Defendimos la independencia de la Corte y en especial de la Sala contra el intento de Funes y del FMLN de imponerles un presidente ilegítimo. La defendimos cuando el PCN y el PDC, encachimbados con la Sala por una sentencia que confirmaba su cancelación como partidos, se sumaron al intento del FMLN y GANA de controlar la Corte y la Sala.
Los ciudadanos defendimos la Sala cuando el FMLN les tiraba encima sus turbas para negarles la entrada a los municipios donde sus magistrados estaban haciendo jornadas de explicar la Constitución y sus principios.
Los ciudadanos defendimos a la Sala cuando la Asamblea dominada por Sigfrido Reyes y Guillermo Gallegos quería apelar sus sentencias ante una Corte Centroamericana que no tiene esta competencia.
¿Realmente piensa Bukele que esta ciudadanía que con crítica e independencia enfrenta a los partidos va a dejar de defender la independencia de la Sala y la seguridad de sus magistrados y acompañarle en esta aventura peligrosa de desconocer la institucionalidad del país y de querer presionar a la Sala y al TSE con amenazas de sus turbas?
Todo esto es falso: Bukele no es víctima del sistema de la partidocracia, sino de sus malas decisiones, pésimas asesorías. En última instancia, es víctima de su propia demagogia.
La Sala no está preparando una sentencia con dedicatoria a su candidatura, ni siquiera para quitarle la matrícula a su partido taxi. Como es su deber legal, la sala está revisando si el TSE tenía razón de declarar inaplicable el artículo 47 de la Ley de Partidos que manda a cancelar a los partidos que no logren 50 mil votos o una diputación. La Sala no va a ordenar quitarle a Bukele su vehículo. Si confirma la constitucionalidad del artículo 47, la Sala va a ordenar al TSE que revise y decida si este artículo se puede aplicar al CD tres años después y otra elección de por medio. Y el TSE puede decir que sea cual sea la sentencia de la Sala, no puede aplicarse retroactivamente…
{Sobre esta problemática lea mañana un análisis
más exhausto en mi Columna Transversal.}
Bukele seguirá armando manifestaciones
contra la Sala y el TSE, como antes ha hecho contra la Fiscalía. Seguirá
mandando a sus emisarios a intimidar con amenazas a los magistrados y
sus familias. De nada le va a servir. Las instituciones van a seguir
aplicando la ley como la Constitución manda, le guste o no a Nuevas
Ideas o al CD – y la ciudadanía, sobre todo la crítica y vigilante de
los partidos, va a seguir defendiendo estas instituciones.
Lo que la ciudadanía exige es que los partidos se renueven, no que alguien arme partidos que en vez de hacer mejoras políticas se dediquen a matonería.
Así como hemos estado atentos para defender la Sala contra los ataques de los partidos, a los cuales les costó aceptar la independencia judicial, más seremos vigilantes ahora ante los ataques de los antipolíticos.
Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)