Lamentablemente en el mundo en que nos
encontramos, lo que no se mide no existe. Nosotros no podemos seguir diciendo
que hacemos cosas buenas, tenemos que demostrar que hacemos cambios, si podemos
sacar alguna buena conclusión de Río +20 es que hay que mejorar los sistemas de
mediciones mundiales. No podemos seguir simplificando con la medición del
producto interno bruto como la única posible forma para determinar si un país
crece o no. No podemos ver el rendimiento de una empresa solo en base a la
utilidad que genera y sobre todo no podemos tomar las decisiones de nuestras
vidas a ciegas.
En Latinoamérica somos proclives a no medir
nuestro trabajo, nos gusta el reino de la informalidad, nos hace flexibles, nos
permite tener cintura. Es cierto, pero también nos hace inexactos, nos hace
tomar decisiones a ciegas y no permite, sobre todo, medir lo bueno que nosotros
hacemos. Estoy seguro que cualquiera de
nosotros ha estado en una reunión de empresa, donde se toman decisiones porque
“yo creo que”, esta frase fatal es la que muchos, de nuestros líderes
empresariales, sustenta sus decisiones.
Pero sobre todo tenemos que medir lo bueno
que hacemos, la responsabilidad empresarial y las buenas prácticas. Hay muchas empresas e instituciones de
gobierno, que están generan cambios significativos en el país. Y por más que
nos digan miren todo lo que yo hago, sino dan cifras y medidores de impacto,
solo nos queda confiar.
Los más suspicaces de los lectores dirán
que igual los números son manipulables, que hay manera de hacer que digan lo
que quieran, y efectivamente es posible, pero entre mayor eficiencia tengamos a
la hora de medir, con mejores datos y más transparente; el debate podrá
centrarse sobre medidas tangibles y no sobre opiniones en algunos casos
calificadas y en muchos flojas y sin fundamentos.
La base para
tener un gobierno transparente no es crear un periódico gubernamental (o
revista digital) para que nos digan que es todo lo que hace el gobierno; es
construir un sistema de mediciones universales que permita a todo mundo evaluar
sin ninguna duda el rendimiento del país. Existen una infinidad de modelos
posibles para hacer esto: instrumentos basados en Metas (Ej: Biodiversity
Indicators Parnership), Índices ( ej: EPI, Índice de felicidad, Coeficiente
Gini, PIB, etc.), métricas (Ej. Ciclo del carbono), reportes (ej. Global
Reporting Iniciative), contables (Ej. Valor sostenible y contabilidad Verde) y
de auditoría (ej. Normas ISO y la triple línea base). De este mar de
instrumentos mezclados con un instituto confiable de medición; podríamos
después de muchos años saber realmente como está nuestro país.
Este tipo de
instrumentos también nos puede servir para medir la eficiencia de nuestra
empresa o negocio, podemos medir el impacto de la buena gestión que realizamos
y comunicarla de una manera efectiva.
Para saber si un territorio está mejor o
peor es necesario tomar en cuenta los ámbitos económicos, sociales y
ambientales, en concreto medir el desarrollo sustentable. Existe un instrumento
valioso llamado el SAMPSE, que desarrolló un colega mexicano, podríamos
implementar un modelo como esté para territorios particulares del país; de
hecho, ya se ha realizado el primer modelaje en el país. Instrumentos como este
nos podrían brindar la hoja de ruta tan necesaria para nuestro país.
Actualmente en
El Salvador no tenemos nadie que desarrollo mediciones científicas y que puedan
servir para la correcta toma de decisiones; podemos medir nuestro desempeño a
través de mediciones que realiza el sistema de Naciones Unidad o las propias
que realiza el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales; estas
mediciones son superficiales, cuando mucho parciales y no dan toda la
información necesaria para poder medir realmente el desempeño del país en
asuntos de sustentabilidad.
Si agregamos la
medición de los efectos del cambio climático, podremos caminar con luz y plena
visión, hacia un país con crecimiento económico responsable, socialmente
solidario y ambientalmente sano. Que tú empresa, tú municipalidad, tú país no navegue
a ciegas, busca y crea los instrumentos que necesitas y busca la asesoría adecuada
para que cumplas tus metas y sepas cuando las has cumplido.