Estimado “un político menos”:
Cuando vos en tu campaña
electoral prometiste transparencia, duela a quien duela, muchos dijeron:
este es otro vivo que al llegar a la Asamblea va a ser “un político
más”. Se equivocaron.
Vos solito destapaste la práctica de los
partidos de llenar la Asamblea con plazas, algunas fantasmas, otras de
carácter partidario, todas sin un régimen estricto de transparencia y
profesionalismo. Y lo destapaste sabiendo que todos los partidos,
incluyendo el tuyo, iban a quedar señalados.
Ahora muchos,
incluyendo tu partido ARENA, te critican y atacan. No importa: hiciste
un gran favor a la institución de la Asamblea, obligándola a revisar
estas prácticas oscuras de repartición de plazas a los partidos. Y en tu
partido, aunque ahora muchos te odian por haber roto el manto de
silencio y complicidad, pronto se darán cuenta que gente como vos están
restableciendo la confianza en la política - y en el partido.
Un
partido que llevó a la Asamblea a gente nueva que se niega a poner la
ciega disciplina y conveniencia partidaria encima de la ética puede
volver a conectar con la ciudadanía y sus aspiraciones. Tiene futuro un
partido que, aunque a algunos les cueste mucho, tiene suficiente
amplitud, pluralismo y tolerancia para tener entre sus diputados -¿y por
qué no entre sus futuros dirigentes?- a hombres y mujeres con
independencia de criterio, valor de disentir y fidelidad a principios.
Johnny
Wright hizo mucho más por la credibilidad de su partido que todas las
“camisetas sudadas” juntas cuando se negó a votar “unánimemente” por el
fiscal general pactado con el FMLN y GANA.
Neto Muyshondt pagó un
alto costo político, incluso dentro del partido, cuando enfrentó con
valentía la acusación de haber buscado un pacto con las pandillas. Pero
Neto, defendiendo la posición impopular de que “es legítimo dialogar con
pandilleros” cuando se trata de defender la libertad del voto, a la
larga aportó mucho más a la credibilidad del partido que todos los
hipócritas que prefirieron dejarlo solo y colgado de la brocha -
solamente por la presión de la opinión pública.
Y a vos Juan,
destapador de los lados oscuros de la Asamblea y de los partidos, aunque
ahora te critican, mañana te van a reconocer como la cara nueva -la
buena- de tu partido.
Solo te pido que tengas cuidado: el asunto
de la corrupción en la Asamblea y en los partidos se presta para manejos
peligrosos de corte populista. Hay que saber cómo destapar la
corrupción sin abonar a las consignas de la antipolítica: que los
partidos ya no sirven; que todos los diputados son corruptos; que la
política es mala.
Nunca hemos tenido más urgencia de buena
política y buen parlamentarismo. Nunca hemos tenido más urgencia de la
renovación de los partidos. No es cierto que no vale la pena invertir en
una buena Asamblea, con asesores de calidad profesional, con equipos de
análisis económico, social o de seguridad… Lo que hay que erradicar es
la arbitrariedad, la repartición partidaria de plazas y la inflación de
plazas fantasmas.
Seguí criticando y proponiendo y al rato la ciudadanía y tu partido te van a respaldar.
Saludos, Paolo Lüers