jueves, 2 de diciembre de 2010

Carta al ministro de Defensa, Gral. David Mungía Payes

Estimado David:

Estimo mucho la lealtad. Sobre todo la lealtad de los militares al poder civil. Pero la lealtad no te obliga a mentir para sacar al presidente de cualquier huevo donde se mete. Los militares tienen que defender la patria, no tienen porque defender cualquier cosa que se le ocurre decir al presidente.

Para justificar la idea loca de gastar 100 millones de dólares para comprar aviones de combate, usan dos mentiras: que los actuales aviones de la Fuerza Aérea son de la Primera Guerra Mundial; y que los sustitutos brasileños que quieren comprar no son aviones de combate, sino que sirven para la lucha contra el crimen y para atender emergencias y desastres.

En el caso del presidente se podría decir: Bueno, como nunca ha estado en guerra, tal vez no sabe de qué está hablando. Pero estas pajas en boca de un general ya es otra cosa más grave: compromete la confianza que tenemos en la profesionalidad de la Fuerza Armada.

Hablemos de la primera mentirita: ¿Los ‘A 37 Dragonfly’ y los ‘Push-and-pull' son de la Primera Guerra Mundial de 1914-1918? No me jodan. Son aviones desarrollados a partir del 1963 para la guerra de Vietnam. No me ofendan: Cuando estuve de guerrillero en Morazán, a estos avioncitos les tuve un respeto bárbaro. No me diga que me tuvieron cagado de miedo aviones de museo...

Y los Super Tucanes brasileños que quiere comprar Funes son exactamente el mismo tipo de avión que el A37: son “aviones de combate liviano”, así los ofrece la fabrica en su sitio WEB. Son hechos para llevar 1500 kg de armamento convencionales o inteligentes, son blindados, tienen sistemas de detección de misiles hostiles...

Y ahí se cae la segunda mentirita: Los Tucanes que Funes quiere comprar a sus amigos en Brasil son para sustituir a los A37, que fueron desarrollados para la guerra en Vietnam y usados para la guerra salvadoreña: para bombardear, ametrallar, destruir, matar. No sirven para la lucha contra el crimen organizado ni para atender desastres. Para esto se necesitan helicópteros y aviones de carga, no de ataque. Es como comprar tanquetas porque los hospitales necesitan ambulancias.

General, no hay que inventar cuentos sólo para que el presidente no quede mal parado. A veces, general, la lealtad se expresa mejor callándose.

Saludos, Paolo Lüers

(Más!)