[Quiero
que antes de leer esta carta, primero vean este artículo sobre el barco
“Sea Watch”, que bajo el mando de Carola Rackete rescata a refugiados
en el mar mediterráneo. Actualmente tiene a bordo 42 refugiados que de
otra manera hubieran naufragado y muerto – y el gobierno en Roma te
prohibió desembarcar a los rescatados en un puerto italiano. Para los
que leen esta carta en internet, es fácil encontrar esta nota, solo
activen este link. Para los que leen esta carta en El Diario de Hoy o MAS, pongan en Google el título de la nota: La capitana que desafía a Salvini. Gracias.]
Estimada Carola:
Tu ejemplo anima a tomar acción. Estás
desafiando al gobierno italiano y su alpha macho Matteo Salvini, que
considera criminal la operación de los barcos humanitarios de rescate y
amenaza con echarte presa y decomisar la “Sea Watch”, si entras al
puerto de Lampedusa. Mandaste un mensaje a Savini: “He decidido entrar al puerto. Sé a lo que me arriesgo, pero los 42 náufragos a bordo están al límite. Los llevo a salvo.”
En
Estados Unidos han sido arrestados voluntarios humanitarios por el crimen de
abastecer de agua a los migrantes que atraviesan el desierto para cruzar la
frontera. En México comienza la represión contra organizaciones religiosas y
comunitarias que brindan apoyo logístico a las caravanas de migrantes que atraviesan
el país.
Mientras
el mundo tiene gobernantes como Trump y Savini, se necesita personas como tú,
que no aceptan la criminalización de la migración – e incluso de las
organizaciones humanitarias que tratan de evitar que esta criminalización
resulte en la muerte.
Tu
desafío valiente funciona. Los gobiernos municipales de Amsterdam y Berlin han
ofrecido recibir a los refugiados a bordo de la “Sea Watch”. Organizaciones
religiosas de Italia se han comprometido a recibir a los náufragos, de la
manera que su alimentación, tratamiento médico, ropa y el transporte a su
destina final no le costaría ni un solo Euro al gobierno italiano. El
multitudinario Congreso de los lutheranos de Alemania sacó una resolución que
autoriza a su Iglesia a formar parte activa en las operaciones humanitarias en
el mediterráneo en apoyo a los refugiados. El presidente de la Iglesia dijo: “Ayudar
al prójimo es un deber cristiano, y ningún gobierno puede prohibirlo.”
“Il
capitano”, como los seguidores de “La Lega” (el partido de derecha racista de
Salvini) llaman a su líder, al fin ha encontrado a su capitana. Mejor díganle de
un solo “il duce”, como a Mussolini…
Tu
posición frente el poder cínico no tiene nada de berrinche, ni de
búsqueda de protagonismo (ni siquiera usas las redes sociales). Tienes
tanta fuerza, porque la tuya nada más es una posición de principios
profesionales y humanitarios, sin confrontación, sin agitación
propagandística. Pero es contagiosa y marca una tendencia, que puede ser
peligrosa para los Trump y Salvini, que insisten en cerrar sus
fronteras – incluso a costa de muertos.
Gracias, paisana. Saludos desde El Salvador, de
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)