sábado, 5 de febrero de 2011

Carta Will Salgado

Hola Will:

así que aceptaste la tarea de correr por la alcaldía de San Salvador. Es obvio que no se trata de ganarla, sino de fregar a Norman para que gane el FMLN.

En este caso, ¿Qué ganás vos? Esta es la pregunta del millón. ¿La candidatura presidencial de GANA en el 2014? ¡No me jodás! Para esto vos no dejás la alcaldía de San Miguel. Vos sabés bien que GANA en el 2014 ya no existe. Esta piñata se termina en el 2012. Esta burbuja color naranja se desinfla una vez que tiene que enfrentar elecciones. Así que no me digás que tu misión imposible en San Salvador te la pagan con otra aun más imposible en las presidenciales.

Entonces, ¿qué te ofrecieron para dejar la alcaldía de San Miguel y echarle la mano a Schafik hijo en San Salvador? ¿Qué ganás vos en este negocio? No creo que tus servicios sean ’de choto’...

Malas lenguas dicen que aceptarías la tarea de fregar a Norman si te garantizan que serás vice en la fórmula presidencial del FMLN.

¿Será este el negocio? Sería bueno saberlo. Sería bueno saber hasta dónde estás dispuesto a llegar. De Gana ya nada nos sorprende, pero muchos todavía piensan que vos sos un rebelde un poco loco, pero auténtico.

¿Estás dispuesto de jugar el papel de payaso, como el pobre Jaime Morales en Nicaragua, un hombre de ‘derecha’ que hace los mandados al comandante Daniel Ortega?

Además, ¿estás convencido que una formula de un comandante del FMLN con Will Salgado puede ganar?

No te olvides, Will: Más vale pájaro en mano que cientos volando.

Paolo Lüers

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jueves, 3 de febrero de 2011

Coincidencias sospechosas

No creo en coincidencias. Si sale Tony Saca declarando que la derecha no puede ir dividida a elecciones si quiere evitar un triunfo del FMLN, y el mismo día salen los dirigentes de GANA y Will Salgado hablando de una posible candidatura del último contra Norman Quijano, el mensaje es claro: O nos aceptan de socios, o vamos a hacer que gane el FMLN. Will Salgado no puede ganar en San Salvador, pero puede hacer que gane Schafik Handal hijo. Quien, por su parte, no tendría ninguna posibilidad de llegar a la Alcaldía sin un apoyo de este tipo.

No sé si Tony Saca realmente piensa que él (y detrás de él Will Salgado, Guillermo Gallegos y GANA) pueden caber en una ‘unidad de la derecha’. Lo dudo. Porque si quisiera esto en serio, ya estaría preparando el terreno tomando posiciones de oposición al gobierno FMLN-Funes. Cosa que no ha hecho, ni en una sola palabra, desde que entregó la presidencia a Mauricio Funes y el poder al FMLN. En privado sí, pero nunca en público. Nunca donde tiene costos políticos y podría poner en peligro la ‘gobernabilidad’ que Funes y su partido han pactado con GANA y, en última instancia con Tony Saca.

Si el ex-presidente ahora dice, en declaraciones en el acto de juramentación de Sigfrido Reyes como presidente de la Asamblea, que “hoy por hoy no regreso a la política partidaria... pero nunca hay que decir 'Nunca'”, quiere decir que quiere mantenerse todas las opciones abiertas.

Lo que al mismo tiempo significa: mantener viva la amenaza a ARENA de dividir a la derecha si no le hace caso. ¿Pero qué significa, a esta altura del juego, ‘hacerle caso a Tony Saca’? No pienso que quiera regresar a ARENA, aunque algunos juran que Saca les haya dicho que va a recuperar hasta la dirección de ARENA. ¿O será que solamente busca hacer pactos, con quien sea, que le garantizan a él y sus colaboradores protección de posibles persecuciones?

Hay quienes piensan que Tony Saca está tratando de ponerse en una situación que le permita definir quién gane en el las elecciones del 2012 y 2014, ARENA o el FMLN, y conseguir esta seguridad jurídica (otros la llamarían impunidad; depende cómo uno ve su desempeño como gobernador) con el que le debe su victoria a él…

Sea como sea, ARENA sería muy mal asesorado, si decide ‘hacerle caso’ a las insinuaciones de Tony Saca. Para ARENA, el único camino (aunque talvez no el más fácil) para volver a convertirse en opción de poder en El Salvador es seguir con el proceso de renovación. Este proceso de renovación, si quiere ser creíble, tiene que incluir renovación ética, no solamente generacional, programática e ideológica. Y ahí está precisamente el problema: esta imprescindible renovación ética es incompatible con cualquier tipo de pacto con Tony Saca, ni hablar de pactos con GANA o personajes como Will Salgado.

