sábado, 31 de diciembre de 2016

Carta del fin de año: Lo malo, lo bueno y lo feo del 2016

Lo malo: las elecciones del Consejo Nacional de Judicatura y de la Corte de Cuentas; las mesas falsas en Casa Presidencial; el presupuesto.

Nuevamente, la Asamblea no eligió dentro del plazo constitucional a los miembros del Consejo Nacional de Judicatura ni a los magistrados de la Corte de Cuentas. Esto ya es grave por el vacío institucional que crea. Pero es aun más grave: al final eligieron mal. Volvieron a aplicar cuotas partidarias y no criterios de idoneidad y mérito profesional o académico. A estas alturas, una Corte de Cuentas presidida por un magistrado que ha estado cerca de las campañas electorales tanto de Funes en el 2009 como de Tony Saca en el 2014, es un mal chiste.

La manera en la que el gobierno y la oposición enfrentaron la ‘crisis fiscal’ dejó mucho que desear. A las mesas de negociación, el FMLN y el gobierno entraron sin ninguna disposición de corregir las políticas que los han llevado a la crisis y ARENA entró sin claridad de su posición de ventaja: el gobierno sin los votos de ARENA se ahogaba. Resultado: no resolvieron nada de fondo. El gobierno sigue sin honrar sus obligaciones y no hay presupuesto, porque el FMLN se niega a presentarlo como la Constitución manda: equilibrado, completo y financiado.

Lo bueno: 
la no reelección de Luis Martínez, la reactivación de la Sección de Probidad y una ciudadanía activa.

El 2016 comenzó con una batalla campal entre quienes querían elegir a un fiscal independiente y correcto y quienes querían reelegir al fiscal general Luis Martínez, para mantener una fiscalía corrupta y extorsionista, cuya protección se podía comprar. El FMLN y Gana apostaron por Luis Martínez, y así lo hizo un sector fuerte dentro de ARENA. Gracias a una coalición amplia de ciudadanía crítica y la hombría de areneros como Jorge Velado, Juan Valiente y Johnny Wright Sol, al fin ARENA negó sus votos a Luis Martínez, salvando al país de un desastre judicial.

Contraria a la elección amañada del CNJ y de la Corte de Cuentas, la Asamblea logró elegir a 5 magistrados que cambiaron la inercia en el pleno de la Corte Suprema de Justicia. El resultado más visible: la reactivación de la Sección de Probidad, que recibió un claro mandato de investigación imparcial del enriquecimiento ilícito. Gracias al trabajo de Probidad, Funes, Saca y muchos otros funcionarios tendrán que enfrentar juicios, primero civiles, luego penales. El denominador común de estos desarrollos positivos es una creciente presión y organización de la ciudadanía, que utiliza la transparencia e información pública como palanca para obligar a la Corte, Probidad y Fiscalía a realizar su trabajo.

Lo feo: 
la verdad sobre la Fiscalía; nuevos escuadrones de la muerte y una opinión publica que los apoya; y… ¡Trump!

Lo mejor del 2016 ha sido que, una vez fuera del poder, cayó el exfiscal general Luis Martínez y fue expuesto todo el sistema de extorsión, manipulación de casos y “persecuciones al cargo del mejor postor” que existe en la Fiscalía. Fue expuesto también que tanto el gobierno de Funes como el actual de Sánchez Cerén compraban los servicios de la Fiscalía corrupta. El nuevo fiscal, quien arrancó su gestión presentando con gran pompa casos preparados por Luis Martínez y su mafia de fiscales, tuvo que ordenar una limpieza general en la FGR. Hasta ahí lo positivo. Pero en todo esto, hay que esperar hasta dónde será capaz y dispuesto a llegar el nuevo fiscal general, Douglas Meléndez, llevando los casos penales contra Saca, Luis Martínez, Nayib Bukele y Funes a las cortes.

Lo más feo del 2016: 
El resurgimiento de escuadrones de la muerte. Como durante la guerra, operan en cooperación y con protección de las fuerzas de seguridad y del partido oficial de turno. Y lo más preocupante de esto: la opinión pública está de acuerdo con que policías, soldados o escuadroneros maten, mientras los muertos sean pandilleros. ¿Y cuando comiencen a matar opositores?

¿Qué decir de Trump? Un hombre listo, pero ignorante, fue electo presidente de Estados Unidos. Además un tipo malo, sin esquema de valores y egocéntrico hasta el narcisismo. Y lo peor no es él, ni siquiera los fanáticos que le siguen. Lo peor son los oportunistas que saben que es corrupto, autoritario y peligroso, pero ya lo defienden, ya le besan el trasero y nos explican que no será tan mal presidente.

Happy 2017,


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(MAS/El Diario de Hoy)



viernes, 30 de diciembre de 2016

El show que nos cuesta 11.8 millones

Estamos en vacaciones y nadie quiere hablar de cosas serias. Entonces, les voy a contar un chiste: Casa Presidencial nos quería contar que la producción de su show sabatino de ‘Gobernando con la Gente/Festival del Buen Vivir’ cuesta nada más $5,000. Luego, cuando tuvieron que defender esta mentira en una audiencia ante el Instituto de Acceso a la Información Pública, cambiaron el monto a $32,017.08. Pero siegue siendo mentira: el costo aproximado de cada evento es de $118 mil. Cada segundo sábado…

El 9 de julio, la pareja presidencial celebró su reality show (más bien irreality) en la ciudad de Usulután. Días antes aparecieron los equipos de avanzada: los del Batallón Presidencial, para planificar la seguridad; los de la Secretaría de Participación Ciudadana, para visitar a las comunidades y seleccionar y entrenar a los ciudadanos que tendrían el privilegio de dirigirse al presidente; los técnicos para montar tarimas y carpas…

El propio sábado se movilizaron decenas de vehículos y cientos de funcionarios y empleados a Usulután: de Casa Presidencial, del Batallón Presidencial, de la PNC, de los 50 (!) instituciones del gobierno que participarían del evento; los activistas de la Secretaría de Participación Ciudadana y los periodistas de la Secretaría de Comunicación de CAPRES; los técnicos de Canal 10 y de Radio Nacional; y los camarógrafos, sonidistas, técnicos y productores de la empresa Meridiano89, quienes se encargarían de producir la versión televisiva del show.

Todos ellos trajeron sus respectivos equipos, toldos, sillas, mesas – y muchas de las instituciones participantes trajeron materiales para repartir a la población o para prestarles servicios o entretenimiento.

Luego, todo el aparataje había que desmontarlo, empacarlo, y transportarlo de regreso a San Salvador.
Tuvo lugar el evento, el presidente y su comitiva le dieron a la gente de Usulután muchas sonrisas y consignas, repartieron regalos, hicieron promesas – bueno, todos ya sabemos como funcionan estos eventos.

