sábado, 12 de abril de 2025

This Is Why Dictatorships Fail / Es por esto que fallan las dictaduras. De Ann Applebaum

 

Ann Applebaum es una historiadora estadounidense, especializada en la génesis de regímenes autocráticos. Su último libro Atocracy.Inc / Autocracia.SA ha sido en bestseller. Applebaum escribe en Atlantic y vive en Polonia con su esposo, quien es canciller de este país.

[Vea abajo la traducción al español de este artículo.]



This Is Why Dictatorships Fail

The authors of the Constitution separated powers for a reason.

By Anne Applebaum

 

APRIL 10, 2025, 11:05 AM ET / ATLANTIC


He blinked. But we don’t really know why.

Whether it was the stock market cascading downward, investors fleeing from U.S. Treasury bonds, Republican donors jamming the White House phones, or even fears for his own portfolio, President Donald Trump decided yesterday afternoon to lift, temporarily, most of his arbitrary tariffs. This was his personal decision. His “instinct,” as he put it. His whim. And his decision, instinct, or whim could bring the tariffs back again.

The Republicans who lead Congress have refused to use the power of the legislative branch to stop him or moderate him, in this or almost any other matter. The Cabinet is composed of sycophants and loyalists who are willing to defend contradictory policies, even if doing so makes them look like fools. The courts haven’t decisively intervened yet either. No one, apparently, is willing to prevent a single man from destroying the world economy, wrecking financial markets, forcing this country and other countries into recession if that’s what he feels like doing when he gets up tomorrow morning.

This is what arbitrary, absolute power looks like. And this is why the men who wrote the Constitution never wanted anyone to have it. In that famously hot, stuffy room in Philadelphia, windows closed for the sake of secrecy, they sweated and argued about how to limit the powers of the American executive. They arrived at the idea of dividing power between different branches of government. As James Madison wrote in “Federalist No. 47”: “The accumulation of all powers, legislative, executive, and judiciary in the same hands … may justly be pronounced the very definition of tyranny.

More than two centuries later, the system created by that first Constitutional Congress has comprehensively failed. The people and institutions that are supposed to check executive power are refusing to restrain this president. We now have a de facto tyrant who thinks he can bend reality to his will without taking any facts or any evidence into consideration, and without listening to any contrary views. And although the economic damage he has caused is easier to measure, he has inflicted the same level of harm to scientific research, to civil liberties, to health care, and to the civil service.

From this wasteful and destructive incident, one useful lesson can be drawn. In recent years, many people who live in democracies have become frustrated by their political systems, by the endless wrangling, the difficulty of creating compromise, the slow pace of decisions. Just as in the first half of the 20th century, would-be authoritarians have begun arguing that we would all be better off without these institutions. “The truth is that men are tired of liberty,” said Mussolini. Lenin spoke with scorn about the failings of so-called bourgeois democracy. In the United States, a brand-new school of techno-authoritarian thinkers find our political system inefficient and want to replace it with a “national CEO,” a dictator by a different name.

But in the past 48 hours, Donald Trump has just given us a pitch-perfect demonstration of why legislatures are necessary, why checks and balances are useful, and why most one-man dictatorships become poor and corrupt. If the Republican Party does not return Congress to the role it is meant to play and the courts don’t constrain the president, this cycle of destruction will continue and everyone on the planet will pay the price.

* * *



Es por esto que fracasan las dictaduras

Los autores de la Constitución separaron los poderes por una razón


Por Anne Applebaum

10 de abril de 2025, 11:05 a. m. ET / Atlantic


Parpadeó. Pero en realidad no sabemos por qué.

Ya sea por el colapso del mercado de valores, los inversionistas huyendo de los bonos del Tesoro de EE. UU., los donantes republicanos saturando las líneas telefónicas de la Casa Blanca, o incluso por miedo a su propio portafolio, el presidente Donald Trump decidió ayer por la tarde levantar, temporalmente, la mayoría de sus aranceles arbitrarios. Fue una decisión personal. Su “instinto”, como él lo expresó. Su capricho. Y su decisión, instinto o capricho podría hacer que los aranceles regresen de nuevo.


Los republicanos que lideran el Congreso se han negado a usar el poder del poder legislativo para detenerlo o moderarlo, en este o en casi cualquier otro asunto. El gabinete está compuesto por aduladores y leales dispuestos a defender políticas contradictorias, incluso si al hacerlo quedan como tontos. Los tribunales tampoco han intervenido de manera decisiva. Al parecer, nadie está dispuesto a evitar que un solo hombre destruya la economía mundial, arruine los mercados financieros, y lleve a este país y a otros a una recesión si eso es lo que decide hacer mañana por la mañana.


Así es como se ve el poder absoluto y arbitrario. Y por eso los hombres que redactaron la Constitución nunca quisieron que nadie lo tuviera. En aquella famosa sala calurosa y sofocante de Filadelfia, con las ventanas cerradas por motivos de confidencialidad, sudaron y debatieron sobre cómo limitar los poderes del poder ejecutivo estadounidense. Llegaron a la idea de dividir el poder entre distintas ramas del gobierno. Como escribió James Madison en el “Federalista N.º 47”: “La acumulación de todos los poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, en las mismas manos… puede con razón ser considerada la definición misma de tiranía.”


Más de dos siglos después, el sistema creado por ese primer Congreso Constitucional ha fracasado de forma total. Las personas e instituciones que deberían controlar el poder ejecutivo se niegan a frenar a este presidente. Ahora tenemos un tirano de facto que cree que puede doblar la realidad a su voluntad sin tener en cuenta hechos ni evidencia alguna, y sin escuchar opiniones contrarias. Y aunque los daños económicos que ha causado son más fáciles de medir, ha infligido un nivel similar de daño a la investigación científica, las libertades civiles, el sistema de salud y el servicio público.