Si el alcalde de San Miguel quiere prestarse a facilitar al FMLN la recuperación de la alcaldía de San Salvador, ARENA tiene que decir lo que siempre hay que decir a los chantajistas: Nada de negociación. ARENA tal vez podría tratar de salvar la alcaldía negociando con Saca para que por arte de magia se retire la candidatura de Salgado, pero corriendo el peligro de salvar la alcaldía perdiendo el alma. O puede defender la alcaldía profundizando su renovación ética y programática y convirtiendo la batalla por San Salvador en la batalla final contra el oportunismo y el populismo que quiere seguir pervirtiendo la política.

En este caso, ARENA y el país, incluso en el hipotético caso de perder la alcaldía, ganan. Porque urge que alguien acepte el reto de derrotar, de una vez por todo, esta mentira de la ‘derecha popular’. La verdadera batalla no es por alcaldías o diputaciones, sino por principios.

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Carta al nuevo presidente de la Asamblea Legislativa

Excelentísimo presidente Sigfrido Reyes:

¡Qué lujo de país! Ahora tenemos dos presidentes. Por lo menos así parecía ayer cuando usted asumió el la presidencia de la Asamblea. Dos que pasan por la ciudad con sirena y caravana. Dos que andan con séquito de fotógrafos y camarógrafos del estado.

Una parte de la ceremonia me gustó: Cuando habló de la transparencia que la Asamblea tendrá bajo su mando. Felicidades. Entiendo que no sólo está hablando que usted va a terminar las prácticas de manejar como secreto del Estado el presupuesto de la Asamblea, y de aprobar plazas que nadie sabe para qué… Quiere entender que usted ayer estaba asumiendo un compromiso: bajo mi mando, la Asamblea pondrá en vigencia inmediata la Ley de Transparencia, haciendo caso omiso al otro presidente, el de la República, que quiere que se postergue un año más.

Si usted asumió en serio este compromiso con la transparencia, me quito el sombrero, y le perdono incluso el resto de su discurso pomposo de ayer. Por ejemplo, lo de tres veces evocar a Schafik Handal, como si fuera santo…

Me parece bien que al fin el FMLN haya llegado a presidir la Asamblea. Si quiere, desde este cargo puede promover que al fin la Asamblea asuma su rol de instancia de diálogo y concertación.

Pero no se olvide cómo llegó donde está. Mejor no hable tanto de “palabras de honor” que se cumplieron con su llegada a la presidencia de la Asamblea, porque el camino a este cargo fue hecho de traiciones, palabras rotas, diputados y partidos en venta…

No se olvide: Usted llegó donde está ahora rompiendo el protocolo anterior, facilitando que subieran a la Directiva los tránsfugas de Gana. Los mismos que pervirtieron la voluntad popular de poner una Asamblea con mayoría opositora.

Por esto insisto en lo de la transparencia.

Sin embargo, si usted en serio se vuelve garante que el presidente no logres postergar y ley de transparencia, al fin no es tan mala idea tener otro presidente que le corrija la plana…

Saludos, Paolo Lüers

Me quedaron dos preguntas: ¿Cómo es esto que anuncia que va a investigar las 458 plazas nuevas en la Asamblea? Porque usted formaba parte de la Junta Directiva anterior que creó estas plazas..

¿Y porque la primera decisión suya como presidente fue publicar su discurso sólo en algunos periódicos y en otros no? ¿Será la vieja práctica de castigar las posiciones críticas?

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martes, 1 de febrero de 2011

Carta a Ernesto López de Canal 21

Estimado colega:

Por segunda vez en pocos días: el presidente de la República en entrevista televisiva. Esta vez ‘dialogando’ con vos en Canal 21...

Hay que reconocer: Lo quisiste hacer mejor. No quisiste hacer el papel triste de tu colega Jorge Hernández, quien frente al presidente dejó de ser periodista, que pregunta, y se hizo maestro de ceremonia, que otorga la palabra...

Hiciste preguntas, e incluso algunas repreguntas incómodas. Pero de manera tan retorcida, pidiéndole disculpas al mandatario. Pidiéndole permiso y comprensión...

Una entrevista al presidente, para que tenga sentido periodístico, es un enfrentamiento con el poder. Para este reto hay que armarse bien: de información, análisis, datos. La pura voluntad no es suficiente.

Sobre todo hay que tener la convicción que cuestionar al poder es un ejercicio legítimo, necesario y digno de nuestra profesión. No le estoy pidiendo que se comporta como opositor - sólo que cuestione al presidente sin rodeos, sin complejos, con buena preparación.

