Ayer las cuatro campañas presidenciales firmaron el compromiso de participar en un debate organizado por ASDER, que será transmitido por todas las radios y televisoras afiliadas a esta asociación. Perfecto. Un primer paso. Pero no puede ser un solo debate. Mucho menos un solo debate tan aguado como ASDER suele hacerlo.
Espero que los candidatos y los medios no hayan firmado un acuerdo de exclusividad que evite que los medios puedan producir o transmitir otros debates.
Necesitamos varios debates, en diferentes modalidades, con diferentes moderadores:
– otros debates de televisión, incluyendo de los candidatos a la vicepresidencia;Necesitamos todo esto para que los votantes podamos descubrir de qué están hechos los candidatos, qué temple tienen – y para que veamos si sus propuestas tienen sustancia.
– debates más dinámicos, con los candidatos libremente discutiendo entre ellos;
– foros tipo ‘town hall’ en universidades o barrios, donde los candidatos discutan con los ciudadanos;
– debates temáticos sobre seguridad, empleo, corrupción, educación, donde los candidatos discutan con expertos;
Los debates, cuando son bien hechos y múltiples, no los gana el que habla más rápido, más fuerte y más bonito. Los gana quien tiene carácter y sustancia. Cuando más de la mitad de la ciudadanía todavía no sabe por quién votar, solo los debates pueden darnos elementos y criterios racionales para tomar la decisión.
Y si en el país no hay quien tenga la capacidad, la imparcialidad y el valor de organizar un verdadero debate, que inviten a CNN o CBS a que produzcan –en San Salvador, Los Angeles o Washington- un debate como ellos saben ponerlo en escena.
Ya van a comenzar las campañas con todo lo que significa: spots y cancioncitas que saturarán las radios y la televisión; vallas y mupis por todos lados; ataques mutuos; entrevistas hasta más no aguantar. Cada partido va a publicar su plan de gobierno, mamotretos a todo color que muy pocos van a leer. Pero todos estos instrumentos de campaña son monólogos. Los monólogos no sirven mucho para medir a los candidatos.
Necesitamos que los candidatos se encaren, se reten, se corrijan mutuamente. Y de cara a toda la ciudadanía.
El otro instrumento de campaña que tiene sentido, pero poco se hace, es el ‘town meeting’, donde el candidato se para frente a una audiencia local, dispuesto a responder a la preguntas, críticas y propuestas de la gente. No los ‘tarimazos’, donde cada uno de los candidatos habla a sus militantes acarreados. Necesitamos que cada candidato salga de su zona de confort y encare a comunidades enteras, audiencias críticas y exigentes. Lo pueden hacer juntos o cada uno por separado. Quien tiene el valor de hacerlo, se ganará el respeto de la gente.
Está bien que el 13 de enero del 2019 tengamos un debate, que será transmitido en todas las radios y televisoras. Pero mientras tanto, ¿sólo vamos a escuchar cancioncitas y monólogos? No jodan. Pónganse las pilas, candidatos, medios y universidades…
Saludos,
(MAS! Y EL DIARIO DE HOY)