De este incidente tan destructivo y costoso se puede extraer una lección útil. En los últimos años, muchas personas que viven en democracias se han sentido frustradas con sus sistemas políticos, por los interminables conflictos, la dificultad de llegar a compromisos y el ritmo lento de las decisiones. Tal como ocurrió en la primera mitad del siglo XX, aspirantes a autoritarios han comenzado a argumentar que estaríamos mejor sin estas instituciones. “La verdad es que los hombres están cansados de la libertad”, dijo Mussolini. Lenin hablaba con desprecio de los fallos de la llamada democracia burguesa. En Estados Unidos, una nueva escuela de pensadores tecno-autoritarios considera ineficiente nuestro sistema político y quiere reemplazarlo con un “CEO nacional”, un dictador con otro nombre.


Pero en las últimas 48 horas, Donald Trump nos ha ofrecido una demostración perfecta de por qué los poderes legislativos son necesarios, por qué los pesos y contrapesos son útiles, y por qué la mayoría de las dictaduras unipersonales se vuelven pobres y corruptas. Si el Partido Republicano no devuelve al Congreso el rol que está destinado a desempeñar, y si los tribunales no limitan al presidente, este ciclo de destrucción continuará y todos en el planeta pagarán el precio.

miércoles, 9 de abril de 2025

Carta: Extradiciones y deportaciones - lo que está en juego para Bukele en los líos de Trump. De Paolo Luers (capítulos 21 y 22 de DOBLE CARA / LIBRO II)

 

"De la batalla legal y política que ha desatado Trump con los vuelos al CECOT y su intento de doblegar la justicia, también depende la suerte de Bukele: O gozará de impunidad bajo un Trump que nadie puede detener ni juzgar - o caerá con él."

En la voz del autor: 

Extradition-y-deportaciones.mp3



Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, sábado 12 abril 2025

 

Durante años, el gobierno en Washington exigió a El Salvador la extradición de los líderes de la MS para enjuiciarlos por delitos cometidos en Estados Unidos. El gobierno de Nayib Bukele siempre se negó a hacerlo. Tenía razones: Una vez enfrentando la justicia estadounidense y las amenazas de severas condenas, estos hombres podían acceder a colaborar con los fiscales en su investigación ya avanzada del pacto negociado de Nayib Bukele con las pandillas. Pacto que aseguró a Bukele a ganar las elecciones presidenciales del 2019 y la abrumadora mayoría parlamentaria en el 2021. Pacto que le permitió bajar sustancialmente la tasa de homicidios y que concedió múltiples beneficios penitenciarias a las cúpulas de las pandillas. 


Por tanto, por más que la administración Biden presionó a Bukele a extraditar a los líderes de la MS, se negó. Su gobierno incluso llegó al colmo de ofrecer 1 millón de dólares al cartel de Sinaloa si les entregaba al Crook, uno de los dirigentes de la MS, antes de que los encontraran los investigadores del FBI. El Crook (Elmer Canales Rivera) estaba escondido en México, luego de que el gobierno de Bukele, en una fase anterior del pacto con las pandillas, lo había liberado y le había facilitado la salida del país. Al fin, el FBI lo detuvo en México y lo llevó a Estados Unidos a disposición de una corte de Nueva York. 


Todo esto cambió, cuando Trump regresó al gobierno. Ya nadie exige a Bukele a que extradite a los dirigentes de la MS que están cumpliendo sus penas en Zacatraz. Por lo contrario: la nueva cúpula que Trump instaló en el Departamento de Justicia comienza a desmantelar el juicio contra la MS en Nueva York, antes de que cause daño a Bukele. A uno de los cinco acusados en poder de las autoridades estadounidenses, el Greñas (César Humberto López Larios), en una acción nocturna secreta, lo montaron en el mismo avión con los supuestos criminales venezolanos. Junto con ellos, terminó en el CECOT. 

 

Cuando esto se hizo público, porque alguien reconoció al Greñas en el video que mostró el recibimiento de los deportados en el CECOT, cuando le pelaron el cabello, se filtró la noticia que el Departamento de Justicia había revocado la acusación contra él. Parece que sobre esto existe un pleito con el juez de Nueva York, Steven Tiscione, quién días después, el 1 de abril, confirmó que la acusación contra Greñas seguía vigente, una acusación que busca la pena de muerte.

 

Pocos días después, se retiraron los cargos contra Henry Josué Villatoro Santos, quien a finales de marzo fue detenido y acusado de ser el responsable de la MS en toda la costa este de Estados Unidos. La secretaria de Justicia, Pan Bondi; el director del FBI Cash Patel; el gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, y otros líderes de las fuerzas del orden realizaron una conferencia de prensa para anunciar y celebrar su arresto. Pero dos semanas después, el Departamento de Justicia de Estados Unidos decidió retirar el caso penal contra el detenido, diciendo que se planea deportarlo a El Salvador en lugar de procesarlo en Estados Unidos.

 

Este insólito hecho cae precisamente en la coyuntura en la cual en Estados Unidos estalló una gran controversia legal y política sobre la deportación ilegal de venezolanos y salvadoreños a El Salvador y su encarcelamiento en el CECOT. Obviamente para los planes anti inmigrantes de Trump el deal negociado con Bukele de usar el CECOT para deshacerse de migrantes, con el pretexto de tildarlos de criminales, tiene mucho más importancia que el juicio de Nueva York contra los líderes de la MS. Sobre todo, cuando este juicio puede comprometer a Bukele, justo cuando éste se ha convertido en aliado útil para Trump.

 

Hay que entender una cosa: La política de Trump contra los migrantes nada tiene que ver con justicia, sino con la necesidad de mostrar mano dura. Cuando la justicia se convierte en obstáculo, se le corta las alas, haciendo uso del control partidario que esta Casa Blanca ejerce sobre el Departamento de Justicia que dirige a los fiscales federales. 

 

Habrá que ver si los jueces involucrados en este asunto -tanto el que preside el juicio contra la MS, como los que tratan de detener las deportaciones bajo la obscura Ley de Enemigos Extranjeros, dictada en el Siglo 18 para situaciones de guerra- se mantienen firmes y si para esto gocen de apoyo de la Corte Suprema. De esto depende tanto el Estado de Derecho en los Estados Unidos como la suerte de miles de migrantes bajo el riesgo de terminar, inocentes o no, en el CECOT, que en la prensa internacional ya es tildado “el gulag salvadoreño’, en asociación a los campos de concentración de Stalin - o, de manera más tropical, “el infierno en El Salvador”.

