martes, 10 de octubre de 2017

Carta sobre el caso El Mozote

Querido amigo:
Un amigo me emplazó: ¿Cómo es posible que no fuiste a Gotera para escribir sobre el juicio contra los militares en el caso El Mozote? ¿Ya no te importa? Varios colegas periodistas de El Faro han expresado la misma crítica: ¿Por qué los otros medios no recogen los testimonios de los sobrevivientes de El Mozote?

Sí me importa El Mozote. Sí me importan las víctimas de esta masacre. Pero no creo en este juicio, ni en los otros que se están abriendo contra militares y guerrilleros, luego de que fuera declarada inconstitucional la amnistía. Siempre he dicho que me parece un error haber quitado la amnistía, y que ahora se están abriendo juicios penales en todos estos casos de crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad, y violaciones de Derechos Humanos cometidos en el marco de la guerra.

En Gotera se demuestra que llevar estos casos a la justicia penal no tiene sentido. Estos casos deberían ser objeto de investigación histórica, periodística, foros académicos, cuyos objetivos serían: dar voz a las víctimas; y establecer y analizar la verdad.

Pero esto no se cumple en un juicio penal. Ahí se trata de pruebas científicas y testimonios, bajo reglas estrictas de pruebas, para establecer, sin lugar a duda, la responsabilidad personal de los acusados. El juicio de Gotera demuestra que esto no es posible 36 años después de los hechos. Y no es, como muchos alegan, muestra de un sistema que promueve la impunidad, sino de que es un error llevar estos casos a la justicia penal.

Bajo las reglas de la justicia penal, casi nada de lo que aportan los testigos en Gotera es relevante. Y esto es una injusticia con las víctimas, los sobrevivientes y testigos. Tienen todo el derecho de contar sus historias. Tienen derecho de hacerlo donde sus historias sean relevantes – y esto no es ante el juez de Gotera.

Mi amigo me preguntó: ¿Por qué no testificás en este juicio, si vos estuviste ahí? Esta es la confusión que muchos tienen sobre este juicio. Yo estuve en El Mozote, pero días después de que el ejército se retiró. Puedo contar lo que pasó ahí, porque los sobrevivientes me lo contaron. Conozco la verdad, y la difundí al país y al mundo.

Pero no tengo nada que aportar a un juicio penal. Todo lo que sé sobre la masacre, es irrelevante ante un juez, porque no fui testigo ocular. Mi verdad es una reconstrucción periodística. De paso sea dicho: Lo mismo es válido para el informe de la Comisión de Verdad. Es muy relevante, pero no ante una corte que necesita comprobar hechos y responsabilidades individuales.

A mi no me vengan a decir que yo me estoy callando sobre El Mozote. Yo inmediatamente fui a El Mozote; traje a periodistas internacionales al lugar de las masacres. Hicimos las denuncias, reportamos los hechos. Pusimos contra la pared a la Fuerza Armada, al gobierno y a sus padrinos en Washington. Y luego fui parte del equipo que tendió la trampa al principal responsable, el coronel Domingo Monterrosa, a quién la gente de Morazán aplicó justicia por su crimen.

Está bien que El Faro dé volumen a las voces de los sobrevivientes. Pero que no confundan la verdad que ahí se revela, la verdad de las víctimas, con una verdad jurídica que permita establecer condenas penales. Sólo estarían aportando a más frustración.

Esto es lo que tengo que decir sobre el caso en Gotera. Saludos,
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(MAS! / EL DIARIO DE HOY)