Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, jueves 27 mayo 2021
Ciudadana canciller:
Dicen algunas almas generosas que conociéndola le dan a usted el beneficio de la duda. O sea, piensan que usted no estádel todo cómoda e identificada con los abusos de poder del presidente, ni con la corrupción manifiesta en su gobierno. Algunos incluso chinean la esperanza que usted, en cualquier momento, diga: Hasta aquí llegué, Nayib.
Bueno, le honra que gente honrada piensen así de usted. Yo, que no la conozco, sólo me puedo atener a lo que veo. Usted dejó pasar el 9 de febrero del 2020, con las vergonzosas imágenes de la Asamblea ocupada por contingentes militares, y del presidente haciendo un grotesco show de rezar y amenazar al mismo tiempo – y usted siguió con su misión imposible de explicar a los gobiernos y parlamentos del mundo que aquí no pasó nada que les debe preocupar.
Usted dejó pasar el 1 de mayo 2021, cuando se instaló la Asamblea electa para el período 2021-2024, y inmediatamente procedió a eliminar la independencia judicial – y no la escuchamos protestar y llamar a respetar la Constitución. Hasta don Fabio Castillo, quien junto con su padre don, Jaime Hill, acompañó fielmente a Nayib Bukele en el concejo municipal de San Salvador; quien defendió a Bukele ante el tribunal de ética del FMLN; y quien luego aceptó formar parte de un “equipo ad-hoc” (que no es otra cosa que una comisión presidencial) de preparar una nueva Constitución, rompió su silencio cómplice ante el golpe a la Constitución consumado el 1 de mayo. Don Fabio renunció a la comisión presidencial que prepara la nueva constitución, porque el 1 de mayo se dio cuenta que el presidente no tiene respeto por el Estado de Derecho y porque él, como abogado, no quiere ser parte de darle una Constitución a la medida de sus anhelos de poder total. Aunque luego hizo, en una reciente entrevista, afirmaciones algo confusas y contradictorias, el hombre dijo “Hasta aquí llegué con este presidente...”
Usted, en cambio, no hizo ni dijo nada.
Pero sí salió una noticia sobre usted en estos días. Sólo que no tuvo nada que ver con la legalidad o ilegalidad de la Sala de lo Constitucional de facto y del fiscal general impuesto. Sobre esto, silencio. La noticia que recibimos es que usted demanda del Estado salvadoreño una indemnización de $255 millones (en palabras: ¡doscientos cincuenta y cinco millones de dólares!) por dos fincas que la familia de su madre perdió en la Reforma Agraria del 1980.
Una canciller de la República haciendo al Estado una demanda tan frívola por un monto tan absurdo – esto es algo que hay que tratar de digerir... Por otra parte, se entiende que usted no quiere renunciar del gobierno ahora, por un detalle (para usted y su familia) tan insignificante como la independencia judicial, en el justo momento que al fin hay una Corte Suprema a la cual se puede presionar desde el Ejecutivo para que su demanda de los $255 millones proceda – porque desde que se hizo, en el 2009, no prosperó, porque hubo jueces y magistrados independientes.
Así que, usted no va a dejar ir $255 millones, sólo para mostrar que no es cómplice de corrupción y de ataques a la Constitución. Hasta ahí no llega el compromiso de abandonar las prácticas de “los mismos de siempre”, que según ustedes son responsables de toda la corrupción histórica, desde el despojo de las tierras ejidales a las comunidades indígenas hasta las fechorías de Mauricio Funes.
Así que le diré a nuestros amigos comunes que ya no me vengan con el cuento que usted no es como Bukele y los corruptos que lo rodean. Usted va a seguir sirviéndoles. Dicen que irá a Washington para explicar lo inexplicable. Suerte con este viaje, puede ser el último con visa americana...
Saludos,