Un fantasma recorre la capital, primero en Merliot, después en el Mercado Central de San Salvador, en Plaza Mundo en Soyapango, en el centro histórico de Santa Tecla, en las ciclovías, en las universidades finas y menos finas...
El fantasma sos vos, don Ramón. Tu cara de repente aparece en miles de en camisetas, en calcomanías, en murales, en facebook, en youtube... Y nadie sabía a qué viniste.
Luego te transformas. Primero con cara feliz, de repente con cara de encachimbado: “¡Don Ramón está harto!”
¿Harto de qué, Ramón? ¿Y quién diablos está detrás de esto? En Santa Tecla vimos a los activistas de Oscar Ortíz con camisetas tuyas. Ah, ¡es el Frente quien está lanzando una campaña con don Ramón. ¿Estarán harto de Mauricio Funes? ¿O de las tarifas telefónicas?
Pero el mismo día reportan que la gente de Norman andan repartiendo tus camisetas en todos los mercados de San Salvador. Y dicen que Toby jr. también regala camisetas de Don Ramón. Igual que unos bichos que antes hemos visto con camisetas verdes del pescado. Y yo personalmente vi unas patrullas de la PNC con la calcomanía que decía: Don Ramón está harto...
Entonces, ¿qué diablos es la cosa que tiene hartos a todo el mundo, no importando partidos o credos?
¡La violencia! Ya te cachamos, don Ramón, andas en una campaña contra la delincuencia.
¿Pero quién está detrás de esto? Parece que nadie y todos. ¿Será cierto que al final se hacen escuchar los ciudadanos encachimbados?
Yo me uno. ¿Y sabés qué, Ramón? Somos más.
Que sigas jodiendo, viejo, este jueguito ya me empezó a gustar.
Esperando con qué más nos vas a salir, Paolo Lüers
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