 

De la batalla legal y política que ha desatado Trump con los vuelos al CECOT y su intento de doblegar la justicia, también depende la suerte de Bukele: O gozará de impunidad bajo un Trump que nadie puede detener ni juzgar - o caerá con él.

 

Es en este contexto que hay situar la visita de Bukele a la Casa Blanca. 


Saludos, 





* * *

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Para Raúl Mijango.

Como todo prisionero político, para sobrevivir 

pasó escribiendo, siempre y cuando no le nieguen

papel y lápiz. 

Si existiera su libro, quizás no hubiera escrito 

esta segunda parte del mío. 

Raúl murió el 28 de agosto 2023, 

luego de que durante años de encarcelamiento 

le negaron la debida atención médica.



Capítulo 21: El Video


11 de marzo del 2016. Recibo una llamada del Chele Martínez del Faro: “En una hora subiremos el video de la reunión del 2014 de Ruano y Neto Muyshondt con las pandillas. Todos sabíamos que existía, y al fin lo conseguimos.” Esto va a ser un bombazo. El Frente y su gobierno van a celebrar. Ellos mostraron más capacidad para comprar el apoyo de las pandillas, e irónicamente los perdedores van a pagar la cuenta. 


Toma del video que los pandilleros tomaron de su
reunión con Ruano y Muyshondt

“¿Y el video de la reunión con nuestro distinguido ministro de Seguridad, el comandante Benito Lara?”, pregunto. 

“Me dicen que no existe, que es invento tuyo.” 

“¡Invento, my ass! Están jugando chuco, y yo sé quién es. El video te lo pasó Piwa, ¿verdad?” 

“Vos sabés que no te puedo decir quién nos lo dio. Me extraña, colega, las fuentes...”

Hablo a Raúl. Ya le avisaron también. Me dice: “Siempre el Faro con sus mierdas.”

“Calmate”, le digo, “no es culpa de ellos, es su oficio publicar este tipo de cosas. Cualquier medio lo haría. El que la cagó es Piwa. Siempre les dijimos: Si quieren soltar este vergazo, que filtren ambos videos, el del Frente y el de Arena. Así sería un golpe contra la perversión de las elecciones.” 

“A veces tenés razón. A ver si puedo armar una reunión con ellos...”

 

La reunión tiene lugar unos días después, cuando el polvo más o menos se ha asentado. Pero cada terremoto tiene su aftershock: La opinión pública se vuelve contra Arena, contra la tregua y contra nosotros. Cómo si las negociaciones con los partidos hubieran sido una consecuencia de la tregua —y no su traición. Igual que la racha de violencia: La pintan como resultado de la tregua y no como fruto de la estupidez del gobierno de Sánchez Cerén. No tengo idea si el viejo comandante realmente ha tomado decisiones, lo dudo. Son la gente de su confianza: Manuel Melgar, Eduardo Linares, Mauricio Landaverde —y Benito Lara, quien se ha unido a este grupo de la FPL, que domina la política de seguridad. Ya no sé cómo contrarrestar esta contraofensiva política y mediática.


Los 4 operadores de Seguridad del FMLN:
De izquierda a derecha, Manuel Melgar, ministro de Seguridad de Funes,
reemplazado en 2011 por el general Munguía P, regresando en el 2014 a la cúpula como secretario privado del presidente Salvador S
ánchez Cerén.
Eduardo Linares, director de Inteligencia del gobierno Funes de 2009 al 2011, pero 
es parte del círculo interno del siguiente presidente, Sánchez Cerén.
Mauricio Ramírez Landaverde, director general de la PNC de 2014 al 2016 y ministro de Seguridad de 2016 a 2019.
Benito Lara, ministro de Seguridad entre junio 2014 y enero 2016.


Entro a la reunión en el local de la colonia San Benito, con un poco de atraso, cuando la cosa ya se ha calentado.  Desde la entrada escucho las voces agitadas de Raúl y de Piwa. Me siento en una silla desocupada entre Cejas y El Diplomático. “Te la reservamos, Chele”, me susurra el último. ¿Y esto, por qué?, me pregunto. ¿Me quieren proporcionar escolta – o quieren mostrar del lado de quién están. En frente tengo a Piwa. Ya sé que esta discusión será fea.


El Piwa

Raúl me da la palabra. Suave, me digo, y comienzo así: “Bueno, Piwa, ¿cuándo vas a soltar las grabaciones con Benito Lara, quien hoy es ministro de Seguridad y el comandante en jefe de esta guerra que desataron contra ustedes, y con el ministro Arístides Valencia, a quién nombraron ministro de Gobernación? Y como me contó un pajarito, también con José Luis Merino, quien no es nada, pero ejerce el poder real? ¿Cuándo, Piwa?” 

“¿Y para qué? ¿Qué te importa?” 

“Para emparejar la cancha. Para denunciar que ambos la cagaron. Para que no se repita esta mierda. Por eso es necesario que se publiquen todos los videos. El Faro está listo para difundirlos.”

No llegamos a nada. Piwa se niega. Yo digo que así no puedo seguir trabajando con ellos. Acuso al Piwa de ser infiltrado del Frente. Se levanta y se va. Cuando los demás se han ido, el único que queda es Cejas. Me dice: “No armés este pleito con este hijueputa. El video te lo voy a dar yo. Tengo copia de la reunión con Benito Lara y Arístides. Del mentado Merino no sé nada. No lo ubico. Te la hago llegar en unos 3 o 4 días. Esté pendiente. Luego vos hacés con esta mierda lo que querrás —y se acabó la rabia.”


Chepe Cejas, vocero de los Sureños,
asesinado en marzo 2016



Tres días después me entero que a Chepe, El Cejas de Soyapango, lo han matado a tiros a media cuadra de la exembajada gringa. Nunca nadie me entregó el video. Bueno, aquí termina mi rol de mediador. Así no puedo seguir, lo siento.

