Vos sos uno de los jóvenes de la generación post-guerra que ha mostrado liderazgo y ganas de intervenir en el debate sobre el futuro del país. Sos tan alejado del esquema de la confrontación ideológica, que ha marcado las generaciones de tus padres y tus abuelos, que tus posiciones a veces me han parecido exageradamente suaves y conciliadoras. Te acuerdas: Hemos tenido nuestros pleititos sobre esto. Yo diciendo que ustedes de Medio Lleno deberían ser más rebeldes y más agresivos en su crítica al poder - y vos contestándome que para ustedes la guerra ya pasó y que no van a pelear las batallas pendientes de mi generación...
Dejame decirte: quien tenía la razón fuiste vos, no yo. Ustedes tienen que llevar sus propias batallas - y esta lucha ya no es para botar gobiernos, sino para defender la constitución y para dar plena vida al estado de derecho.
Bueno, te diste cuenta que (muy a pesar de tu actitud conciliadora y constructiva) la guerra te alcanzó de todas formas. La guerra fría y sucia, por lo menos. Circula en las redes sociales un ataque a tu persona y tu familia que me dejó helado. No me extraña que estos heroicos guerreros anónimos me ataquen a mí: Soy conciente que lo estoy provocando con mi manera de ejercer la crítica periodística. ¿Pero a vos? ¿Y de esta forma bajera de meter a toda tu familia? Repugnante y preocupante.
Los nazis de Hitler tenían un término que se llamaba "Sippenhaft": la responsabilidad de toda la familia (padres, hermanos, primos, tíos e hijos) en casos que ellos consideraban "traición" al partido y la patria. Metieron a sus campos de concentración a miles por su parentesco con adversarios políticos.
El afiche que apareció en las redes sociales (y que lo circulan militantes del Frente y amigos de la candidatura de Saca) te ataca a vos por tu parentesco con tu tío abuelo José Antonio Rodríguez Porth, de quien piensan que es tu abuelo; y con tu tío José Antonio Rodríguez, de quien piensan que es tu papá. Conectemos los cabos: Tu tío abuelo, amigo y asesor cercano al presidente Cristiani, fue ajusticiado en 1989 por un comando del Partido Comunista - asesinato político que causó fuerte rechazo incluso dentro de las filas del FMLN. Y tu tío Toño en estos días es el blanco preferido de Funes en sus ataques a los ex-funcionarios de la Geotérmica. Además, tanto en los exabruptos radiales de Funes como en el ataque digital a tu persona, aparece el pecado principal de todos ustedes: su vinculación familiar con Francisco Flores. Parece que tu tío abuelo murió asesinado, pagando de antemano el pecado que su hija luego se iba a casar con Paco Flores. Y tu tío cometió el error de hacerse cargo de la dirección de la Geotérmica, sin tomar en cuenta que seis años después su cuñado iba a ser presidente de la República. Y de todo esto, por supuesto, sos responsable vos, por el simple pecado de llevar el mismo apellido. Por tanto, tu intervención en el debate político actual es moralmente condenable -aplicando la "Sippenhaft", que inventó Hitler, la retomó Stalin y la sacaron del basurero de la historia los que hoy te mandan este mensaje sublime: "Mirá lo que pasó a tu abuelo en 1989, mirá lo que puede pasar a tu papá..." No importa que el muerto no es realmente tu abuelo y el señalado por el presidente no es realmente tu papá: La "Sippenhaft" no solo abarca a hijos y nietos, sino igualmente a sobrinos. Sos marcado.
Lo que te recomiendo, Toto: Seguir igual. No aceptar batallas falsas. Seguir a ver medio lleno el vaso y a proponer cómo terminar de completarlo. Los guerreros anónimos, que se hundan en su propia miseria humana.
Saludos de
(Más!/EDH)