Ahora viene el chiste: Según Casa Presidencial, todo esto nos costó solamente 5 mil dólares. Esta fue la respuesta del oficial de información de CAPRES a una solicitud de información pública que este servidor hizo en agosto del 2016.

Obviamente, no me quedé satisfecho con esta respuesta, obviamente falsa. 5 mil dólares costó el alquiler y montaje de la carpa. Y según Casa Presidencial, todo lo demás no le causó ningún costo adicional, ya que se usaron equipos, vehículos y personal propio. Como si movilizar todo este montón de vehículos, funcionarios, empleados, soldados, policías, equipos y materiales no costara nada. Como si los materiales que reparten no costaran nada. Como si la gasolina fuese gratis. Como si todo el personal involucrado, que trabaja estos sábados de madrugada a noche, no cobraran nada, no comiera nada, no bebiera nada.

La mentira más obvia en esta (des)información de CAPRES es que la producción televisiva, que involucra numerosas cámaras y personal profesional, no les cuesta nada. Dicen: Lo hacemos con recursos, equipos y personal propio.

Bueno, en diciembre 2016 se celebró la audiencia ante el Instituto de Acceso a la Información Pública, porque este servidor apeló la resolución de Casa Presidencial. En esta audiencia, el representante de CAPRES testificó que el único costo del espectáculo eran los 5 mil que pagaron por la carpa. Todo lo demás, reiteró, fue hecho con recursos y personal propio de Casa Presidencial. Nadie cobraba horas extra. Y volvió a afirmar, ante los comisionados del Instituto, que el programa televisivo no causó a CAPRES ningún costo, ya que se realizaba con recursos, equipos y personal propio.

Este servidor argumentó que esto era doblemente falso: Primero, incluso si fuera cierto que todo se hizo con recursos propios, movilizarlos causaba costos. Segundo, la producción televisiva involucraba los servicios de profesionales reconocidos de una empresa (Meridiano89), y que este servidor insistía en conocer cuánto costó a CAPRES (o sea a nosotros) su servicio. Volvió a negar el representante de CAPRES que estuviera involucrado un servicio profesional externo.

El Instituto resolvió ordenar a Casa Presidencial a revelar cuánto tiene asignado en su presupuesto para realizar dichos eventos. Le dieron 5 días para entregarme la información requerida.

Al final de la tarde del quinto día recibí la ‘Resolución de Cumplimiento’ de Casa Presidencial. Cumplieron el plazo, pero incumplieron la obligación de entregar información completa.

Ahora, la historia oficial cambió. Ya no es válido lo que el oficial de información de CAPRES defendió a capa y espadas en la audiencia: que no se podía dar información detallada de los costos. Ahora mandan los costos del show del Buen Vivir al centavo, rubro por rubro, y evento por evento.
El costo total para el evento del 9 de julio 2016 en Usulután, en esta segunda versión de Casa Presidencial, fue de $32,017.08 – ya no de 5 mil, como originalmente sostuvieron.

Pero aun hay varios rubros que omiten: Todo lo relacionado con Seguridad lo declaran información reservada; todo lo relacionado con la movilización de los docenas de vehículos, lo omiten. No aparece ni un galón de gasolina. También omiten los servicios que en cada evento prestan los profesionales de Meridiano89 para producir la versión televisiva del (ir)realality show.

Capres reconoce $32 mil para un solo evento, pero el costo real oscila alrededor de $118,000.

¿Cómo llegamos a esta suma? Agregando a los costos oficiales de CAPRES de $32 mil los costos de cada una de las 50 dependencias del Estado que están participando en el show: con vehículos, materiales, equipos, toldos, muebles y personal. Pongamos un promedio muy conservador: $1,500 por institución. Son $75,000 por evento. Ya suman $108 mil. Plus los costos escondidos para la producción televisiva, incluso a precio de cheros: $10,000. Llegamos a $118,000. Esto son unos $2.36 millones al año, si calculamos 20 shows – o $11.8 millones en el quinquenio. Y esto es un calculo conservador, porque asumo que cada ministerio o autónoma participante gastará más que $1,500 en cada evento.

Falta mucho que recorrer en el camino a la transparencia. Sobre todo en Casa Presidencial.

La solicitud de información:

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La primera respuesta de CAPRES:

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La resolución del Instituto de Acceso a la Informacion Pública:

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La segunda respuesta de CAPRES:

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 (El Diario de Hoy)


jueves, 29 de diciembre de 2016

Carta al amigo, compañero y colega Marvin Galeas: No tire la toalla

Querido Marvin:
Comunicaste en facebook que este sábado 31 de diciembre saldrá tu última columna en El Diario de Hoy: “Nunca más escribiré sobre temas políticos.” Me imagino que explicarás tu decisión en su última columna – y que tenés buenas razones. De todas formas hay que respetarlas. Sin embargo, puedo cuestionarlas.

El problema es que la tuya ha sido una de las pocas columnas que valen la pena. Precisamente porque no se limitaba a política, sino que experimentaba con los formatos de ensayo, cuento, reseña de películas, crítica literaria – todos formas literarias muy escasas en nuestra cultura y nuestros medios. Y vos las manejás mejor que la mayoría de los que tenemos espacios en los diarios.

Así que si te aburrís (frustrás, desencantás, enfadás…) de la política, no necesitás abandonar tu columna, ya tenés el formato de una nota versátil que puede hablar de cualquier cosa.

Pero mi incomprensión va más allá: ¿Cómo un tipo tan político, que ha pasado más de 35 años comentando, respirando, criticando, diseñando y practicando política, llega a frustrarse tanto que decide abandonar el oficio de escribir sobre política? Normalmente, en personas tan políticas como nosotros, Marvin, la frustración no es un móvil para abandonar la política, sino para meterse con más fuerza.

Me vas a decir que nadie nos hace caso. Que nosotros criticamos, proponemos, cuestionamos, analizamos, recomendamos, demandamos… – y no nos hacen caso los que conducen la política, ni siquiera los amigos. Bueno, no nos hacen caso el Buró Político del FMLN ni el COENA de ARENA, pero sí nos escuchan muchos de los que desde adentro y afuera de los partidos quieren cambiarlos. Tal vez no nos hacen caso. ¿Pero por qué habrán que hacer caso y aceptar línea a unos escribanos de otra generación? Pero leen, escuchan, reflexionan lo que podemos aportar. Luego sacan sus conclusiones.

Por mi parte, yo voy a seguir escribiendo de política, aunque no solo de ella. Es la única manera que encuentro de hacer mi parte para que este país salga adelante. Claro que me frustro con la política, pero no voy a dejar la cancha a los que me frustran.

