"Lo que vimos este lunes en transmisión en vivo desde el Oval Office es nada menos que una red internacional de secuestro en acción."
En la voz del autor: Bukele.mp3
Sentado en la Casa Blanca, ante las cámaras y los micrófonos del mundo, confesaste que por decisión tuya una persona que no tiene cargos contra él ni en El Salvador ni en Estados Unidos, sigue encarcelado. No hay manera más pública y contundente de declararse culpable de un crimen...
Lo que vimos este lunes en transmisión en vivo desde el Oval Office es nada menos que una red internacional de secuestro en acción.
En una exposición arrogante de poder, ambos asumen que, aunque es a todas luces ilegal, lo pueden hacer, simplemente porque se arrogan el poder total y desconocen el poder de las cortes, incluso de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos. Esto es un caso que trasciende la suerte de una sola víctima, en este caso Kilmar Ábrego, es un desafío general al Estado de Derecho, tanto en Estados Unidos como en El Salvador, incluso al derecho internacional.
Vos, Bukele, te estás haciendo cómplice del intento de Trump de erradicar el control de la justicia sobre sus acciones – cosa que en El Salvador ya es pan comido. Con esto te amarraste de una vez por todas a Donald Trump. Ganás a corto plazo siendo la mascota del hombre más poderoso del mundo, pero cuando caiga Trump -y va a caer tarde o temprano- caerás con él.
Mientras tanto, los secuestros al CECOT de inmigrantes salvadoreños, venezolanos o de otros países (y posiblemente pronto de ciudadanos estadounidenses) van a seguir. Las familias y las organizaciones de protección de los Derechos Humanos van a demandar a ambos gobiernos -incluso a vos personalmente- para obligar a las cortes de Estados Unidos a tomar posición. Ya ahora, luego de este descarado show de complicidad criminal en la Casa Blanca, la presión política internacional y la condena de estas prácticas van a llegar a niveles que nunca te has imaginado. Y en casa, más de la mitad de los salvadoreños ya expresa preocupación y rechazo a tus sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos. Siga así y vas a terminar como Donald Trump, que a solo tres meses de haber asumido el poder ya tiene menos del 50% de apoyo popular.
La otra cosa repugnante de tu visita con tu chero Donald es que nadie habló de la suerte de los salvadoreños en Estado Unidos. Ni siquiera pediste a Trump mantener vigente el TPS para 250 mil salvadoreños. Ni un gesto hacía la diáspora que durante años te estuve apoyando.
Tu capital político lo estás perdiendo con malas apuestas. Y vos sabés, mejor que otros, lo poderoso que es cuando la gente, luego de tener fe casi ciega a sus dirigentes, la pierda y se sienta defraudada. Vos sobre una ola de frustración popular surfeaste al poder. Con la siguiente ola caerás en la trompa. A Trump esto ya le está pasando, y como amarraste su suerte con la suya, te pasará igual.
Tuviste una salida salomónica – y no la aprovechaste. Hubieras dicho a Trump que el retorno de Ábrego, que exige la Corte Suprema de Estados Unidos, es problema de él - pero que vos tenés la papa caliento en tus menos, o sea en el CECOT, y te vas a deshacer de ella liberando al hombre, ya que no tiene cargos en el país.
Pero no, como Trump y Rubio y toda la banda reunida en el Oval Office lo clasificaron como terrorista peligroso, no tenías el valor de liberarlo, aunque sabés perfectamente que es inocente. Mil veces maldito seas por tratar así a un compatriota...
Sin saludos,
* * *
Para Raúl Mijango.
Como todo prisionero político, para sobrevivir
pasó escribiendo, siempre y cuando no le nieguen
papel y lápiz.
Si existiera su libro, quizás no hubiera escrito
esta segunda parte del mío.
Raúl murió el 28 de agosto 2023,
luego de que durante años de encarcelamiento
le negaron la debida atención médica.
Capítulo 23: El pleito con los compas del ERP
Voy a Morazán con Camilo, quien está recién liberado, con medidas cautelares. Hay una discusión que tenemos que tener con nuestros compas del ERP, la organización guerrillera, en la cual militamos Camilo, Raúl y yo durante la guerra.. Urge, antes de que se rompa algo. Es nuestra familia...
