Estimados candidatos:
Salió la noticia: En enero de 2018 vence el contrato que tienen las alcaldías del Gran San Salvador con MIDES, el monopolio que maneja nuestra basura. Me temo que esto los agarró de sorpresa.
Salió la noticia: En enero de 2018 vence el contrato que tienen las alcaldías del Gran San Salvador con MIDES, el monopolio que maneja nuestra basura. Me temo que esto los agarró de sorpresa.
Lo triste: Como nuestras ciudades seguirán produciendo montañas de basura todos los días; y como nadie se ha preocupado a construir una solución alternativa al problema, ya está claro qué va a pasar: Renovarán el contrato con MIDES.
Se va a renovar, a pesar de todo:
• A pesar de que MIDES nació con el vicio de que entregamos este negocio a una mafia: primero a unos canadienses de mala reputación, luego al señor Enrique Rais, actualmente prófugo de la justicia.
• A pesar de que en el mundo ya se está abandonando el método tradicional de los rellenos, creando industrias que convierten la basura en electricidad, gas y materiales industriales.
• A pesar de que el modelo MIDES significa que las alcaldías (o sea los ciudadanos) pagan por deshacerse de la basura, cuando tendría que ser al revés: que nos compren los desechos.
No hay alternativa, no porque no exista;
tampoco porque no sea técnicamente o financieramente factible. No hay
alternativa, simplemente porque nadie se ha preocupado de prepararla a
tiempo.
La solución en muchos países ya es
realidad: construir una industria de la basura, que toma nuestros
desechos como materia prima para generar energía, y para producir
materiales valiosos para la industria.
Si esto sería una industria municipal, o estatal, o privada, o un Asocio Público-Privado, esto es lo primero que la política tendría que definir. Todos estos modelos funcionan en diferentes países. No hay que inventar la pólvora. Lo que tiene que garantizarse son dos cosas: que sea ecológicamente sostenible; y que la basura, que ahora significa un inmenso costo para los municipios, se convierta en fuente de su financiamiento.
¿Qué hacer, entonces, ante la realidad que no existe ningún plan, y que por otra parte el contrato con MIDES expira en enero? Ni modo, hay que seguir transitoriamente con el proyecto de Nejapa, pero interviniendo la empresa. Yo, como soy radical, la nacionalizaría, concibiendo el problema de la basura como una emergencia nacional. Pero al mismo tiempo hay que sentar las bases para la verdadera solución: la creación de una industria de la basura.
A ver si alguien de nuestros candidatos a alcaldes, diputados o presidente quiera agarrar este tema.
Saludos,
A p u n t o d e e x p i r a r p o l é m i c o c o n t r a t o d e l a b a s u r a
a d q u i r i d o p o r 1 4 a l c a l d í a s d e l G r a n S a n S a l v a d o rA l c a l d e s d e l G r a n S a n S a l v a d o r s i n d e f i n i r
n u e v o c o n t r a t o p a r a e l m a n e j o d e b a s u r aM I D E S : u n m o n o p o l i o q u e n o d a
l u g a r a a l t e r n a t i v a sJ a q u e l i n e R i v e r a a f i r m a q u e t i e n e n g a r a n t i z a d o
t r a t a m i e n t o d e b a s u r a c o n M I D E S