Me voy a sentir un poquito más solo en el Diario sin vos. Pero por otra parte, cada vez más frecuente abro los periódico y veo a nuestros relevos escribiendo con más soltura y audacia, y con mejor puntería. También a veces me frustro con ellos, pero no los voy a dejar solos…

Nosotros dos compartimos la experiencia de la guerra, del monte, de las guindas y ofensivas, las mil u una batallas de la Radio Venceremos. Luego, en la transición de la postguerra, nos distanciamos durante unos años, para luego nos volvernos a encontrar en el Diario y en incontables intentos de promover la renovación y el relevo generacional en ARENA.

Aunque ya no publiqués tu columna, no te perdás, Marvin. Vamos a seguir necesitando de tu humor, tu agudeza, tu sarcasmo, tu imaginación.

Feliz año nuevo te desea


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(MAS!/El Diario de Hoy)

Vea también:

Mi última columna en El Diario de Hoy. De Marvin Galeas


Marvin Galeas respondió a esta carta en su cuenta en facebook:

Carta a Paolo Luers

Humildemente te pido que publiques esta carta en Segunda Vuelta.
Agradezco a Paolo Luers la hermosa carta pública a mi persona. Muchos recuerdos vinierone a mi mente de las batallas libradas. Recuerdo especialmente aquel septiembre de 1985 cuando nos atacaron al puesto de mando en Arambala. Ese día tuvimos 9 bajas en la Venceremos. 3 muertos 6 heridos. Como olvidar eso? Como dejar que cobardes sin pena ni gloria se aprovechen de esos muertos para robar, engañar y manipular. Paolo soy consciente de mis fallos y errores. Pero dejar de pelear por las cosas en las que creo no es uno de mis fallos. Siempre fui el más flaco, el menos ideológico, el más burgués. Tuve miedo pero no me ahuevé. Le hice huevo. Y llegué como vos hasta el final. No dejaré de pelear por mi pais que es tu país. Solo que se me quitaron las ganas de escribir una columna semanal. Vendrán otras formas de seguir peleando, que no te quepa duda. Es parte de mi ADN. Viviré y daré lo mejor de mi por las cosas en las que creo. Me parece que son muy similares a las cosas en las que vos crees. Nos encontraremos en cualquier recodo con la frente en alto y la mirada limpia. Para nosotros ARENA y el FMLN de hoy son solo instrumentos no capillas ideológicas. Nuestra lucha por un mejor pais sigue, otra vez, hasta el final.

martes, 27 de diciembre de 2016

Carta a los que supuestamente vigilan el Estado de Derecho: ¿Y la epidemia como medida extraordinaria?

Estimados magistrados de la Corte Suprema, jueces de vigilancia, Procuradora y organizaciones civiles de DDHH, abogados penalistas:
Durante los 9 meses de vigencia de las medidas extraordinarias, aplicadas por el gobierno del FMLN en los centros penales, los casos de tuberculosis en el sistema penitenciario del país se han disparado de 160 a 775 casos. 484% de aumento.

Aquí la estadística, con números que la Dirección General de Centros Penales me tuvo que facilitar, respondiendo a una solicitud de Acceso a Información Pública.

En el penal de Ciudad Barrios, donde guardan prisión más de 3 mil pandilleros relacionados con la MS13, los casos de tuberculosis aumentaron de 24 a 97 casos (+404%).

En el penal de Quezaltepeque, los casos de tuberculosis subieron, desde la entrada en vigencia de las medidas extraordinarias, de 24 a 112 casos (+466%); en Chalatenango de 23 a 50 casos (+217%); en Gotera de 1 caso a 7 casos (+700%); y en Izalco de 11 a 76 casos (+690%).

El Ministerio de Salud, también en respuesta a una solicitud de información que hice, confirmó este cuadro preocupante de tuberculosis en un país, donde esta enfermedad es considerada controlada. El Salvador está debajo de 20 casos por 100 mil habitantes, pero entre los 35 mil privados de libertad tiene 735 casos de tuberculosis, lo que corresponde a una incidencia de 2 mil 214 casos por 100 mil habitantes. Una cifra que tendría que hacer que sonaran todas las sirenas de alarma del Ministerio de Salud, de la Cruz Roja Internacional y de la Organización Mundial de Salud. Y de ustedes…

¿Por qué sostengo que son las medidas extraordinarias dictadas por Mauricio Landaverde, Oscar Ortíz, Howard Cotto y Rodil Hernández que dispararon esta epidemia?

Porque el hacinamiento, o sea la notoria sobrepoblación de entre 350 y 700% en los centros penales, con todas sus consecuencias de falta de higiene y salubridad, es un factor de riesgo para enfermedades como la TB. ¿Qué es lo que los médicos ordenan en estas situaciones, no solo como medida de prevención, sino incluso de curación? Ordenan máxima exposición al aire freso y al sol. Las medidas extraordinarias hacen lo contrario: encierro total en los dormitorios, que no tienen ventilación; prohibición de circulación en pasillos y patios; restricción máxima del acceso a sol y aire fresco.

El resultado: Un aumento de 483% de la tuberculosis entre los privados de libertad, y en dos penales de 700%.

No sonó ninguna sirena de alarma. Durante semanas, el Ministerio de Salud tuvo que pelear con las autoridades de Seguridad para poder mandar a sus expertos del programa Nacional de Tuberculosis a los penales. El Comité Internacional de la Cruz Roja, que tiene una oficina en San Salvador y posee vasta experiencia en asuntos de salud en centros penales, está vetado por el ministro de Seguridad de visitar los penales, a pesar de que existe un convenio suscrito por el gobierno de El Salvador.
Y el mismo ministro de Seguridad -el comisionado Mauricio Landaverde- suscribió un decreto de prórroga de las medidas extraordinarias, que en vez de buscar soluciones al problema de la tuberculosis lo va a agravar: quita unos 5 mil privados de libertad, que pertenecen a la MS13, todas las horas de patio. Cero horas de sol y aire, ¡púdranse! Así no más, con la firma de un policía…
Que esto es inconstitucional, no les importa. Que esto provoca un problema para la salud de la población general, no les importa.

Me pregunto: ¿Quién de ustedes, las personas e instituciones que supuestamente vigilan el Estado de Derecho, tendrá el valor de parar esta locura y obligar al gobierno y su aparato de Seguridad a observar la ley, los derechos humanos y la razón común?

Saludos,


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(MAS!/El Diario de Hoy)



sábado, 24 de diciembre de 2016

Carta a los amigos de la libertad en Berlin y El Salvador: No hay que ceder

Queridos amigos:
Berlin es mi ciudad. No nací ahí. No crecí ahí. No pasé mi infancia ahí. Pero es la ciudad donde me convertí en ciudadano pensante y crítico. La ciudad de Berlin de la guerra fría, del muro, pero también de la rebelión estudiantil del 68 donde me nació vocación a la política, el periodismo, la literatura y la rebelión.


El Breitscheidplatz (Plaza Breidscheid), a la sombra de la Gedächtniskirche (Iglesia Memorial) que con su campanario-ruina y su nave moderna simboliza al mismo tiempo la guerra y la reconstrucción de Alemania, para mi ha sido escenario de fiestas inolvidables, pero también de manifestaciones donde nos enfrentamos a la guerra de Vietnam, al pasado nazi de nuestros padres y a los antimotines.