Cuando cayeron presos Raúl y Camilo, para mí era lógico llamar a nuestros ex compas del ERP para que se pronunciaran en su apoyo. No hubo mucho eco. Ahora los dos salieron libres, pero están enfrentando un juicio que les puede costar condenas de 15 a 20 años —y además están precondenados por parte de los medios, de la fiscalía y los partidos políticos. Volví a insistir. Algunos compas convocaron a una reunión en San Salvador, y fuimos Raúl, Camilo y yo. Jamás me imaginé que algo así llegaría a pasar, pero muchos de los compas se negaron a hacer declaraciones públicas de apoyo, prefirieron callarse. Algunos incluso se pusieron en contra de nosotros. “¿Quién les dijo que tenían que ponerse del lado de esos pandilleros mierda? Y hoy vienen a llorar y pedir ayuda.” Sobre todo se pusieron en contra de Raúl, a Camilo más bien lo pintaron como víctima del ‘aventurismo de Raúl y su afán de protagonismo, que todos conocemos desde mucho tiempo”...
“Por la gran puta,” les dije, ya encachimbado y frustrado: “¿Van a hacer una sesión de crítica y autocrítica —o vamos a discutir cómo ayudamos a los compañeros?” Raúl, como siempre, es más sarcástico: “¿A partir de cuando ustedes se han vuelto tan miedosos? No me vengan con pretextos, miedo tienen ustedes...”
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Raúl Mijango y Camilo (Roberto Castillo), luego de que ambos fueron puestos en libertad, pero Mijango nuevamente detenido con otra acusación |
Se armo una discusión fea —y sin resultado. No habrá ninguna declaración conjunta. La familia está dividida, hay resentimientos. Unos pocos, a título personal, se solidarizaron en redes sociales con Raúl y Camilo. Joaquín Villalobos nunca contestó ningún email. Ana Guadalupe expresó cariño y solidaridad en privado, pero no en público. El padre Rogelio y Sebastián, el Torogoz, expresaron su solidaridad, uno en su misa, el otro en un concierto. El resto, silencio.
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Ana Guadalupe Martínez, Rogelio Ponseele y Sebastián el Torogoz |
En Facebook apareció publicada una carta firmada por “los excombatientes de Morazán”, criticando la tregua y casi acusando de traidor a Raúl. Con Camilo decidimos ir a Morazán y enfrentar esta discusión. Raúl dijo: “Mejor no voy. Conmigo sería más controversial. Siempre les he caído mal a muchos de ellos. Vayan ustedes. ¡Y suerte!”
Por primera vez desde que estamos metidos en esta aventura de la tregua, vamos a Morazán. Siempre cuando fuimos a Ciudad Barrios, pasamos cerca de Morazán. Vimos el Cacahuatique del otro lado, y siempre hablamos de nuestras matadoras subidas a este cerro, pero nunca nos desviamos a Perquín, Jocoaitique o Meanguera. Tal vez hubiera sido bueno hacerlo y hablar con los compas desde el principio.
Llegamos a Perquín. Nos están esperando Nasser, Licho y Marisol. No han firmado aquella carta —bueno, nadie la ha firmado con su nombre—, pero sabemos que Licho y Nasser, dos de los principales los comandantes de campo de la guerrilla de Morazán, comparten la crítica a la tregua y a nosotros. De Marisol, que fue miembro de la dirección nacional del ERP, no sabemos qué piensa.
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Nasser y Licho, dos de los jefes militares del ERP, oriundos de Morazán |
Nos reciben como siempre, con abrazos, jodarria, cerveza, ron, anécdotas recontadas. Como queriendo reafirmarnos mutuamente: Somos compañeros, somos hermanos, compartimos tanto. “¿Se recuerdan cuando en Yoloaiquín el helicóptero agarró a Paolo con el culo al aire y casi lo mataron cagando?”, dice Licho. “Paolo, te recordás cuando a Licho lo pusimos a verga en aquel hostal El Gigante, y no podía manejar y chocó su carro contra la pared, ¿Cuándo fue esto, en 1995?”, dice Camilo. “Se recuerdan cuando Paolo se cayó en aquella quebrada botando las ollas a la Mila, y casi nos matan por el escándalo que hizo..”, etc. La jodarria de siempre.
Pero algo más está en el aire, algo que nadie quería tocar. Luego de vaciar la botella de flor de caña, Nasser dice: “Vamos a mi casa en el río. Tengo cerveza y ron ahí, y se quedan a dormir. Mañana se bañan en la cascada.”
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Nasser, en frente de su cascada. San Fernando, Morazán |
Vamos a San Fernando, a la cascada de Cañaverales, donde Nasser se ha construido una casa en los terrenos de su familia. A Nasser le ha ido bien después de la guerra. Estudió derecho, se graduó, trabajó de abogado, y ahora para la Corte Suprema de Justicia, en seguridad y traslados de reos. A Licho, el segundo de Jonás al mando de las fuerzas del ERP en Morazán, le ha ido no tan bien. Jonás le ha dado trabajo en Protección Civil, además ha hecho negocios, pero todos le salieron mal. Bebe demasiado.
