Todo sabe que vos tendrás que ser el ministro de Cultura, si realmente queremos apostar a la cultura como motor de nuestro desarrollo.
Aparte de que vos no querés dejar lo que estás haciendo exitosamente como director de teatro en Europa y dirigiendo el Teatro Luis Poma, el problema es que han reducido Concultura en una dependencia de la Presidencia, en vez de darle mas autonomía y más peso. Con las consecuencias fatales que hemos visto con el despido de Breni Cuenca, quien se negó a permitir que el presidente y su esposa intervinieron en su trabajo.
Claro que vos no puedes repetir el mismo error de Breni Cuenca y aceptar convertirte en el secretario de Cultura de la Presidencia. Como dijo Breni luego de su sustitución por el presidente: “La cultura no debe estar tan cerca del poder...”
Pero vos, Robbie, tenés la solvencia de exigir que se crea un Ministerio de Cultura, con peso, con autoridad y con autonomía suficientes para desarrollar una política de cultura del Estado, del país - no del gobierno o del presidente de turno.
La alternativa es: O tendremos un secretario de Cultura dispuesto a dejarse mangonear por las ambiciones personales y políticas de la pareja presidencial. Por que el que ahora acepte este cargo sabe que este es el papelón que le espera. O presionemos todos al gobierno que separe Cultura del juego del poder y cree un Ministerio de Cultura como el país merece. Y que le encarguen su construcción a alguien con tu prestigio e independencia.
Saludos, Paolo Lüers
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