 



Capítulo 22:  Capturan a Raúl y Camilo

 

Llego a la casa como a las 9 de la mañana. Este martes 3 de mayo 2016 estuve con Raúl en el programa de Pencho&Aída. Nos preguntaron por los ‘municipios santuarios’ y explicamos que este es un nombre que maliciosamente han dado en los medios a los “municipios sin violencia”, los cuales anunciaron los doce alcaldes. ‘Santuario’ suena a refugio, a inmunidad. Pencho nos preguntó si en todo este asunto tan controversial de la tregua no tenemos miedo. Raúl como siempre cuando alguien pregunta esto, se rio y dijo: “Nosotros venimos de donde asustan. Uno siempre tiene miedo, pero esto no es razón para no hacer lo necesario.” 


En Pencho y Aida. Foto: cortesía de El Diario de Hoy

Pregunté a Pencho: “¿Miedo de quién? ¿De los mareros?  ¿Del gobierno? De la policía? ¿O de la fiscalía?” 

“De todos ellos. ¿Acaso no es peligroso lo que están haciendo? ¿Por ejemplo, no corren peligro que el fiscal, que siempre dice que la tregua era ilegal, proceda contra ustedes?” Raúl y yo intercambiamos miradas. Con una su mueca me indica que conteste yo. “No creo que se atreva,” contesto. A veces hay que hacerse el valiente, por lo menos hablando en radio y en vivo... Douglas Meléndez, quien asumió como Fiscal General a principio del año, luego de que la oposición logró hacer fracasar el intento de reelección de Luis Martínez, ha asumido el mismo discurso agresivo y amenazante contra todo lo relacionado con la tregua. Pero así ha hablado Luis Martínez durante los tres años que duró, y al final nunca procedió. Y a este Douglas lo veo más débil y menos listo que el gran macho Luis Martínez. No se va a atrever a hacerle un juicio contra la tregua, o sea a una política pública de un gobierno. 

Nos despedimos en el parqueo de la Torre Futura. “Voy a ir a atender la tienda, porque la Negra tiene que salir. Nos vemos a las 4 en la Fundación,” me dice Raúl. Llego a la casa y Daniela tiene listo uno de sus deliciosos desayunos rancheros. Este día nos hemos tomado libre de La Ventana. Necesitamos un día relajado. Suena el teléfono. Es Camilo: “Andate a la mierda de tu casa, ¡pero ya! Acaban de detener a Raúl en frente de su tienda, y ya vienen por mí. Salgan de la casa, ¡pero ya! Y no se te ocurra hablarme a mi celular...” Cuelga y me deja paralizado.



Raúl Mijango detenido



Pensaba que estábamos preparados. Ya llenamos cajas con papeles que no pueden quedar en la casa. Pero uno nunca está realmente preparado para huir tan de repente, ni psicológica ni logísticamente. ¿Vienen por mí, o es paranoia? ¿Qué más tengo que llevar? ¿Si vienen a la casa y no me encuentran, van a forzar la entrada y catear la casa? Si ya detienen a Raúl y a Camilo, lo más lógico es que yo también estoy en la lista. A saber a quiénes más. ¿Tiene sentido irse o es mejor enfrentar lo que viene? Tomamos una decisión práctica: Vamos ahora a la casa de una amiga en Mejicanos, para que no nos agarren en curva. Luego vemos cómo está la situación y decidimos cómo seguir. Yo no quiero huir. Mi vida es aquí, y si hay que enfrentar un juicio, hay que hacerlo. Todavía hay justicia en el país. 

Metemos las cajas en el carro, agarramos al chucho, mi mochila con mi laptop y nuestros pasaportes —y nos vamos. Llegando a la otra casa, comienzo a hacer llamadas. Al vigilante de nuestro pasaje le pregunto algo tonto, relacionado con su familia. Si han venido por mí, me lo va a decir. Nada. Hablo a un amigo, que es oficial de la PNC y le pregunto si sabe algo de Camilo. “Ya te lo voy a averiguar,” dice. A los 5 minutos llama y dice que se lo llevaron, pero nadie sabe adónde. Que también se llevaron a Will, el otro inspector de la PNC, que ha sido nuestro enlace de inteligencia policial, y a su jefe, un comisario, que está al cargo de Inteligencia Policial. Fueron también por Nelson Rauda, el director general de Centros Penales, el inspector general de esta institución y varios directores de penales, entre ellos los de Ciudad Barrios, Quezaltepeque y Cojutepeque. Conozco a todos ellos como funcionarios corrector, que no cometieron otro pecado que hacer su trabajo en la policía y los penales de manera decente y humana – además en el marco de una política pública autorizada por el mismo presidente de la República.

Comienzan a entrarme llamadas de periodistas. Los del Faro quieren saber si estoy bien. También mis colegas del Diario de Hoy. Vuelvo a hablar al vigilante. Le parece rara tanta habladera, pero no dice nada. Qué bueno, a esta altura ya tendrían que haber llegado. Todas las detenciones parecen bien sincronizadas. Parece que no vienen por mí. En la tele ya salen informaciones de última hora. Hay imágenes de Mijango, cuando lo meten en una patrulla, enfrente de la tienda de su mujer. Cuando capturan a alguien, a quien la fiscalía realmente quiere joder, siempre llevan consigo un camarógrafo, pienso, la cosa va en serio. 

Camilo (Roberto Castillo), Nelson Rauda y Raúl Mijango, 
al ser presentado ante el juez


La fiscalía ya dio a los medios la lista de detenidos y los cargos contra ellos: “Asociación ilícita’, la acusación de hule, e ‘introducción de objetos prohibidos a los penales’. Mi nombre no sale. Mencionan a unas 20 personas, incluyendo miembros del equipo técnico y psicológico de Zacatraz, que evalúa a los internos. No los conozco. No dicen de qué los van a acusar, pero tiene que estar relacionado con el traslado de los ranfleros, de Zacatraz a otros Penales, en marzo 2012. La fiscalía va con todo. Me cuesta creer que no vienen por mi.

Decidimos pasar la noche en la casa de nuestra amiga y evaluar mañana si regresamos a la casa. Los noticieros siguen hablando del “operativo contra la tregua”. Un reportero pregunta a una fiscal: “¿Paolo Lüers está incluido en la lista de detenidos?” La mujer dice: “No puedo dar más información.” Gracias, corazón, muy amable por mantenernos en la incertidumbre.

