Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 26 enero 2021
Estimado Félix:
Ya en noviembre del año pasado publiqué una carta diciendo que la Comisión ad-hoc que Bukele te puso a presidir era inconstitucional por nacimiento, o sea incluso antes de que comenzara a producir propuestas inconstitucionales: “Al solo crear esta Comisión Presidencial, al poner al vicepresidente a cargo, al usar fondos gubernamentales para su funcionamiento, y al hacer este tipo de declaraciones, ya están violando la Constitución”.
Muchos me dijeron: “No des importancia a esta iniciativa, sólo es para tener entretenido a Félix”. Equivocados estaban, como se verá más abajo. Se está armando un cóctel tóxico…
En mis muchas pláticas con los letrados de la ley, aprendí algunas reglas fundamentales del Estado de Derecho. La más básica es esta: “El funcionario sólo puede hacer lo que la ley le autoriza a hacer. Todos lo demás es ilegal. En cambio, el ciudadano puede hacer todo que no esté prohibido por una ley.”
Es una regla muy simple, y tal vez la más violada. Hablando de la Constitución y su reforma, significa que como ciudadano me puedo reunir las veces que quiera con los ciudadanos que quiera para discutir las reformas a la Constitución que se nos antoje plantear. No así los funcionarios del gobierno. El órgano Ejecutivo y su presidente explícitamente no están autorizados por ninguna ley a tomar iniciativa para generar reformas constitucionales. Pueden opinar, como cualquier otro. Pero el presidente no puede nombrar una comisión, aunque sea ad-hoc, para analizar y proponer reformas constitucionales, y el vicepresidente no puede aceptar dirigir esta comisión. El gobierno no puede erogar fondos para este esfuerzo no autorizado en ninguna ley y ciertamente no en la Constitución, la cual más bien define que cualquier iniciativa de reformar la Carta Magna es competencia exclusiva del Legislativo.
No entiendo por qué a esta altura, cuando cada viernes se publicita la reunión semanal de esta comisión ilegal y los temas que discuten, nadie ha parado esta locura. La comunidad jurídica se ha pronunciado en favor y en contra de las diferentes reformas que están en discusión, pero no sobre el pecado de nacimiento de esta iniciativa del gobierno para hacerse de una Constitución a su medida.
Escuchamos que está en discusión el rol de la Fuerza Armada, y que se está cuestionando la norma central definida por los Acuerdos de Paz, que prohíbe a los militares entrometerse en la política. Escuchamos que la comisión discute el regreso al servicio militar obligatorio. Escuchamos que se discute una de las “fórmula pétreas”, o sea inamovible y no reformable de la Constitución: la alternancia del poder. Ustedes dicen que está en consideración alargar el mandato presidencial y permitir la reelección luego de un período presidencial. Ahora un expresidente tiene que esperar dos períodos para volver a postularse.
Y los partidos del bloque de apoyo incondicional a Bukele ya se sienten envalentonados a hablar abiertamente de la reelección inmediata. Un sondeo que hizo El Mundo entre candidatos, arroja que en Nuevas Ideas, Gana y Cambio Democrático ya se habla de lo que sería la violación más radical a nuestra Constitución: remover la prohibición que un presidente en función pueda lanzarse a la reelección. Consumaron esta violación en Venezuela, Nicaragua y Honduras. Quisieron hacerlo en Ecuador, Colombia y Bolivia, pero no pudieron. Ahora lo quieren probar en El Salvador, y el traidor que se presta a promoverlo se llama Félix Ulloa.
El cóctel que están preparando sería letal para nuestro sistema republicano y democrático: Reelección presidencial y el regreso al militarismo. De todos modos, sólo podrían imponerlo en una acto flagrantemente inconstitucional, o sea por la fuerza. ¿Y vos te prestás a esto sin siquiera sonrojarte? Tu padre, asesinado por la dictadura militar por el pecado de defender la autonomía universitaria, te dará una patada desde su tumba.
Saludos,