Sentados afuera de la casa, escuchando la caída de agua en el río, abro una cerveza y digo: “Vaya, hablemos. Venimos aquí para hablar con ustedes de la tregua, de la acusación contra Camilo y Raúl, y cómo les podemos respaldar.” Quería agregar que también hablemos de los operativos de limpieza social que ha habido aquí en la zona, y del hecho que aquí no puede pasar nada de esto sin que ellos, como exjefes militares y políticos de la zona, estén metidos o por lo menos sepan lo que está pasando. No lo digo, me quedo callado.
Muy rápido, la discusión se vuelve fea. Nasser y Licho, ya algo tomados, comienzan a hablar peste de Raúl. Lo acusan de haber metido a Camilo en este lío, aprovechándose de él. Camilo, siempre tan tranquilo, se enoja: “No me insulten. A mí nadie me mete donde no quiero estar. Y dejemos clara una cosa: Raúl es mi hermano, y Paolo y yo nos metimos en esto por convicción y porque le tenemos confianza al Negro.”
Ellos mismos comienzan a hablar del problema que hubo aquí, en el Norte de Morazán. “En la Segundo Montes hubo unos cipotes que comenzaron a joder. Jalaron a unos mareros hijueputas de San Miguel. Los compas les dijeron que se calmaran, que aquí no íbamos a tolerar maras, pero al fin había que tomar medidas. ¿Ustedes creen que hicimos la guerra para que luego se nos metan locos y criminales? Aquí no. Y ustedes negociando con ellos a saber qué cosa...”
“Y yo no hice la guerra para que luego armemos escuadrones de la muerte,” dice Camilo.
Marisol se mete para calmar el clima. “Discutamos esto políticamente,” comienza, todavía la política mesurada y analítica que conocimos durante la guerra, como miembro de la comandancia general del ERP y como responsable del trabajo político en la zona. Para mi sorpresa, Marisol hace un análisis de la tregua como necesidad y oportunidad histórica. “Nadie lo quiere escuchar, pero el país necesita unos segundos acuerdos de paz, esta vez para poner fin a una guerra social que se expresa en las maras...” Wow, no lo hubiera podido explicar mejor. “Además, les debemos solidaridad a ellos. Arriesgaron todo para resolver un problema,” concluye. Nasser y Licho no están muy convencidos, pero por lo menos Marisol los puso a pensar.
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Marisol Galindo |
“Pero tengo que decir una cosa: Aquí no hubo escuadrón de la muerte, ¿cómo van a pensar? Los compas hicieron autodefensa de la comunidad, y tenían todo el derecho de hacerlo. Aquí mandamos nosotros y no unos mareros,” dice Nasser, con tono de resentido. Nos vamos a las hamacas a dormir. En la mañana nos quita el agua de la cascada la goma, no sólo del guaro, también de los encontronazos de la discusión...
En el viaje de regreso ambos estamos sin muchas ganas de hablar, algo tristes. Al fin Camilo dice: “Puta, algo se rompió, algo que yo pensaba que duraba toda la vida...”
“Esperáte, ellos no son enemigos, Camilo. Sólo tienen experiencias y opiniones diferentes.”
“Pero tampoco podemos contar con ellos. Ya no, y esto, para mí, es difícil de aceptar.”
A mí también me queda un mal sabor de este reencuentro. Pero por otra parte, en Morazán también están Marisol, Rogelio, Sebastián el Torogoz y muchos otros que entienden lo que estamos haciendo.
Capítulo 24: El video del FMLN
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El video que los pandilleros grabaron de su reunión con el FMLN |
El último día de octubre de 2016, al fin sale publicado el video de la reunión de las pandillas con Benito Lara y Arístides Valencia, en la campaña presidencial del 2013/14. Ahora ambos son ministros del actual gobierno y sostenes de la guerra ‘antiterrorista’ contra las maras. Benito es ministro de Seguridad, Arístides de Gobernación. No sé cómo y de quién El Faro al fin consiguió las grabaciones que yo nunca pude conseguir en el 2014. Los periodistas no hablamos de nuestras fuentes, mucho menos en casos tan delicados. Y yo ya no tengo el tipo de contacto con los pandilleros de ‘el comité’ que me permita preguntarles este tipo de cosas. Si es que todavía funciona el tal comité. Mando un escueto “Felicidades” al WhatsApp del Diplomático. Pero esta vez, no me contesta.