No sé si es paja o si es cierto que vos estás coqueteando con la idea de que, si Mauricio Funes se pudo lanzar, desde la televisión, a la presidencia, ¿por qué vos no?

Si tenés esta ambición, te tengo que decir: con este tipo de entrevistas no llegás ni a alcalde de un pueblo fronterizo. Mauricio Funes, antes de lanzarse de candidato, construyó la leyenda del periodista superman que se enfrentaba a todos lo poderes por haber: con valentía, con preparación casi académica, con agresividad...

Broma aparte: No es por ambiciones políticas, es para hacer bien nuestro trabajo de periodistas que tenemos que mostrar más preparación, más análisis, más información. Sólo esto te puede dar la confianza que necesitás para enfrentarte al poder sin complejos. Sin pedir permiso.

Cuando publiqué la carta a nuestro colega Jorge, criticándolo por su servilismo en su entrevista al presidente, un lector comentó en facebook: “Pongamos a Funes (de antes) a entrevistar a Funes (de ahora)”. El problema es obvio: este Funes periodista ya no existe. Peor aún: cuando existía, ya era un proyecto político en construcción.

Saludos, Paolo Lüers

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lunes, 31 de enero de 2011

"No queremos odiar a Estados Unidos"

A un reportero americano, en las calles de El Cairo, un estudiante le gritó: “¡Obama, no apoye a Mubarak! No queremos odiar a Estados Unidos”.

Más claro no puede ser el mensaje a Estados Unidos: No nos empujen a odiarlos.

Entre los miles de jóvenes que están manifestándose en las calles de las ciudades de Egipto se ven muy pocos que llevan pancartas anti-americanas o anti-israelíes.

Los que han hecho temblar al régimen de Mubarak no son los militantes radicales de la Hermandad Islámica sino estudiantes, jóvenes de clase media, la generación Facebook.

Lo que estamos presenciando en El Cairo, Alejandría y Suez no es la revolución islámica. Es la revolución democrática. Las manifestaciones en Egipto se parecen mucho más a las manifestaciones de los estudiantes iraníes contra el fraude electoral del régimen islámico que a las manifestaciones de los islamistas contra la democracia laica en el Líbano.

El error más fatal que Estados Unidos puede cometer es tratar de salvar a Hosni Mubarak, para que luego de 30 años de ejercer el poder quede gobernando unos años más o pueda pasar el trono a su hijo o al jefe de la policía secreta (a quien acaba de nombrar vicepresidente). Si Washington sigue viendo a los Mubarak del mundo como “hijueputas, pero hijueputas nuestros” (así como lo hicieron con Somoza en Nicaragua, Marcos en Filipinas, Pinochet en Chile, Sukarno en Indonesia, el Sha de Irán y decenas de otro dictadores en el mundo), estarían empujando a los movimientos anti-autoritarios de los países árabes al islamismo radical, al odio a Estados Unidos, y a hacer alianzas con Irán. Y estarían poniendo en peligro la existencia de Israel...

Luego de Túnez, donde el movimiento democrático ya derrocó al dictador Ben Ali, y Egipto, donde difícilmente sobrevivirá Mubarak, este movimiento se va reproducir, en diferente forma y con diferente fuerza, en todo el mundo árabe. Apoyarlo es una oportunidad histórica de canalizar el descontento con los gobiernos despóticos (que igualmente existen en Yemen, Sudán, Argel, Siria y Saudi Arabia) hacia la democracia y no hacia el islamismo tipo Irán, Hezbolá, Hamás, Al-Qaeda...

Por esto sería importante que los gobiernos de Europa, Estados Unidos y del resto del mundo democrático se pongan, sin ambivalencia, del lado de la democratización de Egipto y del mundo árabe. Alemania, Francia e Inglaterra ya se pronunciaron, pero se quedaron cortos: no han expresado su voluntad de aislar a Mubarak y así acelerar su caída y evitar más víctimas de la represión.

Estados Unidos, hasta la fecha, ha guardado un silencio. Es peligroso, porque puede interpretarse como silencio de los cómplices. En este tipo de conflictos no hay neutralidad. No se vale esperar quien sobrevive y apoyar a quien resulta al final obteniendo el poder.

Todo el mundo no solamente está viendo a El Cairo, sino también observando a Washington. Si Obama no apuesta a la democracia en Egipto, el siguiente movimiento (en Siria, en Argel o en Saudi Arabia) de una sola vez nacerá anti-americano y anti-occidental.

Esto es lo quería decir el estudiante egipcio que gritó al reportero de CNN: “¡Obama, no apoye a Mubarak! No queremos odiar a Estados Unidos”.

(El Diario de Hoy)