El atentado cometido en París el miércoles 7 de enero contra Charlie Hebdo y
el odioso asesinato de nuestros colegas, feroces defensores del
pensamiento libre, no es solo un ataque contra la libertad de prensa y
la libertad de opinión. Es además un ataque contra los valores
fundamentales de nuestras sociedades democráticas europeas.
Ya
en los últimos meses, la libertad de pensar e informar estaba en el
punto de mira, con la decapitación de otros periodistas,
estadounidenses, europeos o de los países árabes, secuestrados y
asesinados a manos de la organización Estado Islámico. El terrorismo,
sea cual sea su ideología, rechaza la búsqueda de la verdad y no acepta
la independencia de espíritu. El terrorismo islámico, aún más.
Después de negarse a ceder a las amenazas por haber publicado, hace casi 10 años, unas caricaturas de Mahoma, la revista Charlie Hebdo no
había cambiado ni un ápice su cultura de la irreverencia. Con el mismo
ánimo, nosotros, los periódicos europeos que trabajamos juntos
habitualmente dentro del grupo Europa, seguiremos dando vida a los
valores de libertad e independencia que son el fundamento de nuestra
identidad y que todos compartimos. Continuaremos informando,
investigando, entrevistando, editorializando, publicando y dibujando
sobre todos los temas que nos parezcan legítimos, en un espíritu de
apertura, enriquecimiento intelectual y debate democrático.
Se
lo debemos a nuestros lectores. Se lo debemos a la memoria de todos
nuestros colegas asesinados. Se lo debemos a Europa. Se lo debemos a la
democracia. “Nosotros no somos como ellos”, decía el escritor
checoslovaco Vaclav Havel, opositor al totalitarismo que triunfó y se
convirtió en presidente. Esa es nuestra fuerza.
Editorial conjunto de los diarios Le Monde, The Guardian, Süddeutsche Zeitung, La Stampa, Gazeta Wyborcza y EL PAÍS.