Esta revelación en El Faro es un bombazo para el Frente y el gobierno. No es que alguien haya dudado que negociaron un pacto electoral con las pandillas para ganar en el 2014, pero escucharlo a voz viva es otra cosa.
Los últimos meses las cosas se han desarrollado muy rápido. En julio, en medio de un mega operativo contra la MS llamado eufóricamente ‘Jaque’, fue arrestado Piwa y presentado por la fiscalía como ‘el cerebro de finanzas y negocios de la MS13’. Con él cayeron docenas de cabecillas, pandilleros, colaboradores, casas, negocios, vehículos, hasta hoteles.
Antes ya habían arrestado a Nalo de Las Palmas, el hombre de más jerarquía de la 18-Revolucionarios fuera de los penales. Dos bajas más de ‘el comité’, luego de que anteriormente habían muertos a balazos Donkey, el otro delegado de los Revolucionarios, y Chepe Cejas del Sur. Quedan sólo dos de los seis que tenían experiencia en estas tareas de la negociación interna, con la mediación, y con el trato con los mediadores. Y uno de los dos, Cisco, está fuera de circulación. No sabemos si está preso, muerto o escondido. Se terminó ‘el comité’.
De Nalo ya sabemos que lo han ‘volteado’ y convertido en testigo criteriado. En la acusación de la fiscalía en el ‘caso tregua’ ya aparecieron sus declaraciones como prueba principal contra Camilo y Raúl.
Ahora comienzan a correr, al interior de las pandillas, rumores sobre Piwa. Algunos dicen que también hizo un su deal con la fiscalía para ganar inmunidad y protección. Incluso, algunos especulan que él, antes de su captura, entregó la información que llevó al operativo Jaque. ¿Quién sabe?
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Piwa luego de su detención |
Un mes después del operativo ‘Jaque’ y de la captura de Piwa, suena otro bombazo: El arresto del ex fiscal general Luis Martínez. Parece chiste, pero es un asunto muy serio, tanto para él como para su supuesta víctima, quien no era otro que el padre Toño. La fiscalía de Luis Martínez mandó a arrestar a Toño en julio del 2014, acusándolo de colaboración con la pandilla 18-Sur, en concreto de haberles facilitado teléfonos celulares en el penal Cojutepeque. Luis Martínez consiguió una orden judicial de intervenir la comunicación telefónica del padre, y ahí captaron conversaciones que confirmaron la sospecha que introducía teléfonos al penal. Estas eran las pruebas que la fiscalía presentó para la orden de arresto. Lo que no podía Martínez presentar al juez fueron las conversaciones que revelaban relaciones íntimas del padre con un pandillero, que también quedaron grabadas. La ley obligaba a la fiscalía no solo a no usarlas, sino a destruirlas, ya que no tenían relación con la investigación que llevó al juez a autorizar la intervención telefónica. Sin embargo, Luis Martínez no mandó a destruir estas ‘pruebas’, sino las usó para chantajear al padre a confesar su delito.
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Luis Martínez esposado |
Esta extorsión, ahora que ya no es el poderoso fiscal general, lo lleva a ser arrestado. Con mediación de la Iglesia Católica, la fiscalía retiró las acusaciones contra el padre Toño, quien a su vez se comprometió a renunciar a su parroquia, salir del país y nunca más entrar en contacto con ningún pandillero. Salieron jodidos los dos, el ex fiscal y el ex cura. “Dos enemigos menos,” dice Raúl. Yo le señalo: “Tome en cuenta que Luis Martínez siempre arremetió contra nosotros, pero en los medios. Nunca procedió y acusó a nadie en relación con la tregua. Creo que tuvo el caso en la gaveta, como palo para amenazar, pero nunca tuvo la intención de judicializar. Tuvo que llegar Douglas Meléndez, que necesitaba mostrar que no era tan inútil como parecía, para presentar el caso contra la tregua...”
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Los fiscales generales: Luis Martínez y su sucesor Douglas Meléndez |
Quedamos con la incertidumbre de si algún día, antes de que el ‘caso tregua’ llegara a vista pública, Douglas Meléndez iba sacar del sombrero a Piwa junto a Nalo. Porque muchas pruebas no se sostenían para condenar a Raúl, Camilo, Nelson Rauda y los demás acusados. Toda la acusación está basada en testimonios de un pandillero criteriado. O tal vez, de dos...
Siguiente entrega, jueves 17 de abril:
Capítulo 25: El Diplomático
Capítulo 26: El 'caso tregua'