lunes, 16 de septiembre de 2019

Mucho ruido. De Erika Saldaña


Publicado en EL DIARIO DE HOY, 16 septiembre 2019 


A la Asamblea Legislativa le aplica la frase “mucho ruido y pocas nueces”.
Con mucha frecuencia leemos en las redes sociales que los diputados manifiestan que un proyecto “cuenta con su voto”, cuando solo existe una idea medio dibujada. En la Asamblea están muy acostumbrados a endosar votos sin mayor pensamiento, sin considerar las implicaciones de sus decisiones. Para muchos, la foto y una nota en el periódico es más importante que analizar las complejidades y posibles resultados en la implementación de una ley.
Un ejemplo reciente: el pasado jueves se presentó en la Asamblea Legislativa una iniciativa para que los salvadoreños en el exterior puedan votar y elegir cinco diputados bajo una circunscripción exterior. La presentación de dicha propuesta tuvo el respaldo de al menos cuatro diputados de distintas fracciones legislativas. Los diputados deben tener claro varios conceptos antes de apoyar propuestas, para que no solo se queden en papel y enunciados de buenas intenciones.
El voto en el exterior ya se ejecuta para elecciones presidenciales, mientras que para las elecciones legislativas y municipales la Sala de lo Constitucional declaró la inconstitucionalidad por omisión en el año 2016, debido a que la Asamblea Legislativa no ha regulado los procedimientos, requisitos y garantías necesarias para que los salvadoreños en el exterior puedan votar y postularse en cargos públicos. A la fecha no han reportado avances.
Para garantizar el derecho de los salvadoreños en el exterior debería empezarse por simplificar la inclusión en el padrón electoral e incentivar el voto. En las elecciones de 2014 votaron 2,727 personas en primera vuelta y 2,706 en segunda vuelta, con un costo de 1.4 millones de dólares, mientras que el año 2019 votaron 3,808 salvadoreños, para lo cual se ejecutaron cerca de $250,000 dólares en una votación. Se tiene que evaluar las formas de volver más eficiente el ejercicio de dicho derecho, sino se corre el riesgo que pocas personas elijan cinco diputados.
Los promotores de dicha reforma deberían incluir una explicación de varios problemas que puede presentar otorgar cinco diputados a la diáspora salvadoreña. ¿La propuesta presentada ha considerado que el artículo 79 de la Constitución establece que las circunscripciones electorales se establecen en el territorio de la república? ¿Cómo se pretende salvar la constitucionalidad de la creación de un “departamento 15” fuera del territorio nacional para constituirlo como una circunscripción electoral?
Por otra parte, ¿de dónde sacan que cinco diputados es un número ideal para representación de salvadoreños en el exterior? El mismo artículo 79 de la Constitución establece que la base del sistema electoral es la población y que para su elección se adoptará el sistema de representación proporcional. En El Salvador, a la fecha, no tenemos un censo poblacional que nos diga cuántos salvadoreños somos y cómo está distribuida la población. El último fue realizado en el año 2007 y por ley tuvo que actualizarse en el año 2017, lo cual no se ha efectuado. Tampoco existen estudios técnicos que establezcan cuál es la representación que ejerce un diputado por grupo poblacional y si necesitamos más o menos diputados.
La labor legislativa no se reduce a “apretar un botón”. Los diputados son representantes de todo el pueblo salvadoreño y, por tanto, son los primeros obligados a salvaguardar el interés social con respeto a las minorías; pero su trabajo no puede basarse en conceptos abstractos como “el clamor del pueblo”. Deben considerar los pros y contras de una labor técnica como la emisión de leyes, si las propuestas son constitucionales o no y si cualquier cuestión que se solicita es viable. La Asamblea Legislativa ya no puede seguirse manejando como un foro donde lo que más abunda es el ruido y las fotos.