En esta plaza, como en cada diciembre convertida en mercado navideño, el terrorismo islámico golpeó a esta ciudad cosmopolita y multicultural. El atentado, cometido con un camión que echaron encima a los visitantes de este mercado navideño, es un atentado contra lo que simboliza Berlin: la libertad.

Así lo sentí yo. Así lo sintieron mis amigos que siguen viviendo en Berlin. La reacción de los berlineses fue unánime: “Jamás vamos a permitir que el terrorismo nos obligue a cambiar nuestra forma de vida. La única defensa aceptable es más democracia, más pluralidad, más libertad.”
La capital europea de las fiestas sigue de fiesta. Sus habitantes, al tiempo que condenan al terrorismo, rechazan las voces que gritan por más Estado policíaco, por restricciones a las libertades, y por políticas contra los inmigrantes y refugiados que huyen de las guerras en Medio Oriente. Su convicción: Solo una sociedad abierta y solidaria tiene la fuerza de resistir los embates del terrorismo y autoritarismo.

Lo mismo está pasando en El Salvador. Ante el asedio de la delincuencia y la incapacidad del gobierno de enfrentarla con políticas que va a las raíces del problema, muchos gritan por más represión, más militarización de la policía – al fin, por una democracia más restringida. Pero también hay muchos que reaccionamos como los berlineses: No queremos defender nuestra libertad restringiéndola. No queremos un Estado de policía. No queremos una policía militarizada.

Navidad es buen momento para hacer esta reflexión. Alemania está bajo asedio de los populistas, pero la canciller Angela Merkel se niega a aplicar políticas de mano dura contra todos los inmigrantes y refugiados, sólo porque algunos atacan los valores de libertad y pluralismo. Su receta no es exclusión, sino más inclusión, contrario a lo que Donald Trump predica en Estados Unidos y a lo que FMLN practica en El Salvador. Los enemigos de las sociedades abiertas y plurales quieren aprovechar la crisis de seguridad para construir sociedades con menos libertades. No les hagamos el favor.

Felices fiestas, a pesar de todo.


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 (MAS!/El Diario de Hoy)


Telegramas de fin de año a políticos y funcionarios: Ya sé que nunca contestan

Casa Presidencial: Recuérdense, hoy jueves 22 vence el plazo que les dio la sentencia del Instituto de Acceso a la Información Pública para decirme cuánto cuesta el (ir)reality show del Buen Vivir.

Fiscal General:
¿Disculpe, pero hay investigación contra Herbert Saca y Mecafé, o solamente allanaron para buscar pruebas contra Tony Saca y Mauricio Funes? ¿O ya son testigos criteriados?

Presidente:
No tiene que esperar hasta el 24 para dar a los alcaldes el FODES. No es regalo de navidad. Es su deber pagarlo mes a mes.

Sala Constitucional:
¿No van a sacar la sentencia que nos devuelve el derecho de libremente circular por todos los carriles de la Juan Pablo y del Bulevar del Ejército?

Magistrado Rodolfo González:
No es el ejército que los está amenazando. Es el FMLN.

Mauricio Landaverde:
¿En el Ministerio de Justicia hay alguien que ha estudiado Derecho? Si hay, que le explique que es inconstitucional su decreto de negarle a miles de privados de libertad, de manera absoluta, el derecho al sol, independientemente de su comportamiento individual.

Ministro Carlos Cáceres:
¿Va a renunciar o se queda – o es sólo un berrinche que todos los fines de año repite?

Mauricio Interiano:
Usted habla mucho del rumbo que no tiene el gobierno del FMLN. Es tiempo que defina cuál es el rumbo que ARENA quiere dar al país.

Arzobispo:
No es necesario que cada domingo aproveche su investidura para dar su opinión sobre política, economía, seguridad. Tampoco quiere que los ministros, generales y empresarios emitan juicios teológicos.

ANEP:
No es en la Corte Suprema que van a arreglar el problema del salario mínimo. Es negociando con los sindicatos. Luego le cuentan al gobierno lo acordado.

Hugo Martínez:
Si el presidente no quiere hablar de Siria, ¿qué tal que usted como canciller hable claro sobre el genocidio en Alepo y la participación de Rusia?

ARENA:
Si el gobierno del FMLN no presenta un presupuesto como la Constitución manda, ¿por qué no lo hacen ustedes? No es su responsabilidad, pero alguien lo tiene que hacer. Los números están sobre la mesa.

Presidente de CEL:
Permítame una entrevista para explicarme cómo los proyectos El Chaparral y Ampliación de la 5 de Noviembre serán rentables para el país, a pesar de la explosión de su costos.

Presidente de CEPA:
Ya parece inútil la pregunta, ¿pero cuántos años más pasará el Puerto de La Unión sin funcionar? Ya son 8.

Ya sé que nunca contestan, pero no voy a dejar de preguntar. Felices fiestas,


44298-firma-paolo
(MAS!/El Diario de Hoy)



 

martes, 20 de diciembre de 2016

Carta a los líderes políticos, académicos, religiosos y generadores de opinión: No podemos callarnos

 
Alepo "liberado", según la agencia de prensa Rusa


Estimados:

El domingo vi un vídeo que me llenó de vergüenza. Una presentadora de la televisión israelí, la única de origen árabe, interrumpió su programa y comenzó a dar un mensaje muy personal, y en inglés, al mundo entero. Un llamado de atención. ¿De qué se trata? Del genocidio en Alepo, en Siria, ciudad destruida y “recuperada” por el gobierno de Siria y la fuerza área de Rusia,  ante la inacción del mundo entero.

Aquí el mensaje de Lucy Aharish:
“Ahora mismo en Alepo, Siria, a sólo 8 horas de Tel Aviv, se está produciendo un genocidio. ¿Saben qué? Déjenme ser más precisa: Es un holocausto. Sí, un holocausto. Tal vez no queramos oír ni asumir que en el siglo XXI, en la era de las redes sociales y en un mundo donde la información puede caber en la palma de tu mano, en un mundo donde se puede ver y escuchar a las víctimas y sus historias de terror en tiempo real, en este mundo, estamos parados sin hacer nada mientras niños son asesinados cada hora.

No me pregunten quién está en lo correcto y quién equivocado, quiénes son los buenos y quiénes son los malos, porque nadie lo sabe. Y francamente, no importa. Lo que importa es que está sucediendo, ahora mismo frente a nuestros ojos, y nadie en Francia, en Reino Unido, Alemania o América, está haciendo nada para detenerlo.


¿Quién está manifestándose en las calles por los hombres y mujeres inocentes de Siria? ¿Quién está gritando por los niños? Nadie. 


