Primero que todo: Tiene razón, urge subir el salario mínimo. Los actuales son demasiado altos para morir y demasiado bajos para vivir. Son indignos.
Para corregir esto, bien se puede empezar en el servicio público. Se puede subir los salarios mínimos en el estado, pero dentro de un plan para hacer más efectivo el Estado. Lo que no se puede hacer, sin crear grave daño, es aumentar los sueldos y al mismo tiempo hacer más grande al Estado, contratando a miles de burócratas más.
Se puede (y debe) mejorar los salarios de los empleados públicos (no sólo los mínimos), siempre y cuando con esto se mejoren los servicios públicos. Si los servicios que el Estado nos da a cambio de nuestros impuestos (seguridad, educación, salud, transporte, agua y energía) mejoran, estaríamos incluso dispuestos a pagar más impuestos para mejorar las salarios de los servidores públicos que proveen estos servicios eficientemente.
En este país, nadie duda de la ineficiencia de la burocracia estatal. Nadie duda que con menos burócratas, pero que tengan mejor capacitación profesional, más motivación y salarios justos, el Estado podría dar mejores servicios públicos. Haciendo más eficiente su organización interna y su administración, el Estado podría incluso lograr que los ciudadanos y las empresas gastemos menos en servicios privados (de seguridad, educación, salud, transporte y agua).
Dentro de una estrategia integral de lograr un Estado eficiente, tendría mucho sentido la decisión de aumentar los salarios del Estado. Fuera de este contexto, no es más que otra medida populista.
Paolo Lüers
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