Está en sus manos la institucionalidad del país. De ustedes depende si vamos a tener una Corte Suprema que funcione y garantice seguridad jurídica a ciudadanos, empresas e inversionistas. O si a partir de julio tendremos un caos que afectaría a todos..
Para este tipo de crisis siempre hay una solución ideal y otra práctica y pragmática. Ahora, por culpa de ustedes, ya no hay tiempo para la solución ideal, que sería: Componer una Corte Suprema integrada por magistrados independientes, representativos no de partidos sino de las principales corrientes de pensamiento jurídico y constitucionalista.
Pero los ciudadanos ya ni siquiera estamos exigiéndoles esto. Nos hicimos realistas, ya no esperamos soluciones ideales. Es una lástima y no habla bien del país, pero así es. Entre no tener Corte y tener una Corte mediocre (con algunos magistrados buenos y otros malos; algunos honestos e independientes y otros corruptos y partidizados), es mejor tener una Corte igual de mediocre que la actual y las anteriores. Ni modo. Ya estamos acostumbrados...
Desde esta resignación, les hago el llamado de no perder más tiempo: La única solución realista es que ustedes, los dirigentes del FMLN y ARENA, se pongan de acuerdo a ratificar a todos los magistrados electos en el 2006 y en el 2012. Si esto incluye la designación del Dr. Ovidio Bonilla como presidente de la Corte y de la Sala de lo Constitucional, así sea. Se las tendrá que arreglar con sus cuatro colegas en la Sala, incluyendo a Jaime Belarmino.
Es cierto: El país perderá la ilusión de avanzar hacia una mejor Corte. Pero nadie perdería la cara: ni los cuatro magistrados que quedan en la Sala; ni los magistrados que ejercen desde el 2006; ni los nuevos magistrados elegidos en el 2012. No pierden la cara ni los partidos que respaldaron estas elecciones, ni los partidos que respaldaron las sentencias de inconstitucionalidad contra estas elecciones. Unos habrán logrado preservar la independencia de la Sala de lo Constitucional. Los demás habrán logrado imponer a sus candidatos para la renovación del 2012. Nadie podrá gritar victoria ni llorar derrota... Unos renuncian al recurso en la Corte Centroamericana, otros renuncian a la idea de comenzar de cero la selección de magistrados.
Los ciudadanos aceptaríamos este pacto. No con entusiasmo, pero con la satisfacción de ver que las dirigencias partidarias, en vez de provocar una crisis profunda, pueden tomar decisiones pragmáticas. Es más, los ciudadanos tendrán que pronunciarse exigiendo una solución de este tipo.
Saludos, Paolo Lüers
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