En la mañana, hablo al otro vigilante de mi colonia, que entró a su turno en la mañana. “Estoy esperando un encargo que me van a dejar en la casa. Estamos fuera de la ciudad. ¿Vino alguien?” 

“No, nadie, don Paolo.” 

Okay, si llegan, diles que estamos afuera y no sabemos cuándo regresaremos. ¿Me puedes avisar a este teléfono?” Al no recibir ninguna llamada, decidimos dejar las cosas en Mejicanos, incluso mi computadora, e irnos a casa. Daniela propone ir ella sola para ver si no hay moros en la costa. No me gusta mandarla sola. “Vámonos los dos de un solo.”

Llegamos a la casa. Nadie ha llegado, nadie ha preguntado por mí. Seguimos ‘limpiando’ mis archivos de todo tipo de documento relacionado con la tregua. Llevo otra caja a la casa en Mejicanos. Aparecen en nuestra casa Rosa, la esposa de Camilo, y las dos hijas. Las muchachas lloran cuando me abrazan: “Tío Paolo, ¿qué vamos a hacer?” Rosi llama a la esposa de Will, el otro oficial detenido, al rato llega con su hija. Consejo de guerra. Primera cosa: reunir toda la información. Averiguamos adónde están. A Raúl lo llevaron a las bartolinas de la DAN, donde tenían preso a el expresidente Paco Flores. Huele a tratamiento especial. A Camilo y a Will los llevaron a la División Fronteras de la PNC. Un colega de ellos nos confirma que están bien ahí, que los ha visto. Segundo: Necesitamos defensores. Raúl ya tiene uno, algún chero de él de Oriente. Un sobrino de Camilo, a quien las niñas contactan, ofrece dinero para contratar a un abogado para que represente a Camilo. Las niñas lloran, tienen miedo. Son hijas de un policía, bien protegidas, y de repente se sienten desprotegidas y temen por su papá. “Tío,” me dice la menor: “¿Verdad que lo podemos sacar de ahí y que no lo van a llevar a la cárcel?” 

“No te preocupés, lo sacaremos. Sólo tiene que aguantar 72 horas y en la audiencia lo sacamos.” Ambas me abrazan. Yo pienso: Ojala no las voy a defraudar a estas niñas...



 Siguiente entrega, martes 15 abril:

Capítulo 23: El pleito con los compas del ERP

Capítulo 24: El video del FMLN

 




Carta al magisterio: Sólo la unidad les dará protección. De Paolo Luers (+capítulos 19 y 20 de DOBLE CARA/LIBRO II)

 

"Quisiera que funcionaran y serán accesibles mecanismos que permitan a todos a hablar en confianza: con su sindicato, con mis colegas en los periódicos y las radios, con la Procuraduría de Derechos Humanos, con los partidos políticos, con organizaciones de Derechos Humanos." 

En la voz del autor: Escuelas.mp3



Publicado en MAS!  y DIARIO DE HOY, jueves 10 abril 2025


 

Estimados amigos:

“Alguien tiene que hablar”, me escribió la (ex)directora de una de las 70 escuelas cerradas por el Ministerio de Educación.


La mujer me contactó vía el servicio de Messenger en mi cuenta de Facebook. Dijo ser exdirectora de una escuela cerrada y quería hablar conmigo “para que escriba una carta sobre lo que está pasando con el cierre de escuelas.” No me quería dar el nombre y la ubicación de la escuela, ni el suyo. Insistió en el anonimato, tenía miedo, ya que había recibido amenazas. Le prometí no revelar ni su nombre ni el de su escuela. Finalmente me los dio y pude confirmar que de hecho ella era que dijo ser. Entonces, accedí a hablar con ella, en varias llamadas vía Messenger.

 

Su escuela estaba ubicada en un cantón rural. El ministerio dijo que no tenía suficiente alumnos y que había que distribuirlos a diferentes escuelas en lugares vecinos. Ella trató de negociar que alumnos y maestros sean trasladados juntos a una escuela y que habrá servicio de transporta. Ambas solicitudes fueran rechazadas. Ahora los alumnos tienen que caminar entre una a dos horas para sus nuevas escuelas y están divididos y separados, también de sus antiguos maestros. Según la fuente, la tasa de deserción escolar se duplicó.


“Esto hay que denunciarlo, es un atentado a la niñez”, dijo la muestra. 

 

Le pregunté: “¿Por qué ustedes no pueden hablar de esto? Si cerraron 70 escuelas, deben ser afectados cientos de maestros y cientos de padres de familia. Ustedes tienen sindicatos, los padres podrían hablar con sus alcaldes y diputados. ¿Por qué nadie habla, y cuando habla, solo en anonimato.”

“Por el miedo. Por las amenazas. ¿Acaso usted no sabe cómo es el ambiente en las comunidades?”

 

“¿Quién los amenaza?”

“El ministerio. La policía local. Todos hemos recibido llamadas anónimas. Antes nunca había patrullaje cerca de mi casa, hoy es frecuente...”

 

“¿Y los sindicatos del magisterio? La famosa ANDES?”

“Están divididos y agachados. Algunos son infiltrados por el gobierno. Yo hace años salí del sindicato.”

 

“El gobierno dice que unificando las escuelas permite mejor atención. ¿Por qué se opone a esta idea?”

“Yo estoy de acuerdo. Siempre lo hemos propuesto. Pero entonces hay que hacer dos cosas: Invertir en las escuelas donde se concentran a los alumnos y ofrecer un sistema de transporte escolar eficiente y gratuito. Sin estas dos cosas, es simplemente un abandono de la educación, sobre todo el área rural. Es injusto.”

 

“¿Cuál es su situación, adónde las trasladaron?”

“Me trasladaron a una escuela en la cabecera departamental. Antes vivía ahí y me mudé al cantón, porque estaba convencida que como directora tenía que ser parte de la comunidad. Hoy tengo que viajar lejos al trabajo. Pero mi situación no importa tanto, lo que importa es el daño que están haciendo a la niñez.” 

 

“¿Por qué no importa su situación?”

“Porque ya pronto me voy a jubilar. Lo que me preocupa son los alumnos y su futuro.” 

 

“¿Y dígame, porqué me buscó a mi para hablar?”

