Desde que el
gobierno, en el año 2013, decidió regresar a la política de mano dura, las
pandillas no han podido expresarse dentro del debate nacional sobre la violencia
y la seguridad. Desde junio del 2013, el gobierno no ha permitido que
periodistas entren a los penales para entrevistar a los voceros de las
pandillas. Y entrevistar a los que coordinan las pandillas en la calle resulta
muy complicado.
La sociedad
sigue debatiendo, pero sin conocer nada sobre lo que se piensa en el mundo de
las pandillas. En esta situación, tomé la iniciativa de confrontar a un vocero
de las pandillas con cinco preguntas que todos nos hacemos. Por razones obvias,
no puedo revelar su identidad, pero puedo asegurar que es un vocero representativo
para expresar el estado de discusión entre las tres principales pandillas. Aquí
sus respuestas.
1: ¿Ustedes
están en guerra con el estado y sus fuerzas?
No. Las pandillas no estamos en guerra, ni con el estado, ni
con su fuerza de seguridad, llámese ejército o policía.
El gobierno quiere convencer a la gente que está combatiendo
la violencia. Quieren hacer creer de que está en guerra frontal con las
pandillas, para justificar su deficiencia en la forma de gobernar y de
enfrentar los problemas que causan la marginación y la violencia.
El FMLN invita a las pandillas a una guerra abierta, para
podernos eliminar - pero nosotros no aceptamos esta provocación. Reiteramos lo
que hemos dicho en incontables ocasiones: No buscamos la guerra, sino el
diálogo. Una guerra significaría que tendríamos que reclutar más soldados,
hacernos de más armamento – y todo esto solo podríamos financiar con más
delincuencia, más extorsiones. Sabemos que el pueblo ya no quiere más guerra,
más sacrificios.
2: ¿Se mantiene
la tregua entre pandillas o regresaron a la guerra entre pandillas?
La tregua entre pandillas se mantiene. Es una realidad desde
marzo del 2012. Lo que ha cambiado es que el Estado, que en 2012 facilitó la tregua,
ahora la condena y la quiere destruir. La tregua sigue siendo una realidad y un
compromiso nuestro. Las pandillas pueden tener diferencias entre ellas, pero hemos
abandonado por siempre la guerra frontal entre nosotros. Sabemos del impacto y
daño que la guerra entre las pandillas tuvo en nuestras comunidades, y sigue
siendo un compromiso de nosotros hacia la sociedad salvadoreña nunca revivirla.
Hay conflictos entre pandillas, pero hacemos lo que podemos para controlarlos.
Y sobre todo, a no afectar a la población y las comunidades.
¿Por qué debo
creerles a ustedes esta última afirmación?
Bueno, solo revise las estadísticas. Nosotros anunciamos
esto en Semana Santa, y a partir de abril los homicidios han bajado. El
gobierno dice que es por la eficiencia combativa de la PNC, pero es por nuestra
voluntad y disciplina.
3: En Semana
Santa 2016 las pandillas anunciaron su compromiso de suspender actividades
ofensivas contra civiles y contra la PNC. Entonces, por qué cada día hay entre
10 y 15 homicidios y cada mes hay policías y soldados muertos? ¿Quiénes son los
responsables de estas muertes?
Los muertos tienen diferentes causas. Primero los disque
enfrentamientos entre la policía y miembros de pandillas. La mayor parte de los
enfrentamientos los proyectan en los medios de manera falsa. Son operativos
diseñados para eliminar. En los casos que realmente hay intercambio de disparos,
son hechos aislados, en los que prevalece el deseo de supervivencia de las
personas al verse acorralada a punto de ser asesinada por los cuerpos de
seguridad.
Otra fuente de homicidios son las acciones perpetradas por
grupos de exterminio, que ya han quedado evidenciados y retomados por algunos
medios. Hay grupos de exterminio que no están en sintonía o sincronización con el
gobierno y la PNC, y son los que han sido capturados y acusados. Pero hay otros
que siguen la línea del gobierno (y en muchos casos del partido FMLN, en su
expresión local), y estos operan con toda la impunidad.
4:
¿Cuál es el impacto de medio año de
medidas extraordinarias del gobierno? ¿Impacto sobre las pandillas, sobre los
privados de libertad, y sobre las comunidades?
Profundizan el conflicto y buscan atomizar a las pandillas,
volverlas menos organizadas, o sea en ultima instancia más impredecibles.
Nosotros detectamos esto y tenemos la capacidad de no permitirlo.
Las ejecuciones sumarias y los operativos que quieren
provocar enfrentamientos claro que nos afectan, pero no de la manera como el
gobierno piensa o quiere. No han destruido nuestra capacidad de mando y
coordinación.
Con los privados de libertad lo que han hacen las medidas
extraordinarias es violentar más aún sus derechos humanos. La Sala de lo Constitucional
había dicho que el hacinamiento desde hace 20 años es inconstitucional, y ahora
las medidas extraordinarias en los penales vuelve aun más dramática la
situación en los penales, con consecuencias graves sobre la salud de los
internos.
Lo que las comunidades están viviendo no es que el Estado esté
retomando su responsabilidad en cuanto a educación, salud, creación de oportunidades,
prevención… El Estado ha regresado a las comunidades, pero sólo en su dimensión
represiva.
Nuestros niños perciben un escenario de guerra, en un país que
dice estar en paz. No hay empleo, no hay salud, no hay respeto para las
comunidades marginales. Mientras esto sigue así, la violencia va a seguir
reproduciéndose, por más presencia policial o militar que haya.
5: Ustedes
siguen hablando de su disposición al diálogo para reducir la violencia. ¿Que
esperan del gobierno?
La disposición de un diálogo para la reducción de la
violencia. Una salida de la violencia es posible al involucrarse todas las
fuerzas vivas de este país - no como se está haciendo en el Consejo de
Seguridad y Convivencia Ciudadana, que es dominado por el gobierno. Se necesita
un Consejo independiente y representativo que fiscaliza las acciones del
gobierno. Tenemos que ser más sensatos y crear espacios de diálogo, donde los
que participan no son cómplices del gobierno. Hay que incluir representantes independientes
de la sociedad, de las universidades, de la empresa privada, de las Iglesias, que
realmente estén interesados en encontrar salidas no violentas a un conflicto que
es social.
Del
gobierno como tal lo que esperamos que gobierne: brindar a las comunidades servicios
de salud, educación, cultura, deporte; crear oportunidades, invertir en el
mejoramiento de las comunidades. Si realmente quieren hacer esto, sin que se
convierta en parte de la estrategia policial o militar de represión, van a
encontrar en las pandillas los mejores aliados en las comunidade