Tienen razón mis amigos William Pleitez y Bobby Murray, quienes a nombre de la Corporación Fomilenio han puesto en la agenda nacional la urgencia de dar mantenimiento adecuado a nuestra red vial. El actual gobierno ya es el tercero que ha dejado abandonadas las carreteras, porque han usado el FOVIAL, que todos nosotros financiamos cada vez que echamos gasolina, para financiar proyectos que por ley corresponden a Obras Públicas, no al FOVIAL: reconstrucción de carreteras y obras nuevas, incluyendo los pasos a desnivel, túneles, etcétera.
Ustedes, que están a cargo de Fomilenio, deberían seguir presionando al gobierno que se haga cargo del mantenimiento. Pero no deben prestarse a ayudar al gobierno a zamparnos un aumento del impuesto para el FOVIAL de 20 a 37 centavos por galón de gasolina o diesel.
La ley es clara: El impuesto para FOVIAL es exclusivamente para el mantenimiento de la red, no para su renovación, ni mucho menos para proyectos nuevos. Esto es tarea del MOP, y lo tiene que financiar poniendo los costos en el presupuesto nacional. Pero dentro de la política inconstitucional de no poner todos los costos en el presupuesto, los gobiernos de Saca, Funes y Sánchez Cerén han optado por vaciar las cajas del FOVIAL, pagando de este fondo específico las inversiones en nuevas obras. Esto tiene para ellos la ventaja de poder artificialmente reducir el déficit en su presupuesto general, pero con la grave consecuencia que ya no quedan fondos para el mantenimiento. El lamentable estado de las carreteras refleja esta realidad.
La Asamblea, y específicamente la oposición legislativa, debe ver esta problemática en el contexto de sus actuales negociaciones para obligar al gobierno a presentar un presupuesto completo y equilibrado, incluyendo las inversiones del MOP. Aprobarle al gobierno el aumento de 17 centavos por galón para el FOVIAL significaría legitimar otra forma de manipular el presupuesto. Y los voceros del Fomilenio no pueden hacerse cómplices de esta maniobra. Ni tampoco los diputados.
Una vez que las inversiones del MOP ya no se carguen al FOVIAL, se puede hacer, con la ayuda de los expertos de Fomilenio, un análisis de las necesidades de mantenimiento. Y si este análisis llega a la conclusión que hay que ajustar el monto del impuesto del FOVIAL, la Asamblea tendrá que aprobar el aumento que sea necesario para garantizar el mantenimiento adecuado. Pero no para ayudar al gobierno a esconder montos que no quiere incluir en el presupuesto del MOP. Y no serán 17 centavos adicionales por galón, sino tal vez un reajuste de 7 % que plantean los expertos del Fomilenio. Estrictamente para mantenimiento, y ni un centavo más.
La presión del Fomilenio y sus autoridades, que tienen mucho prestigio, tiene que ser sobre el gobierno, para que ordene sus finanzas, y no sobre la Asamblea, para que apruebe nuevas cargas a la población. La imagen de ustedes, acompañando al gobierno cuando solicitaron el aumento del impuesto, se presta a muchos malentendidos.
Atentamente, su amigo
(MAS!/El Diario de Hoy)