“Por sus cartas. No conozco a ningún periodista, no confío en extraños. Pero luego de leer por años sus cartas, usted me parece como alguien que conozco y puedo confiar.”

 

Para mi es un honor. Pero también lo siento como un gran peso. Quisiera que funcionaran y serán accesibles mecanismos que permitan a todos a hablar en confianza: con su sindicato, con mis colegas en los periódicos y las radios, con la Procuraduría de Derechos Humanos, con los partidos políticos, con organizaciones de Derechos Humanos. 

 

El problema es que cada uno se siente solo y amenazado. Si los diferentes sindicatos del magisterio se pusieran de acuerdo y se pronunciaran con una sola voz, con manifestaciones, y con  -¿por qué no?- huelgas, otra cosa sería. Tiene riesgos, claro. Pero callarse tiene más riesgos. 


Saludos a todos lo profesores, 


* * *

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Entro al Café de Don Pedro de la Roosevelt, en frente de Hotel Alameda, que ya está medio en ruinas. Ambos lugares de muchos recuerdos: el Café Don Pedro, porque ahí me pusieron las citas los compas del ERP cuando recién había llegado a San Salvador, durante la ofensiva ‘final’ que no resultó siendo el final de una insurrección, sino el inicio de una guerra civil de 12 años; y el hotel Alameda, por una cita clandestina que casi terminó mal.


 El Café Don Pedro. Foto: Cortesía página facebook Don Pedro

No entro al café, el emblemático punto de encuentro nocturno de los bohemios, las putas, los taxistas y los policías. No, este es un lugar demasiado público. Cruzo el parqueo y sube en el rancho, que han construido después de la guerra, las escaleras al segundo piso. No quiero que mi amigo Pedrito, el hijo y heredero del legendario don Pedro Dalmau, me vea. Al entrar al rancho me saluda la mesera: “Su amigo ya está arriba, solito como siempre. Ya pidió las dos sopas de gallina.” Siempre cuando me encuentro aquí con El Diplomático, tomamos sopa y un par de Coronas. Incluso esta es nuestra clave cuando nos convocamos: “¿Qué onditas, viejo, tomemos sopa?”, me aparece en WhatsApp —y ya sé que nos reuniremos el día siguiente, en el rancho del ‘Don Pedro’, a la misma hora de siempre. La mesera de la tarde siempre es la misma, ya nos conoce. No sé qué piensa ella de estos señores que siempre se sientan apartados de otros clientes. A mí me conoce como ‘el que escribe las cartas en el diario’, y a veces pienso que sabe perfectamente que estas reuniones se tratan de algo más que tomar sopa.


Nuestro lugar: el segundo piso del rancho de Don Pedro. Foto: Cortesía
de la página de facebook de Don Pedro.


Me tomo un buen trago de la Corona y pregunto: “¿Qué te traés, aparte de hambre?” 

“Mirá, tenemos que hablar en serio, porque no sé vos, pero yo estoy preocupado que todo se nos vaya a la mierda.” Bueno, yo también, pero no se lo voy a decir. Nuestra tarea es darles ánimo, no llorar en la jarra de cerveza. 

Con El Diplomático, no cuesta mucho darle ánimo. Es un tipo optimista, pocas veces le veo afligido. Ahora sí lo está, porque siente que ‘el proceso’ —así ha aprendido a llamar la tregua, influencia de Raúl —se les va de la mano, que los homicidios van otra vez en aumento. “Nosotros estamos ‘calmados’, así como acordamos, los de las otras pandillas también, parece. Pero ahora el enfrentamiento no es entre pandillas sino con la policía. Con la gente del Frente al mando —Landaverde y Cotto— andan buscando provocar enfrentamientos —y no para arrestar, sino de un solo para tirar balas y provocar bajas...”


Comisionados Mauricio Ramírez Landaverde, director general
de la PNC, y Howard Cotto, subdirector general.

Se refiere a los comisionados Howard Cotto y Mauricio Landaverde, que el nuevo gobierno del FMLN ha puesto al mando de la PNC. A Howard lo conozco, estuvo con la RN en la zona norte de Santa Ana, cuando yo anduve con Cirilo rodando la película Doble Cara. Era un bicho y buena onda. Cuando entró a la PNC y comenzó a escalar, siempre me pareció un oficial correcto, inteligente, progresista. Además conozco a toda su familia. Su hermana trabajó con nosotros en Primera Plana, el periódico que fundamos en 1994. Su madre es la dueña del k
índer donde metimos a Pablo, mi hijo. Pero ahora, y con Landaverde encima, quien es un militarista de izquierda, se ha hecho partícipe de la militarización de la PNC. Están adoptando formas militares de operar, buscando enfrentamientos —lo que, por supuesto, les da ventaja por su mejor entrenamiento y su armamento. Buscan causar bajas, en vez de arrestar. Estamos en noviembre del 2015 y ya tienen medio año en esta transformación de la PNC. El resultado: El número de muertos ha alcanzado cifras tan altas como nunca antes.

El Diplomático me explica el problema: “Nuestra gente no va a quedarse tranquila. Tampoco vamos a caer en la trampa y comenzar a enfrentarnos directamente a las Fuerzas Especiales de Landaverde. Lo que la mara va a hacer es atacar a los policías fuera de servicio, buscarlos en los barrios. Habrá muertos, y no sé adónde nos va a llevar esta escalada. A nada bueno...”

Se le ocurre que habrá que denunciar públicamente esta nueva política del gobierno. “Yo podría volver a dar algunas entrevistas para explicar bien esta mierda. Vamos a hacer un comunicado, ya te lo voy a mandar, pero esto no tiene igual impacto que hablar con la prensa internacional.”

Me pide arreglarle unas entrevistas. Ya lo hemos hecho antes. Siempre hay demanda. Siempre los corresponsales me buscan para hacer sus reportajes, entrevistas exclusivas a pandilleros incluidas. “¿Adónde lo hacemos?”, le pregunto. 

Piensa y dice: “No puede ser aquí, no podemos quemar este lugar. ¿Adónde tomaríamos sopa después, tan buena que la sirven aquí?” 