La ONU celebra reuniones del Consejo de Seguridad y se limpia las lágrimas, cuando ven la imagen de un padre que sostiene el cuerpo de su pequeña hija. Hay una palabra para esto: hipocresía.


Soy árabe, soy musulmana, soy ciudadana del Estado de Israel, pero también soy ciudadana del mundo,  y estoy avergonzada. Me avergüenza como ser humano que elijamos líderes que son incapaces de articular sus condenas y ser poderosos en sus acciones. Me da vergüenza que el mundo árabe esté siendo tomado como rehén, por terroristas y asesinos, y que no estemos haciendo nada. Me avergüenza que la paz de la humanidad sea irrelevante una vez más.


¿Necesitamos un recordatorio? Armenia, Bosnia, Darfur, Ruanda, Segunda Guerra Mundial. No, no lo necesitamos. Albert Einstein dijo: “El mundo no será destruido por los que hacen el mal, sino por aquellos que los observan sin hacer nada”.
Este poderoso mensaje recurrió el mundo en YouTube, en las redes sociales, en muchos medios grandes y pequeños. Estoy seguro que todos que lo hemos visto compartimos la palabra de Lucy: “Me da vergüenza”.

¿Pero qué hacemos, qué podemos hacer? Que cada uno pregunte su conciencia. Lo mínimo es levantar la voz y exigir que nuestro gobierno se pronuncie. La comunidad internacional tiene que aislar a los gobiernos de Siria, Rusia e Irán. Hay que condenarlos de igual manera como todos condenan a ISIS. Aunque Lucy Aharish tiene razón que esta locura hay que pararla, sin antes determinar quiénes de las fuerzas beligerantes son los malos y quiénes los buenos, la única manera de defender a la población civil es parando tanto a ISIS y como a Asad, y los respectivos poderes detrás de ellos: los estados árabes que apoyan a los islamistas, así como Rusia e Irán, que militarmente intervienen en Siria para mantener en el poder a Asad, el destructor de Alepo.

Lo mínimo que nos dicta la decencia es presionar cada uno a su gobierno para que salga de su inacción o hipocresía y condene a los poderes que están destruyendo Siria.

‘Liberaron’ Alepo, destruyéndolo y masacrando a su población. Están produciendo cientos de miles nuevos desplazados, que no tienen adónde ir para encontrar protección. Y con esto Rusia e Irán logran desestabilizar al mundo entero, sobre todo Medio Oriente y Europa.

Me uno al llamado de esta valiente reportera árabe-israelí. Todos debemos unirnos a su vergüenza, su rabia su coraje. 


Saludos,
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El vídeo de Lucy Aharish está en: www.youtube.com/watch?v=T8XwVVX4nGE

 

 

Lea:

“Estamos parados sin hacer nada mientras niños son asesinados cada hora”: Lucy Aharish


(MAS!/EL DIARIO DE HOY)


lunes, 19 de diciembre de 2016

Debate: Acuerdos de Paz, ¿mentira o acierto?

La mentira de los Acuerdos de Paz


Manuel Hinds, 16 diciembre 2016 / EDH
Después de los Acuerdos de Paz mucha gente pensó que en el conflicto no había habido ganadores ni perdedores. El FMLN, que durante la guerra entera había demostrado que luchaba por establecer un régimen comunista y por hacer prevalecer los intereses cubanos de pronto, cuando la Unión Soviética cayó, cambió a decir que en realidad había luchado por establecer un régimen democrático, basado en el imperio del derecho, como quedó consignado en dichos acuerdos.

Con el tiempo, sin embargo, hay dos cosas que han ido quedando claras. Primero, que en realidad el FMLN perdió la guerra, y que su supuesto apoyo al establecimiento de un régimen democrático y del derecho fue nada más un truco, un cambio de táctica, la traslación de la guerra al terreno político dejando como fin último la eliminación de la democracia y el derecho para establecer un régimen tiránico controlado por las elites del FMLN. Segundo, ha quedado clarísimo que el FMLN nunca fue un proyecto orientado hacia el pueblo salvadoreño; siempre fue un proyecto personal para satisfacer el deseo desmedido de las elites del partido de figurar y obtener el poder total, político y económico.

Esto ha sido confirmado una y otra vez. En el congreso del partido llevado a cabo hace un año, volvieron a afirmar que la revolución rusa de octubre de 1917 sigue siendo su inspiración, que quieren establecer una economía sin propiedad privada, y que quieren obtener el poder total para ya no soltarlo jamás.

Todos estos eran los objetivos que el FMLN había tenido durante la guerra, y fue por esos objetivos que Fidel Castro los apoyó hasta que el comunismo cayó en el mundo entero excepto Cuba y Corea del Norte. Sólo fue en ese momento, cuando fueron derrotados en la guerra, que trataron de decir que habían ganado porque lo que habían querido era la democracia. Sólo fue un momento porque inmediatamente después de firmar la paz se pusieron a erosionarla con un partido que ha trabajado y sigue trabajando para subvertir el orden constitucional del país para poder adquirir el poder total para el FMLN.

Poco a poco el FMLN ha ido infiltrando a todas las instituciones democráticas del país, incluyendo a todos los partidos de oposición, para que, con un método u otro, con seducciones o amenazas, con promesitas o promesotas, todas hagan lo que el FMLN quiere que hagan en contra de los intereses del país. Así, el FMLN y su gobierno logran conseguir todo el dinero que necesitan para su proyecto de eliminar la democracia, sin tener que ceder a siquiera una condición, sin tener siquiera que presentar un presupuesto que diga la verdad, y sin tener que negar que el presupuesto es mentiroso en el proceso seguir amenazando a magistrados y fiscales. El FMLN ha corroído las bases mismas de todos los partidos y las instituciones que podrían oponérseles.

Ahora quedan sólo dos instituciones que defienden el imperio de la ley y los derechos inalienables de los salvadoreños: la Sala de lo Constitucional, que ha venido haciéndolo desde hace varios años, y la Fiscalía General de la República, que lo ha comenzado a hacer hace unos meses. Es ahora contra ellas que el FMLN y su gobierno están dirigiendo todos sus ataques, porque saben que es allí, sólo allí, y en los periódicos, en donde todavía existe el deseo, el valor y la capacidad de defender los ideales y las realidades de nuestra democracia.

Sin enfrentar ninguna oposición, el presidente de la república, sus funcionarios, y el FMLN siguen tratando de intimidar a la Sala y a la Fiscalía, demostrando así una vez más que sus objetivos nunca han sido la democracia y el imperio del derecho que dijeron apoyar al estar vencidos al final de la guerra, sino el establecimiento de una tiranía como la cubana y la venezolana, que ellos siguen declarando admirar. Para ellos, los Acuerdos de Paz fueron la Gran Mentira, la Gran Hipocresía que necesitaban construir para seguir erosionando la democracia. El pueblo salvadoreño no puede dejar que sigan acosando a la Fiscalía y a la Sala para lograr destruir la Constitución que en realidad siempre han querido destruir.

