores públicos que se ponen a su disposición:
“Señor presidente, cuente con nosotros para apoyar y emprender día a día
luchando para controlar todos los obstáculos y adversidades para cumplir con
sus políticas de gobierno… pensando en los miles de pacientes que son atendidos
por todos los trabajadores en nuestro querido hospital nacional San Juan de
Dios de Santa Ana.”
Presidente, le reto a realizar uno de sus
próximos programas de radio y televisión “Gobernando con la Gente” en Santa
Ana, en el San Juan de Dios, con micrófono abierto para los enfermeros, los
médicos, los pacientes, los jefes cuestionados, la ministra de Salud. Se lo
pongo como reto, porque sería una acción audaz por parte de usted: puede
convertir su programa de los sábados de un show de propaganda en un verdadero
encuentro con la ciudadanía. En cambio, si no se atreve a ir a Santa Ana para
debatir con los sindicalistas del hospital, de una vez por todo usted pierde el
beneficio de la duda que muchos trabajadores le están dando.
Usted podría decir: este problema lo
vamos a resolver sin debate público, mejor voy a mandar a mi secretario de
diálogo a ver cómo resuelven. Pero no. Hato Hasbún no va a resolver nada. Hato
ya intervino, ya hizo promesas, y nada se resolvió. El reto es con usted, que viene de raíces sindicales
- y tiene el poder de poner orden en la mala administración que sufren muchos
hospitales. Y tiene que ser un debate abierto y sincero, no una de estas
visitas relámpago a hospitales que le prepara su equipo de campaña. Y público,
porque estarán discutiendo problemas que afectan a todo el sistema de salud.
Los sindicalistas y los pacientes de
Santa Ana lo están esperando, señor presidente. Y este escritor de cartas,
también. Porque le cuento un secreto: tengo las mismas raíces sindicales que
usted. En los movidos años 70, cuando usted organizó maestros en Andes 21, yo
incorporé a obreros migrantes al sindicato IG Metall en Berlin.
Así
que no quedemos mal con los trabajadores de Santa Ana. Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)