Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 3 agosto 2021
Estimados amigos:
Fueron invitados a una reunión en Casa Presidencial. Tuvieron el valor de asistir. Dijeron lo que había que decirle a un presidente no acostumbrado a escuchar. Y esta misma noche informaron a la nación de lo hablado. Bien hecho.
Digo valor, porque había que ir a la cueva de los leones de la desinformación y de la propaganda del odio. Les fue mal a los empresarios que fueron a CAPRES y hasta peor a los embajadores: cayeron en una emboscada mediática.
Sabiendo todo esto, ustedes decidieron asistir, hablar, escuchar e informar. Por primera vez, el presidente mago de las comunicaciones no ganó una batalla mediática. Bien hecho, amigos.
No sólo les tocó enfrentar al oficialismo arrogante, sino al mismo tiempo a los ‘puristas’ en el lado opositor o crítico al gobierno que vieron con desconfianza que ustedes se sentaran en una mesa con el presidente. Pero este desafío también lo manejaron muy bien. Ustedes no son políticos o dirigentes partidarios que necesitan asegurarse la aprobación de todos. Ustedes actuaron como lo que son: organizaciones cívicas acostumbradas a actuar contra corriente, comprometidas con causas bien definidas, como derechos Humanos, transparencia, justicia independiente, derechos constitucionales… No necesitan aplausos ni pedirle permiso a nadie.
Por supuesto que ustedes no tenían ningún mandato para negociar con el presidente, pero tampoco tuvieron esa intención. De todos modos, los principios que ustedes defienden no son negociables. Por supuesto que en esta reunión no iban a resolver los problemas de la falta de independencia judicial, de la transparencia gubernamental y del clima político y social envenenado por las campañas de odio, revanchismo y venganza.
Para resolver estos problemas se requiere cambiar la tendencia en la opinión pública, la cual hoy mayoritariamente consiente la erosión de la democracia y del Estado de Derecho a cambio de promesas populistas. El hecho de que los líderes cívicos, que durante años y frente a diferentes gobiernos han defendido con valentía la democracia y sus necesarias instituciones, vayan a Casa Presidencial para confrontar al mandatario por sus abusos de poder y violaciones de la Constitución abona a este cambio en la opinión pública.
El principio que la democracia necesita es diálogo y hay que defenderlo incluso o sobre todo cuando el gobernante lo desprecia y apuesta a la división e imposición. Ustedes, ante la mirada de una sociedad que tenía las más diversas expectativas y preocupaciones ante esta invitación a Casa Presidencial, aceptaron el reto y dieron cátedra de disposición y capacidad de diálogo, de transparencia, y de responsabilidad cívica.
Los ‘puristas’ van a seguir pataleando en Twitter, pero no podrán dividir las organizaciones civiles, ni vetar su esfuerzo por usar el diálogo para arrinconar, poner en evidencia y mostrar que el gobierno ya no controla la narrativa sobre lo que pasa en el país. Si el presidente va a cumplir su compromiso expresado de respetar la libertad de prensa y de las organizaciones cívicas de criticar el corte autoritario de gobernar, está en duda. Ya veremos. Igual que su compromiso de dar seguimiento a este diálogo con sus críticos. Posiblemente se correrá, demostrando que no aguanta el diálogo.
El éxito del diálogo en este tipo de situaciones de desequilibrio de poder no se mide en las acciones que va a tomar o dejar de tomar el gobierno. Se mide en el impacto que logra en la sociedad y en la opinión pública. Esta batalla obviamente no está ganada, pero por primera vez tampoco la ha ganado el aparato millonario de propaganda del gobierno. Bien hecho.
Un consejo: no se metan en una discusión estéril sobre si ustedes son o no oposición. Depende de cómo definimos el concepto oposición. Claro que ustedes no son oposición partidaria que busca llegar al poder. Pero igual es claro que ejercen oposición contra el autoritarismo y el desmontaje de nuestra democracia. Y que trabajan para que en el futuro tengamos gobiernos que junto a la sociedad civil reconstruyan y fortalezcan la democracia. En este sentido, con orgullo somos oposición quienes desde las organizaciones cívicas o los medios de comunicación nos enfrentamos al autoritarismo.
Saludos,