Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 4 enero 2022
Estimados amigos:
Demos la bienvenida al 2022 y todas las buenas nuevas que nos va a dar. Más bien, que nos va a dar el presidente Nayib Bukele. Porque no es el gobierno que nos resuelve, los problemas, es el líder en su sabiduría y amor por el pueblo.
Bukele va a construirnos una Biblioteca Nacional como ningún país latinoamericano tiene. No se dejen confundir por las malas lenguas, que dirán que lo que realmente necesita un país con tan pésimo nivel educativo no es un palacio con libros en la capital, sino buenas bibliotecas en todas las escuelas al interior del país. Tampoco se dejen confundir por los que van a negarle el mérito a nuestro presidente, diciendo que esta obra no lo va a construir él, sino los chinos, su máximo líder Xi Jinping y los cientos de ingenieros y trabajadores chinos que van a mandar y que tal vez se quedarán, como pasó en Costa Rica.
De la misma manera van a tratar de echar agua al vino en el caso del Estadio Nacional, que don Nayib va a erigir. No va a crear puestos de trabajo para los salvadoreños, van a decir, chinos van a traer. Y además, los que siempre encuentran pelos en la sopa van a cuestionar por qué en el Espino, que es el pulmón verde de la ciudad, y no en las zonas donde viven la mayoría de los que van al estadio para ver perder a la selección.
Algunos van a llegar al colmo de decir que en vez de un tercer estadio en la capital el pueblo necesita escuelas, tratamiento de aguas negras, o una extensión de la Universidad de El Salvador. No les hagan caso…
No saben ellos que una vez que al fin tengamos un estadio, del cual todos podamos sentirnos orgullosos, el fútbol nacional va a tener un auge sin precedentes. Ni los mexicanos tendrán un estadio tan lindo como el que este año se comenzará a construir en el Espino…
Aparte de la biblioteca y el estadio, nuestro presidente va a iniciar en el 2022 la construcción de otros proyectos que nos van a llenar de orgullo. Estamos hablando de BitcoinCity, del viaducto de los Chorros, la autopista de Surf City, del tren Pacífico, del aeropuerto internacional de Oriente. El presidente y sus lugartenientes ya nos han dicho que todos estos megaproyectos, igual que el nuevo Hospital Rosales y el Hospital del Norte, serán construidos en 2022. Será muy caro iniciar todos estos proyectos en un solo año, y tal vez como simples ciudadanos no entendemos cómo se va a financiar, pero confiamos en nuestro presidente. Él sabrá cómo…
No importa que el Chaparral todavía no esté listo y que tampoco esté operando el puerto de La Unión. Son más importantes los proyectos nuevos, las nuevas ideas, los sueños de nuestro presidente.
Y no sólo se van a construir edificios e infraestructura, ya anunciaron que 2022 será el año de construir la Nueva República. Se va a terminar la tarea de poner la justicia, la Fiscalía, y todas las demás instituciones en sintonía con esta tarea. Se va a terminar de destruir a los partidos y otras fachadas de los mismos de siempre: FUSADES, ANEP, la UCA. Y los medios de comunicación o se ponen en función de las transformaciones que gestiona el presidente, o van sentir la ira del pueblo y su gobierno…
Lo que no va a hacer nuestro presidente es aceptar las condiciones del Fondo Monetario. Ellos insisten en tonterías como un presupuesto equilibrado, transparencia y jueces independientes, sólo para ponerle obstáculos a la construcción de la Nueva República, conducida por nuestro líder presidente. Igual los gringos. Que bueno que Nayib ya los mandó al carajo.
Así que el año 2022 será el punto de no retorno para el proyecto de los hermanos Bukele. O alguien los detiene este año, o el avión se hará pedazos.
Saludos, Paolo Luers