“Tengo un lugar perfecto. ¿Te recuerdas donde nos vimos una vez, en el jardín de aquel hotel?” 

“Puta, pero por ahí era como una vitrina, no jodás.” 

“Hay una cosa que aprendí en la guerra: El mejor escondite es a plena vista. ‘Hiding in plain sight’, como dicen los espías ingleses en las novelas. Funciona.”

“Me llaga, Viejo.” 


Rafa, El Diplomático. Toma de la película "La Vida Loca", filmada en 2007 por Cristian Poveda. Es la única foto que existe de Rafael - menos una para la cual él posó para un fotógrafo del New York Times, que saldrá en el capítulo 25: El Diplomático.

Realmente funciona. En el jardín del hotel, a la par de la piscina, somos unos clientes más.  Nadie se fija en nosotros, cuando estamos sentados a la par del pool y platican con un periodista chele y su fotógrafo negro. Y así es el aviso por WhatsApp: “Tengo ganas de comerme un steak, voy a invitar a un amigo francés,” y ya sabe el otro que vamos en dos días a ver al corresponsal de Le Monde en el rancho a la par del pool. Si la cita es en tres días,  es menú es pescado. El colega francés no puede creer que estásentado en esta oasis de relax con un jefe de las pandillas, tomando piña colada y entrevistando a uno de los jefes de una pandilla. Nosotros dos tomamos Corona, como siempre. Su fotógrafo ha alquilado un cuarto del hotel para una sesión de fotos. El enorme tatuaje en la espalda incluida. Esta foto no se hubiera podido tomar en el pool sin llamar la atención...

El Diplomático explica, en su manera precisa de hablar, el dilema de la sistemática escalada de violencia, que está provocando el gobierno —y reitera que ellos, los pandilleros, siguen buscando romper este círculo vicioso. Los franceses están impresionados y agradecidos.

 

Tres días más tarde nos citamos nuevamente para una sopa en el segundo piso del rancho del Don Pedro. La mesera me saluda con un guiño: “No ha llegado el muchacho.” ‘Muchachos’ o ‘bichos’ les dicen en los barrios a los mareros. Le pregunto dónde vive: “En Soya, ¡con orgullo!”, me dice. Hmmm, ella sabe. La regla de clandestinidad que aprendí hace 33 años, cuando llegué a El Salvador, decía otra cosa —pero yo confío en mis instintos, y me dicen que con ella no habrá problemas.

 



20.  La carta de Zacatraz


 

28 de agosto 2015. El periódico español El País titula: “El Salvador padece con 51 muertos sus 24 horas más letales,” y la nota comienza así: “El jueves 27 fue el día más mortífero en una década.” Y es cierto. Este jueves fue el día que se hizo evidente, hasta en Europa, que el proceso de reducción de violencia que iniciamos hace 3 años con el acuerdo de la tregua entre las pandillas, fracasó. Y estoy convencido que no por culpa de los pandilleros. Todo esto solo hubiera podido funcionar si el gobierno, la empresa privada y la opinión pública hubieren aportado lo suyo.




Lo irónico: Este mismo día luego de la matanza me reúno en el Don Pedro con El Diplomático y un chavo nuevo de la MS, de quien ni siquiera sé el nombre. Nada de sopa, nada de cerveza. Sólo un café, y a los 10 minutos ambos se retiran, por separado, en direcciones diferentes, y con un intervalo de minutos. Este tipo de encuentros son muy peligrosos en estos días, sobre todo para elles, pero también para mi y Raúl.

Me han convocado para darme un mensaje, que querían que yo transmitiera a la nación: “Ha fracasado el intento de reducir la violencia, pero no la tregua. Seguiremos cumpliendo el acuerdo de no agresión entre las 3 pandillas.” Yo les explico que no hay manera que yo difunda esto ahora que la gente está tan asustada y furiosa por la nueva ola de homicidios. “No jodan. Si quieren mandar este mensaje, tendría que ser en hechos. No pueden matar y decir que trabajan para la paz. Llámenme cuando estén listos para retomar el esfuerzo...” 

El de la MS me encara: “¿Y no has recibido la copia de la carta que mandaron al ministro de Seguridad desde Zacatraz, firmada por los meros meros de las tres pandillas? Nunca vimos ninguna respuesta, ni del gobierno, ni de su Consejo Nacional de Seguridad, ni de vos...”


Benito Lara

“Esperáte, el ministro Benito Lara ha contestado muy claro: No habrá diálogo, sigue la guerra contra las pandillas. Y se negó a hacer pública la carta. Yo he arriesgado mi pellejo publicando esta carta. ¿Qué más querés? Te repito: Hoy ya no es tiempo para más comunicados y cartas, se necesitan acciones contundentes. Si quieren ser escuchados, tienen que crear hechos.”

“¿Cómo cuáles?”

“Deben suspender unilateralmente los atentados contra policías y sus familias. Primero crear el hecho, luego hablar.”   

 

Un día de julio 2015, un hombre desconocido llegó a La Ventana y me entregó un sobre. “Te van a hablar para confirmar que las firmas son de verdad.” Y se fue, antes de que tuviera tiempo de abrir el sobre. Tuve la sensación fea que algo delicado, posiblemente peligroso, estaba pasando. Me senté en una mesa en el patio y abrí el sobre. Adentro había una carta escrita a mano que según los firmantes viene de Zacatraz, el penal de alta seguridad, al cual recientemente habían vuelto a transferir a todos los ranfleros de las pandillas para nuevamente someterlos a estricto aislamiento - y botar las llaves...

 

Consejo Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana.

Señor Ministro de Justicia y Seguridad Pública.

Presente.

 

Nosotros los abajo firmantes, haciendo uso del derecho que la constitución nos confiere en el art. 18, a ustedes respetuosamente exponemos:

1) Que lamentamos profundamente la pérdida de preciosas vidas humanas debido al clima de extrema violencia que vive nuestro país actualmente y para lo cual parece no haber solución.

2) Como voceros nacionales de ambas pandillas siempre hemos manifestado que si somos parte del problema también somos parte de la solución y estamos firmemente seguros que la política del manodurismo y la represión solo han incrementado desproporcionalmente la violencia pandilleril.