 

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Los aciertos de los Acuerdos de Paz 

 

Paolo Luers, 19 diciembre 2016 / EDH-Observadores
Coincido con mi amigo Manuel Hinds en muchos de las afirmaciones en su artículo ‘La mentira de los Acuerdos de Paz’. Es cierto que el partido FMLN no tiene vocación democrática, y ciertamente no está comprometido con el sistema republicano, con su división de poderes. Es cierto que en sus ataques a la Sala de lo Constitucional y la Fiscalía se manifiesta el menosprecio a la independencia de estos órganos.

Pero también es cierto que los gobiernos del FMLN son los primeros que han tenido que enfrentar una Sala independiente. Los anteriores gobiernos de la postguerra, conducidos por ARENA, no tuvieron que enfrentar esta prueba democrática. Más bien han establecido mecanismos que les garantizaron una Corte Suprema, una Fiscalía, una Corte de Cuentas supeditadas al gobierno de turno. Fue esta falta de institucionalidad que ha facilitado al FMLN, una vez que llegó al gobierno, poder aplicar el mismo sistema y perfeccionarlo. Hasta que llegó, por accidente, la actual Sala y mandó a parar…

En lo que no coincido con Manuel Hinds es en la apreciación de los Acuerdos de Paz. No es cierto que el FMLN, en las negociaciones de paz, haya engañado al otro bando de la guerra y al pueblo salvadoreño, diciendo que ya no va a buscar transformaciones del sistema político , social y económico. Mucho menos es cierto que el FMLN insurgente (que no hay que confundir con el actual partido FMLN) haya perdido la guerra. Si la hubiera perdido, ni ARENA, ni la Fuerza Armada ni los Estados Unidos hubieran aceptado la desmilitarización del país, la reducción y depuración de la Fuerza Armada, la incorporación de la insurgencia en el sistema político, la amnistía, ni muchos menos el desmontaje de todos los cuerpos de seguridad y la creación de una nueva policía con amplia participación de cuadros del FMLN.

Todos los actores internos y externos del proceso de negociación tenían claro que el Acuerdo de Paz significaba precisamente esto: el traspaso del conflicto bélico al terreno político y electoral. Siempre perduraría el conflicto, pero ahora como conflicto político, bajo las reglas de la democracia y de la ley. El Acuerdo de Paz no significaba que las fuerzas en pugna tenían que abandonar sus posiciones ideológicas. Tenían que dejar las armas y el uso de la violencia para imponer sus respectivas ideologías, y usar, dentro del marco constitucional redefinido en 1992, la lucha política, electoral, y el ejercicio de la libertad de expresión, organización y manifestación.

No tiene sentido denunciar ahora lo que Manuel Hinds llama “la traslación de la guerra al terreno político”. Esto fue precisamente la esencia de una paz sin ganadores y perdedores. Y era lo correcto hacerlo. Lo único posible. El mismo presidente Cristiani dijo: Una de las causas de la guerra fue que a la izquierda se había cerrado el espacio político dentro del sistema.

Quien revisa los documentos y los discursos del FMLN en este período de transición se da cuenta que sus dirigentes siempre lo han dicho: La lucha no termina, lo que termina es la guerra, la violencia política, y lo que sigue es la lucha política, social y de ideas. De paso sea dicho: Los dirigentes de ARENA dijeron lo mismo – y ambos estaban con todo el derecho. Esta era la lógica de los Acuerdos de Paz. Es por esta razón que, sabiamente, ambos bandos se pusieron de acuerdo de dejar fuera de los Acuerdos de Paz la parte económica. No porque no había contradicciones y contraposiciones ideológicas, sino para canalizarlas dentro de las nuevas reglas de la competencia política, electoral y social.

Una vez insertada dentro de la nueva realidad de pluralismo, inclusión política, respeto a los derechos humanos, la izquierda salvadoreña se comenzó a dividir sobre la esnecia de la paz lograda: Unos aceptaron la democracia representativa, el orden constitucional-republicano y el pluralismo creados por la guerra y los Acuerdos de Paz, y los asumieron – otros los aceptaron sólo como nuevas condiciones y modalidades de lucha, pero siempre buscando erosionar esta Constitución y el pluralismo para establecer un régimen de ‘democracia directa’, sin división de poderes, de corte socialista. En última instancia, la disyuntiva de a izquierda fue: ¿Nos incorporamos dentro de un sistema pluralista, luchado por más justicia social, o buscamos una hegemonía de clase y partido – en fin, una dictadura?

Lastimosamente no se dio una división limpia, creando dos partidos: uno comunista y uno socialdemócrata, sino la división se dio de forma paulatina. Primero salieron 2 de las 5 organizaciones que habían formado el FMLN histórico (ERP y RN), para formar el Partido Demócrata, y negociaron con ARENA el ‘Pacto de San Andrés’. Luego salieron los Renovadores de Facundo Guardado, años más tarde los que formarían el FDR, y de último el grupo de Héctor Silva. Siempre fueron divisiones de cúpula, y el FMLN restante, que en esencia es el Partido Comunista, se quedó con la marca y con las bases. Un bloque socialdemócrata, que hubiera podido disputar al FMLN la representación de la izquierda, nunca se articuló.

El FMLN actual es esencialmente la refundación del Partido Comunista, superando las división entre FPL y PC que en los años 70 se había dado sobre la cuestión de la lucha armada. No es casualidad que en el FMLN depurado surgiera como figura principal Schafik Handal, el líder del PC, y que las cabezas restantes de las FPL, Medardo González y Salvador Sánchez Cerén, se ven como discípulos de él.

Y ahí regreso a las coincidencias con Manuel Hinds: El FMLN actual busca remover los obstáculos que le impiden perpetuarse en el poder – y en este momento la barrera principal es la consolidación de órganos del Estado independientes, que defienden la Constitución. El FMLN estaba bien contento con la herencia de ARENA: un Estado con órganos corruptos o corruptibles; y toda su ira se concentra contra la Sala, que rompió con este esquema, y contra una ciudadanía que logró arrastrar a ARENA, ya en oposición, a comprometerse con la institucionalidad

(El Diario de Hoy)


sábado, 17 de diciembre de 2016

Carta a trabajadores y empresarios: No se dejen manipular

Estimados amigos:
Vamos mal en el pleito sobre el salario mínimo. El mínimo que necesitan ganar los trabajadores en las distintas ramas -agricultura, industria, maquila, comercio, servicios- no lo debe dictar el gobierno, sino ustedes: trabajadores y patrones. Es difícil, pero se puede, se hace en muchos países. Es la única manera de evitar que los gobiernos de turno jueguen con los más sentidos intereses de ambos: la necesidad de los trabajadores de un sueldo digno que les permite sostener su familia; y la necesidad de las empresas de ser productivas y rentables.

