Publicado en MAS! y EL DAIRIO DE HOY, 12 noviembre 2019
Estimado señor capitán de navío René Francis Merino Monroy:
Me estoy preguntando con base en qué información el presidente de la República se atrevió a publicar este tuit, dándole a usted una orden explícita: “Señor Ministro Merino Monroy, prepare e interponga la denuncia ante la Fiscalía General contra Gustavo López Davidson por el hurto de cargamentos de armamento de la Fuerza Armada, así como por estafa agravada a las institución”.
Me estoy preguntando con base en qué información el presidente de la República se atrevió a publicar este tuit, dándole a usted una orden explícita: “Señor Ministro Merino Monroy, prepare e interponga la denuncia ante la Fiscalía General contra Gustavo López Davidson por el hurto de cargamentos de armamento de la Fuerza Armada, así como por estafa agravada a las institución”.
Es imposible que el presidente de la República se haya dado cuenta ni siquiera de la existencia de un negocio de armas entre el Ministerio de Defensa y la empresa Centrum, de López Davidson, realizado en 2013, sin que usted le haya informado. Y no solo informado: Tiene que haberle dicho al presidente que en este negocio hubo delitos como “hurto” y “estafa agravada” por parte del señor López Davidson. ¿De qué otra manera al presidente de la República una buena noche a las 7:49 pm se le ocurre hacer semejantes acusaciones al presidente del principal partido de oposición?
Hay otra cosa que cuesta entender: luego de que usted informa al presidente, recibe a las 7:49 pm del jueves 7 de noviembre la orden presidencial de proceder con una denuncia ante la Fiscalía. Sin perder tiempo, usted se presenta a la Fiscalía, a la primera hora del día siguiente. Y ahí la cosa insólita: usted presenta un “aviso verbal”, o sea sin entregar ninguna documentación sobre el negocio entre Centrum y Defensa y los presuntos delitos.
¿Anuncio verbal? Esto lo puede hacer un ciudadano, cuando de alguna forma se dio cuenta de un delito. Un ciudadano no tiene cómo tener acceso a la documentación que comprueba el delito. Pero un ministro de Defensa, en un caso que surgió dentro de su ministerio, donde él tiene acceso ilimitado a todos los archivos y a los subalternos involucrados, ¿cómo puede ir a la Fiscalía y hacer un anuncio verbal, sin documentar las acusaciones graves contra uno de los líderes políticos de la oposición? Es más, ministro, para informar al presidente, usted ya tiene que haber documentado el caso de antemano. ¿Cómo se le ocurre no entregarla a la Fiscalía?
Por una simple razón: no hay caso. No hay documento alguno en los archivos del Ministerio de Defensa que indique que en el contexto de los negocios entre el ministerio y la empresa Centrum se hayan dado delitos como hurto y estafa.
A mí como civil me costó un par de llamadas y un almuerzo para confirmar con fuentes militares activas y otros retirados que por parte de Defensa nunca hubo el mínimo reclamo a la empresa Centrum en la adquisición de dos obuses de fabricación israelí (el calibre hasta la fecha es información reservada). Fueron adquiridos en 2013, previo viaje a Israel de varios oficiales para probar los equipos. Los equipos fueron entregados debidamente, pero con el acuerdo de que iban a quedar empacados hasta que la Fuerza Armada adquiriese las municiones y Centrum pudiese dar el entrenamiento final. Esto nunca se dio, porque nunca compraron las municiones de obús porque son muy caras. Entonces, nunca se desempacaron, nunca se probaron en suelo salvadoreño. Por tanto, no puede haber ningún indicio de que sean deficientes. O sea, las armas que compraron a López Davidson no funcionan porque no compraron munición.
Como era un convenio de permuta, los obús (con valor de 2 millones de dólares) no se pagaron, sino que Defensa entregó a Centrum lotes de armas obsoletas, muchas de ellas de uso excesivo durante la guerra civil, que luego fueron vendidas todas previamente inhabilitadas a empresas en Estados Unidas que se dedican a la reconstrucción de armas. Nuevamente, en los archivos de Defensa no se encuentra ninguna documentación que podría indicar que este trato haya sido desfavorable para Defensa, ni hablar de delitos.
Usted como ministro tiene acceso a toda esta información. Cualquiera en Casa Presidencial, con menos esfuerzo y tiempo que yo como periodista, hubiera podido comprobar que no hay documentos que indican el cometimiento de ningún delito en el contexto de la adquisición de los obuses israelíes.
Entonces, nuevamente: ¿cómo se atreve el presidente de la República a públicamente acusar a López Davidson de hurto y estafa agravada? Obviamente no tiene nada que ver con la búsqueda de verdad y justicia, mucho menos con un esfuerzo de preservar los derechos del Estado. Tiene que ver exclusivamente con un ataque político, partidario y personal del presidente al jefe de un partido opositor que se niega a someterse a imposiciones del gobierno. Se trata de la reacción del presidente a declaraciones recientes de Gustavo López Davidson que significan una oposición más consistente que la de ARENA en la Asamblea.
Lo triste es que la irresponsabilidad del presidente está comprometiendo al ministro de Defensa y la Fuerza Armada que dirige.
Saludos,