No pudiste resistir. Bienvenido al ring.
Ahora todo el mundo discute si tu candidatura tiene sentido, especulando si puedes llegar a la segunda ronda o no. Así ha sido el guión de las primeras entrevistas que te hicieron como candidato. Pero es inútil mientras no sepamos si Bukele corre o se queda afuera. Son dos escenarios muy diferentes.
Te voy a decir por qué me encanta que te lanzaste. Con vos en el ring, la campaña electoral será menos aburrida. Con un candidato que habla sin pelos en la lengua y además de manera muy concreta, terrestre y no abstracta, y que además no tiene un guión ideológico y sabe improvisar, todos los demás van a tener que modificar sus discursos – no necesariamente sus contenidos, pero sí su forma de dirigirse al salvadoreño de a pie. Esto es ganancia. Me tiene sin cuidado que navegás con la bandera de GANA. Ciertamente no me simpatiza GANA, pero a vos tampoco. Vos sos Will. Vos entrás como macho sin dueño, y esto es tu principal arma. Aunque estemos claros: En el camino tendrás que hacer alianzas. La postura de macho sin dueño es simpática y útil, y nadie la sabe explotar mejor que vos – pero en una carrera presidencial nadie llega a la meta sin asumir compromisos.
Sin embargo, la entrada de un macho sin dueño dinamiza el debate político, mucho más que la entrada de Bukele. Lo voy a poner de otra manera: Todos, sin excepción, van a pescar en el mar de los desencantados y frustrados. Hugo Martínez y Carlos Calleja llegaron a la candidatura prometiendo nuevas formas de hacer política, aunque hasta la fecha han quedado en generalidades, sin concretizar. El partido Vamos nació para movilizar a los que no se identifican con los partidos tradicionales, pero aunque (y tal vez porque) su candidato Josué Alvarado es una persona buena, creíble y decente, le faltan el ñeque y la malicia para conectar con los resentimientos. Bukele se presenta como el redentor, pero su problema es que su discurso y su personalidad son destructivos. Es demasiado evidente que quiere movilizar el descontento, pero para deslegitimar el sistema democrático institucional, no para fortalecer y corregirlo. Le traiciona su ambición de poder, que no cabe en este sistema.
En esto venís vos: el macho sin dueño, que sí sabe conectar con el descontento que existe en la población, pero que ofrece soluciones: “Yo puedo resolver. Yo puedo poner orden. A mi nadie me va a mangonear.” A lo mejor son soluciones demasiado simples, a lo mejor no funcionarán. Pero lo positivo es que al fin hay alguien que puede captar el descontento, pero sin llevarlo a la antipolítica, a confrontaciones estériles, a actitudes antisistema. Enhorabuena.
Lo positivo es que vas a obligar a los otros candidatos a aterrizar. Será más difícil para Hugo Martínez, porque su partido le deja menos espacio para moverse. Será más fácil para Carlos Calleja. No pueden seguir hablando de cambios y visiones abstractas, mientras vos estás ofreciendo soluciones simples. Ganancia para la competencia democrática.
Un ejemplo: Mientras los otros candidatos, por miedos entendibles, tocan el problema de la inseguridad con guantes de seda y discursos abstractos, vos te lanzás diciendo: “Yo lo arreglo, tengo formación militar.” Vos sabés, igual que yo, que el problema no tiene solución militar. Pero tal vez sos el más indicado para pensar fuera del cajón y llegar a decir: “Es importante topar al adversario, pero pensando como militar sé que, una vez que lo topamos, hay que dejarle una salida.”
Tal vez te toca a vos romper el tabú y, basado en firmeza, ofrecer el diálogo y la paz. Tal vez este será tu aporte: obligar a discutir el tema seguridad de manera realista y audaz.
Nosotros dos nunca vamos a terminar compartiendo el mismo proyecto político. Pero sí compartir debates.
Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)