Precisamente esto está haciendo el gobierno del FMLN. Aprovechando la poca institucionalidad de los sindicatos, lograron manipular la elección de sus representantes en el Consejo del Salario Mínimo. E inmediatamente pusieron a este Consejo manipulado, en el cual ni siquiera como gobierno deberían tener voto, a sacar un acuerdo para aumentar los salarios mínimos a espalda de los empleadores. Resultado: Poner a los dos factores de la productividad del país -trabajadores y empresarios- a pelear entre ellos. Obviamente esto es parte central de su campaña electoral: quitarse la presión de los trabajadores y ponerlos en conflicto con el sector privado.

La exigencia de ustedes, los trabajadores, a que desaparezcan los salarios de hambre, son legítimas. Es un grave error de las gremiales empresariales de defender estos salarios y cerrarse a un aumento. De todos modos, muchas empresas líder pagan mucho más que el salario mínimo miserable.

Pero igual es legítima la preocupación de muchos empleadores, sobre todo los medianos y pequeños en ramas con poca productividad y poca capacidad de inversión, por la rentabilidad de sus empresas y la seguridad de los puestos de trabajo que han creado.

Por esto elevar el salario mínimo tiene que ser resultado de acuerdos entre trabajadores y empresarios, no de imposiciones del gobierno y sus intereses electorales. Los empresarios conocen las necesidades de sus empleados, y los trabajadores entienden perfectamente las limitaciones de sus empresas. De una negociación entre ambos, sin interferencia del gobierno y sobre todo del partido FMLN, tiene que surgir la solución que no pone en peligro la economía familiar de unos, pero tampoco la economía empresarial de los otros.

Pero ambas economías -la familiar de los trabajadores, como la empresarial de los patrones- no dependen solamente de los salario mínimos. Dependen de un montón de cargas que agravan a ambos, trabajadores y empresas: los nuevos impuestos que impusieron los gobiernos del FMLN; los costos de seguridad, debido a que el gobierno no cumple su función de garantizar la paz social; costos adicionales en transporte, salud y educación, porque los servicios públicos no sirven. Las empresas, además, cargan con altísimos costos de energía, debido al fracaso de la política energética de los últimos tres gobiernos.

Juntos empresarios y trabajadores deberían retar al gobierno a reducir estas cargas adicionales, tanto a los trabajadores como a las empresas. Si las empresas no tuvieran que cargar con tanto impuesto, costos de energía tan elevados, y con los inmensos costos directos e indirectos de seguridad, perfectamente podrían pagar salarios más altos sin poner en riesgo su rentabilidad y su capacidad de inversión.

En vez de caer en la trampa del gobierno de querer poner a pelear, de aquí a las elecciones, a los trabajadores contra los empresarios, ambos sectores deberían ponerse acuerdo de cómo obligar al gobierno a crear las condiciones para que nuestra economía, sus empresas y fuerza laboral adquieran más productividad – y en consecuencia mejores empleos con mejores salarios.

Nadie debe estar condenado de vivir con salarios que no cubren la canasta básica. Mucho menos cuando al mismo tiempo tienen que gastar todos los días horas extra en el transporte y dinero extra en la educación, la salud y la seguridad que el gobierno no garantiza. Pero tampoco las empresas más débiles deberían verse obligados a despedir gente o incluso cerrar, por decisiones y condiciones desfavorables que el gobierno impone.

Sólo si trabajadores y empresarios encuentran acuerdos racionales, nuestra economía puede volver a desplegar su potencial. Olvídense del gobierno y de la política y comiencen una concertación directa.

Saludos,

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(MAS!/El Diario de Hoy)

 

viernes, 16 de diciembre de 2016

Columna transversal: Robo es robo

Todo el mundo habla de corrupción. Detrás de la palabra corrupción se esconden todos los delitos donde un funcionario público consigue beneficios personales, aprovechándose de su cargo. La gama de actos de corrupción va de robar dinero del Estado hasta recibir sobornos para favorecer a terceros, o cobrar comisiones sobre contratos del Estado.


Cuando un funcionario se apropia de fondos públicos, los juristas hablan de malversación de fondos o de peculado. Pero estos son términos técnicos y jurídicos para un hecho simple que hay que llamar por su nombre: robo. Si las acusaciones contra Tony Saca y su secretario privado Elmer Charlaix se comprueban, nos seguirán hablando de malversación o peculado, pero de hecho habrán cometido un robo al Estado. O sea, a nosotros. Y así hay que llamarlo.

La otra forma de corrupción que un funcionario puede cometer es apropiarse de fondos de terceros, normalmente de empresas. El funcionario lo puede hacer cobrando comisión sobre un proyecto público. Ahí nos van a hablar de negociación ilícita: Yo te consigo el contrato (para diseñar,  ejecutar o supervisar) un proyecto de construcción, o yo te consigo la concesión de un servicio – y tú me vas a dar a mí un porcentaje del monto que cobrás al Estado. Los juristas van a pelear si este delito es cohecho, tráfico de influencia, negociación ilícita, o la combinación de todos, pero en el fondo siempre es un vil soborno: alguien compra la voluntad del presidente, ministro o funcionario con poder, para beneficiarse del Estado y sus fondos.

Igual es soborno cuando alguien paga al funcionario para que no le sancione, no le investigue, o para que tome ciertas decisiones que le favorecen económicamente. Lean las noticias sobre el caso del exfiscal Luis Martínez, y entenderán qué es soborno… Está acusado de cobrar soborno a Enrique Rais y a Mauricio Funes para manipular la justicia. Y a saber a quiénes más…

En todos estos casos de soborno, el funcionario se enriquece de fondos privados (a menos que el que compra la voluntad del funcionario corrupto es otro funcionario, como en el caso del pago mensual que los presidentes Funes y Sánchez Cerén hicieron llegar al exfiscal Luis Martínez según dijo). Pero aunque el soborno salga del bolsillo privado, siempre hay un daño directo al Estado. Para pagarle a un ministro de Obras Públicas 10 o 15 % de comisión sobre proyectos de construcción, antes tienen que inflar los costos. O cuando sobornan a un funcionario para que no investigue delitos económicos, o para no sancionar empresas que cometieron faltas, el Estado deja de percibir ingresos.

Usualmente el costo colateral de la corrupción es mucho más alto que el costo directo del soborno: El presidente Funes habrá usado tal vez 1 millón de fondos públicos para sobornar al fiscal Luis Martínez para que inicie una persecución jurídica contra la empresa italiana ENEL y contra un grupo de exfuncionarios de ARENA – pero el daño que esto hizo a las finanzas de la CEL, de la GEO y del Estado es mil veces más grande que la suma que Funes ilegalmente y presuntamente pagó a Luis Martínez.

