El candidato a la acaldía de San Salvador por el FMLN, Nayib Bukele, publicó en su perfil de facebook su respuesta a la Carta a los capitalinos: Por qué no hay que votar por Nayib Bukele.
Reproducimos esta respuesta para que los lectores de Siguiente Página puedan tener seguimiento al debate que al fin se abrio...
Gracias Paolo!
Ya es costumbre recibir numerosos ataques
tuyos, a través de tus redes sociales, así como de tus cartas y columnas
en El Diario de Hoy. La verdad, nunca les pongo mucha atención, ya que
carecen de credibilidad y cada vez son leídas por menos personas. Me
atrevería a decir que tus lectores han quedado reducidos a un pequeño
grupo de fanáticos y los que, ocasionalmente, las leemos solo para
constatar lo bajo que has caído desde hace algún tiempo.
Pero
esta vez tu carta amerita una contestación, no por su contenido (lleno
de ataques ad hominem, incoherencias, medias verdades y falsedades),
sino por su cierre, en donde, sin querer o deliberadamente, confesaste
tus intenciones y las del periódico que te cobija: “Haré todo lo posible
para que Nayib no gane las elecciones”.
La verdad, quiero
agradecerte por este regalo a solo 50 días de las elecciones. Yo he
venido advirtiendo que El Diario de Hoy y tu persona están detrás de una
campaña sucia ordenada por mi opositor más cercano. Lo he repetido en
numerosas ocasiones, entrevistas, etc. Sin embargo, aunque mucha gente
cree, ha constatado y le han quedado claras las intenciones de El Diario
de Hoy; estoy seguro que habrá siempre gente escéptica, que no creerá
lo que digo, o que no quiera ver las obvias intenciones de ese
periódico.
Sin embargo, como Francisco Flores, cometiste un gravísimo error: Confesaste.
Paco Flores no está preso por la astucia de nuestros fiscales, ni por
nuestro loable sistema de justicia, tampoco por la perspicacia de
Mauricio Funes o por la excelente Comisión Legislativa que lo citó. Paco
Flores está preso por una sola razón: él, de su propia boca, confesó, y
el pueblo salvadoreño lo escuchó. No lo dijo un opositor, un
adversario, no lo dijo alguien de izquierda o del FMLN; lo dijo él mismo
y todos lo escuchamos.
Gracias a Dios, acabás de cometer el
mismo error. Acabás de confesar que harás "todo lo posible” para que yo
no gane las elecciones. No lo dije yo, ni alguien de izquierda, ni del
FMLN, lo dijiste tú mismo, al final de tu carta tan llena de odio.
Es una frase muy fuerte. Y un escritor como tú sabe lo que significa.
En ningún momento afirmaste que harías todo lo “legalmente posible”, o
todo lo que “se pudiera dentro de la ética”, o “lo que te permitan tus
principios”; sino que fuiste claro: Harás "TODO lo posible”. Y eso
incluye (valga la redundancia) todo lo que te sea posible. Esto es:
difamar, calumniar, mentir, matar, hacer fraude. Todo, siempre y cuando,
claro está, te sea posible.
Tus palabras las tomo como un
regalo. En primer lugar porque si tu intención es hacerme algún daño
físico, déjame decirte que no te tengo miedo. Dios me dio la vida, la
uso para servir a los demás, la vivo a plenitud, duermo tranquilo y
satisfecho en las noches; y el día en que me toque partir, me llevaré la
satisfacción de haber vivido cada día como si fuera el último, haciendo
lo que me gusta, servir a mi gente y haber hecho algo por mi país al
que tanto amo.
En segundo lugar, porque los que no me creían que
El Diario de Hoy lanzaría una campaña de calumnias y difamaciones en
estos 50 días, ahora lo pueden tener claro, viniendo de ti, uno de sus
directores y su máximo vocero. Así que tus ataques y campaña sucia no
tendrán efecto. La gente al leerlo sabrá que sólo es parte de la
estrategia de “hacer todo lo posible" para que yo no gane las
elecciones. Y no lo dije yo, sino tú mismo.
Gracias por
aclarárselo a la gente que aún dudaba, Paolo. Tú y el rotativo que te
cobija lanzarán una campaña sucia, sin ninguna ética, moral o
principios. Será una campaña sucia con un sólo límite (como tu mismo
confesaste): lo que les sea imposible.
Ahora, gracias a tus palabras, hay un nuevo imposible para ti y tu periódico: que la gente les crea.
Gracias otra vez,
Nayib Bukele