En realidad Chico Sandoval no se llama Chico Sandoval. Sus verdaderos apellidos son otros, aunque por este nombre es ampliamente conocido. Pues localmente, en esas áreas cercanas al parque nacional El Imposible, Sandoval era una familia en que... ¡tocabas a uno y tocabas a todos! Y por mucho tiempo, antes de que se calmaran, infundían poco respeto y mucho miedo. Hay quienes todavía usan este apellido por mostrar “estatus heredado”, a pesar de tener ya dos apellidos ajenos a este.
En la actualidad Chico goza de notoriedad que obviamente va más allá de lo local. Pues todas las semanas, acompañado de uno o más hermanos –y un número creciente de “otros acompañantes” que invariablemente lleva– entra y sale de la parte sur-occidental del parque nacional El Imposible... ¡con mochilas llenas! Jutes, chufles, cangrejos, tepezcuintles, otra fauna silvestre... solo ellos saben qué más llevan y cuál será su destino, que probablemente es en mucho comercial. Pues con corvos desenvainados, rehúsan revisión alguna de sus contenidos. En resumen, Chico parece tener una buena tajada de un parque nacional... ¡para él solo; para su uso privado y antojo!
¿Cómo es que entra y sale a cualquiera hora y día con tanta tranquilidad e impunidad? ¿Cómo ha logrado mantener este estilo de vida tan continua –y cada vez más continua– a pesar de denuncias que se remontan a 2003? Ojalá alguien sepa. La PNC ambiental asignada al parque está confinada a una portería y a un televisor. Ciertamente los guardaparques no lo saben, pues sus numerosos informes mensuales enviados a una ONG invariablemente han recibido como respuesta un silencio profundo y desconcertante. Sobre todo en años recientes. Y no solo los guardaparques han protestado. Hay una buena dosis de denuncias puestas ante dicha ONG, la Fiscalía General de la República y hasta la PNC ambiental. Pero hasta ahora...
Tal ha sido el impacto de este silencio que Chico y sus secuaces bajan en pleno día (o noche) por la calle principal, y hasta se ha jactado que “el que manda en El Imposible es él”. Y se sabe que ha puesto amenazas a guardaparques y a otros que se atrevan a tratar de interferir en su cómodo estilo de vida. Todos saben de tal estilo de vida y de su agresividad, que él y la mayoría de sus usuales acompañantes provienen de un caserío muy cercano a la ciudad de San Francisco Menéndez. Y que están dispuestos a mucho por mantener sus privilegios.
Últimamente ha sido observado en compañía de un nuevo miembro, con tatuaje y arma evidente, pero en ningún momento han expresado afinidad a una pandilla. ¿El nacimiento de una nueva “Clica Imposible?”
Este extenso saqueo es claramente una grave ofensa a la Nación. Un juego en que inocentes y aun autoridades pueden salir seriamente lastimados ante tan seria negligencia. Corresponderá a las más altas autoridades confirmar o desvirtuar esto con la premura del caso. Y Dios quiera, actuar. ¡Ah! Y quizás SalvaNATURA pueda mover la hectárea que están cuidando un poco más cerca del área en mención.
Publicado en La Prensa Gráfica 15/10/10