Llegamos al tema de los sobresueldos. Lo que Funes y Sánchez Cerén presuntamente pagaron a Luis Martínez no es sobresueldo. Es un vil soborno. Casa Presidencial no tiene nada que ver con el sueldo de un fiscal (o magistrado, o diputado, o cualquier otro funcionario de un órgano del Estado que por Constitución debe ser independiente del Ejecutivo). Se trata de soborno la compra de voluntad de un funcionario cuyo deber es controlar al gobierno, es un acto anticonstitucional. Igual será si en algún momento se comprobaría que desde los maletines negros de la presidencia se han comprado diputados, con el fin de que abandonen la oposición y voten en favor del gobierno.

El término de sobresueldo solo aplica cuando el que paga el salario de un funcionario paga algo extra. Puede ser una forma de atraer a profesionales que fuera del gobierno ganan más que el salario asignado en el servicio público. Pero puede ser también una forma de comprar silencio y complicidad de un funcionario. En este caso también es soborno.

¿En qué categoría cae la práctica de la Asamblea de otorgar donaciones a fundaciones o asociaciones, de las cuales se benefician ciertos diputados o sus familiares (como en el caso de Guillermo Gallegos), o sus partidos? Puede ser que hubo negociación ilícita, puede ser que hubo financiamiento ilícito de partidos, puede ser que hubo malversación de fondos. Depende de lo que arrojen las investigaciones que deberían hacerse en todos estos casos. Pero no nos dejemos enredar en terminología jurídica: es otra forma de robo y de soborno.

La palabra que más suena en el contexto de la corrupción es enriquecimiento ilícito, por una simple razón: la actual lucha contra la corrupción no nace en la fiscalía, sino en la Sección Probidad de la Corte Suprema. Y su vehículo jurídico es la Ley Contra el Enriquecimiento Ilícito. Pero ya sabemos que detrás de este término jurídico siempre hay un robo o un soborno. Repito: Hay que llamar las cosas por su nombre.
(El Diario de Hoy)

jueves, 15 de diciembre de 2016

Carta: Viendo mis fotos de El Mozote, 35 años después

Este texto lo publiqué en facebook hace dos años. Algunas cosas hay que decirlas repetidamente para que no nos olvidemos de dónde venimos para entender qué lejos hemos llegado, a pesar de todo.

Por todas partes en las redes sociales, blogs y otras publicaciones en Internet me encuentro, en estos días, fotos que tomé en diciembre del 1981, en El Mozote en Morazán. Fotos que todavía, 33 años después, me roban el sueño. Recién había salido del Frente Nororiental de Morazán, poco antes del operativo militar que iba a borrar del mapa varios cantones, con casi toda su población. Junto con las primeras noticias de la masacre, recibí la instrucción de llevar, a como diera lugar, a la prensa internacional a El Mozote. Fui a San Salvador para hacer los contactos con los corresponsales internacionales. Nadie daba mucha credibilidad a la denuncia difundida por Radio Venceremos, porque al principio la radio tampoco tuvo reportes muy precisos, ya que su equipo había salido de la zona para evadir el operativo. Mientras yo estuvo en San Salvador tratando de convencer al New York Times y al Washington Post que mandaran a sus reporteros, Santiago y otros de la RV ya se movilizaban de Usulután para el norte de Morazán, y nos reportaron que el Atlacatl  se estaba retirando. Los reporteros no querían pasar por San Salvador, por razones de seguridad, así que había que organizar su entrada a Morazán vía Tegucigalpa.

Llegué a tiempo a Morazán para recibir a los colegas, entre ellos Alma Guillermoprieto del Washington Post, mi amiga Susan Meisalas, quien tomaba fotos para Magnum, y Ray Bonner del New York Times. Los compañeros de la Venceremos habían llegado unos días antes.

La firma del Atlacatl
 Nunca olvidaré el momento que al fin llegamos a El Mozote. En el camino ya habíamos pasado por Arambala, convertido en pueblo fantasma, en ruinas, sin gente. Pero en Arambala no había cadáveres, por lo menos no de humanos. La población había hecho caso a la guerrilla y evacuado sus lugares antes de que llegara el Atlacatl. Al acercarnos a El Mozote, ya vimos el cielo lleno de zopilotes volando en círculos sobre el  poblado. Además ya sabía que ahí habían matado a mucha gente. Sin embargo, ni la información previa, ni los zopilotes me prepararon para lo que encontramos: cadáveres quemados, calcinados, dentro de las casas, la capilla y la mayoría de las casas destruidas. Las pertenencias de las familias regadas alrededor de las casas. En las pocas casas intactas todo parecía indicar que sus habitantes ya iban a regresar: había comida en las cocinas, los juguetes en el suelo, las hamacas tendidas…

Ray Bonner, quien vino a Morazán muy escéptico, pensando que nuestras informaciones sobre la masacre eran propaganda, o por lo menos exageraciones, lloró al ver estas escenas.

la huella del Atlacatl
Para no pensar mucho y no paralizarme, comencé a tomar fotos. Rollos enteros. Las fotos más tristes de mi carrera de reportero. Ya había visto muertos, soldados y guerrilleros caídos, civiles asesinados en los 11 meses de haber llegado a El Salvador. Pero esto en Mozote era otra cosa. Fue este día que me di cuenta que esta guerra iba a durar mucho, que por el momento no había paso atrás en la escalada. Fue este día que dejé de ver esta guerra desde un punto de vista externo, como testigo, como internacionalista, como periodista. Este día en El Mozote la guerra se hizo personal, se hizo mía.

A los días, visitando los otros caseríos donde tuvo lugar la masacre, buscando sobrevivientes y testigos, removiendo escombros, tomamos conciencia del alcance de la masacre. Habían asesinado casi mil civiles. Ahí no hubo combate. Las fuerzas guerrilleras no estaban ni cerca de El Mozote cuando llegó el Atlacatl.

Años después, al jefe del Atlacatl, el coronel Domingo Monterrosa, le llegó la justicia. Cayó en la trampa mortal, llevando en su helicóptero supuestamente al trofeo más grande de su carrera, el transmisor de la Venceremos – pero en verdad la bomba que lo iba a matar. Este día 23 de octubre del 1984, yo logré poner punto final a la historia de la masacre del El Mozote. La guerra, sin embargo, duró otros 7 años más, hasta que el 31 de enero del 1991, en Nueva York, se firmó el cese al fuego.

La paz, la reconstrucción, la reconciliación, la democracia, las nuevas libertades…todo esto me hizo hacer la paz con los recuerdos feos de la guerra, como los del El Mozote. Pero son imborrables. En estos días, cuando veo nuevamente publicadas las fotos que yo mismo tomé, me sirven para tomar conciencia de que venimos de donde asustan, y que a pesar de todas las deficiencias y frustraciones de la postguerra, hemos llegado muy lejos en la construcción de la democracia.


No olvidemos y sigamos adelante…


44298-firma-paolo
(MAS!/El Diario de Hoy)