3) Por lo antes expuesto: Hacemos un llamado a ustedes a darle la oportunidad a la nación salvadoreña a desarrollarse en un ambiente más pacífico y establecer mecanismos que pueden permitirnos (a ambos) establecer acuerdos para alcanzar la tan anhelada Paz a través del diálogo, quedando por sobre entendido que en ningún momento buscamos negociar con nadie ya que estamos claros de nuestra condición.

Asimismo reiteramos que una vez más nuestra disposición a aportar nuestro granito de arena, siempre y cuando las condiciones para un verdadero diálogo sean creadas.

No habiendo más que agregar al presente y pidiéndole a Dios que ilumine sus mentes y corazones respetuosamente nos suscribimos de ustedes.

 

Firman: Borromeo Enrique Henríquez, Andrés Roberto Barinas Jacobo, Rubén Arnoldo Toledo, Walter Geovani Salguero, Edgar Mauricio Rogel Vásquez, Carlos Alberto Rivas Barahona, Víctor Antonio García Cerón, Dionisio Arístides Umanzor.


La Carta de Zacatraz


La carta de Zacatraz, como la bautizó la prensa, luego de que yo la publicara, causó mucha sorpresa y controversia. Los siete firmantes estaban desde febrero del 2015 sometidos a un estricto régimen de aislamiento, tanto entre ellos mismos como con el mundo exterior. Pero habían logrado consensuar entre ellos una carta, firmarla todos —y hacerla llegar al ministro de Seguridad, Benito Lara y al Consejo Nacional de Seguridad que Ricardo Perdomo había armado con gente de iglesias, universidades, embajadores, etc., para generar un diálogo sin participación de los pandilleros y los mediadores. Y como sabían que el gobierno iba a guardar silencia sobre esta carta, la mandaron a mi...

El gobierno rechaza tajantemente la oferta de diálogo, pero sin mencionar la carta. Su existencia ya se había regado como rumor, pero nadie la conocía. Entonces, tomé la decisión de publicarla como facsímile en mi blog y en redes sociales, para que la prensa nacional e internacional pudieran leerla.

 

Con el rechazo del gobierno a la última llamada a dialogar, pasa lo tenía que pasar: El día negro del 27 de agosto. Y en consecuencia, el desmontaje de lo que había quedado del intento de parar la violencia. Comienzan a aparecer grupos de exterminio, los fantasmas del pasado, organizados por policías y, en algunas zonas, por excombatientes guerrilleros. Las pandillas aumentan sus atentados contra policías, soldados e incluso sus familiares. El circulo vicioso ha hecho cortocircuito nuevamente. Y comienzan los ataques y la persecución penal contra los protagonistas de la tregua. Los pandilleros firmantes de la tregua están en Zacatraz, bajo un régimen de aislamiento, más estricto aun luego de la carta. Ni a los delegados de la Cruz Roja Internacional les da acceso el gobierno, violando convenios internacionales. Obviamente, con la ausencia del grupo de hombres que lo ha garantizado —y a veces impuesto— se vuelve muy difícil el cumplimiento de los acuerdos de no agresión entre las pandillas, de no más reclutamiento en las escuelas, de no usar asesinatos para cobrar las extorsiones. 

‘El comité’ sigue haciendo el esfuerzo de controlar la violencia, pero la guerra declarada por el gobierno, la policía y el ejército obliga a las pandillas a dispersarse y reaccionar sin dirección centralizada. En cada cancha, cada loco, que asumió la jefatura de una clica, arma sus líos. Cada vez es más difícil y peligroso para ‘el comité’ reunirse --y reunirse con nosotros.

Se agudizan las campañas mediáticas y de redes sociales que exigen perseguir penalmente a los mediadores, en particular a Raúl Mijango, a quien han convertido en el villano. También a Camilo y a mi nos tienen en la mira. En una reunión en mi casa, Camilo le dice a Raúl: “No tenés idea el hambre que te tienen en la policía. Te von como el causante de toda la mierda, en la cual están parados, y del pánico que sienten diariamente. En vez de protestar contra la manera como los jefes los queman en operativos mal planeados, se quieren desquitar las frustraciones con vos.” Yo agrego: “Tu problema es que estás aislado, no tenés a ningún sector que te va a apoyar. A Fabio no lo pueden tocar, es obispo, además se ha replegado. Yo soy periodista y tengo toda una red de relaciones y amistades con empresarios, políticos, colegas de los medios. El costo sería muy alto si me tocan. Pero vos sos el chivo expiatorio ideal. Además, en el Frente te odian, come siempre la izquierda odian a los disidentes. Y la derecha te ve como un radical de izquierda. Tenemos que ver cómo te protegemos. Luis Martínez nos estaba atacando en los medios, pero nunca procedió penalmente contra nosotros. Pero tengo informes de que el nuevo fiscal general, Douglas Meléndez, está preparando unos tamales feos. Y el primero en la mira serías vos...”


El nuevo fiscal general, Douglas Meléndez

Raúl dice: “Hicimos bien en trabajar para que la tregua entre las pandillas se mantuviera, haga lo que haga el gobierno. Si el gobierno hubiera logrado que se rompa la tregua totalmente, el baño de sangre hubiera sido lo doble o triple. Tenemos que continuar este trabajo, a huevo. Y tenemos que aprender cómo comunicarnos mejor con la gente.” El Negro no es de la gente que se repliega o busca protección. Es terco y va acercándose al abismo.


Raúl Mijango y Paolo Luers. Foto: El Faro

Los que analizan la realidad detrás de las cifras record de violencia comienzan a llegar a una conclusión inquietante: Ya no se trata de una guerra entre pandillas —esta se mantiene a muy bajo nivel—, ahora el motor de la violencia es el enfrentamiento entre pandillas y el Estado. En esto, no hay mediación posible, por lo menos no por parte nuestra, tal vez por parte de la Iglesia, si ella estaría dispuesta, o por parte de organizaciones internacionales como la OEA o la ONU, que tampoco pueden intervenir, a menos que el gobierno lo solicite. Y esto no va a pasar.



 

Siguiente entrega, sábado 12 abril:

Capítulo 21:  El video




Capítulo 22:  Capturan a Raúl y Camilo