Todos las figuras de su partido están hablando sobre el resultado desastroso que sacaron en las elecciones. Tratan de explicarlo, hacen algunos mates de autocrítica, prometen escuchar al mensaje de sus bases. Todos menos usted.
Tal vez usted piensa que quedarse callado demuestra actitud presidencial. Tal vez piensa que como presidente está encima de estas discusiones. Gran error: lo que la gente, incluyendo muchos militantes y bases del FMLN, están exigiendo son cambios en el gobierno, tanto en la composición del gabinete, como en las prioridades y políticas públicas. Ustedes pueden hacer cambios en la dirección del partido. Deberían. Pero lo que urge a la gente es un mejor gobierno. Más allá de los militantes, a los ciudadanos no les importa el partido, les importa el gobierno y los servicios que da – o más bien no da.
A la gente, también a mi, les da igual si Medardo, Ramiro, Norma y Sigfrido sigan mandando en el FMLN. Esto no nos afecta. Tienen que discutir internamente en el partido si les conviene o no, con vista a las elecciones del 2019. Lo que la gente pidió a gritos el 4 de marzo, incluyendo las bases del FMLN, son cambios en el gobierno. Y esto, señor presidente, es asunto suyo. Solo usted puede poner orden en el gobierno, puede sustituir a ministros y funcionarios que manejan las instituciones como si fueran feudos de ellos.
No es nada difícil saber a quiénes tiene que sustituir. Sólo vea dos cosas: los resultados y los reclamos de la gente. Haciendo esta evaluación, le sale la lista de los ministros y funcionarios que tiene que despedir.
Primero, sus encargados de Seguridad. Empezando con su secretario Manuel Melgar, con el ministro-comisionado Ramírez Landaverde, y con el director de la PNC, Howard Cotto. No le tengo que explicar porqué, es obvio que han fracasado.
Segundo, el presidente de CEL, David López, que no ha logrado aumentar la capacidad de generación de energía eléctrica del país, a pesar de cientos de millones de dólares invertidos. El problema: los han invertido mal. Y el daño lo pagamos todos los meses los ciudadanos y los empresarios, porque CEL no ha logrado bajar los costos de energía.
Tercero, el presidente de CEPA, Nelson Vanegas, en cuya administración se ha saboteado la concesión de nuestros puertos y la ampliación de nuestro aeropuerto, con enormes costos para el desarrollo del país.
Cuarto, el presidente ANDA, Marco Fortín, cuya arrogancia, incompetencia y falta de transparencia le han costado al FMLN buena parte de los votos que perdió.
Quinto, el viceministro de Transporte, Nelson García, quien es tal vez el personaje más odiado por los millones de afectados del caos en nuestras ciudades.
Sexto, el ministro de Hacienda, Carlos Cáseres, quien nunca ha sido capaz de presentar presupuestos equilibrados y completos.
Séptimo, el jefe de PROESA, Sigfrido Reyes, a quien urge sustituir por un funcionario con capacidad profesional y capacidad de atraer inversiones. Ahí va en la cola José Luis Merino, a quien no hay que sustituir con nadie, porque tiene una plaza de viceministro fantasma que inventaron para conseguirle fuero.
Hay más que ya no me caben en esta carta: en la Lotería Nacional, en CORSAIN, en Economía y Salud.
Así que, cuando al fin decida romper su silencio, que sea con el anuncio de una limpieza radical de su gabinete. Y luego para anunciar nuevas políticas en estos ministerios y dependencias.
Estamos pendientes. Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)