lunes, 9 de marzo de 2015

Carta al secretario general oscuro de un partido por alquiler

Estimado señor Rodolfo Armando Pérez Valladares:
Aunque usted firma como secretario general de uno de los partidos que compitieron en las últimas dos elecciones, es muy poco lo que se sabe de usted. Su pagina en facebook revela que es egresado de la Escuela Militar Capitán Gerardo Barrios y "oficial de comunicaciones", pero ni siquiera conocemos su rango militar. Sabemos que usted formó un partido llamado "Partido Salvadoreño Progresista", que dice representar a los militares del país; tiene por consigna "Orden, seguridad y disciplina"; y tiene en su organigrama un "Estado Mayor". Sabemos que su partido sacó el 0.42% de los votos en la primera ronda presidencial del 2014. Después de esto, ya no supimos nada, y el PSP y su persona volvieron a la oscuridad de la cual nacieron.

Hasta las elecciones del 1 de marzo 2015, cuando el PSP tuvo un interesante renacimiento. Con un logo nuevo y un discurso izquierdista, totalmente contrario al militarista del 2014, el PSP firmó una coalición con el FMLN para respaldar la candidatura de Bukele para la alcaldía capitalina. Pero usted, su supuesto secretario general, ya sólo apareció dando las firmas necesarias para la transacción…
El día de las votaciones, el PSP sorprendió a los demás partidos (menos al FMLN, me imagino) con el despliegue de un ejército de vigilantes en cada centro de votación de la ciudad de San Salvador. Fuera de San Salvador, estaba invisible. Pero en el municipio de San Salvador el PSP tuvo una presencia mayor que la mayoría de los partidos minoritarios que sí tienen vida política real, como el CD, PSD y DS. La gran mayoría de estos vigilantes provenían de otros municipios, pero el Código Electoral les permitía emitir su voto en la elección del alcalde de San Salvador.

¿Quién organizó este ejército, usted como secretario general de un partido militarista de "orden y disciplina", o los nuevos patrones del partido? Porque los que vimos comandar a esta tropa el 1 de marzo no fueron militares, sino familiares y amigos cercanos del candidato Bukele.

Por razones que a primera vista parecían poco razonables, el PSP también presentó una lista de 20 candidatos para el Parlamento Centroamericano. En el escrutinio final del PARLACEN, actualmente en proceso, el PSP lleva apenas 0.40% de los votos. Años luz de ganar una curul.

La razón de participar como PSP en la elección del Parlacen, sin ni siquiera hacer una mínima campaña, hay que buscarla en el Código Electoral: Los partidos que solamente participan en la elección de los Concejos Municipales no tienen derecho de llevar vigilantes a las mesas de votación. Para cumplir la función del pacto con Bukele: aportar vigilantes -y por tanto votos adicionales- a su campaña, el PSP tuvo que participar en la elección del Parlacen o de la Asamblea Legislativa. Escogieron el Parlacen, porque solo tuvieron que presentar a 20 candidatos más sus 20 suplentes. En cambio, para la Asamblea hubiera sido un número mucho mayor.

Esto se llama "ingeniería electoral", y el FMLN obviamente maneja este arte mejor que ARENA. En elecciones muy apretadas -como entre Bukele y Zamora- esto puede ser decisivo. Mientras no se cambie el Código Electoral y regule que los vigilantes de urna de los partidos tengan que estar inscritos en el padrón electoral del municipio donde ejercen su cargo (como es el caso de los miembros de la Juntas Receptoras de Voto), esta ingeniería es legal, lamentablemente. Todos los partidos la utilizan, pero nunca en un operativo tan masivo y bien organizado como el aquí descrito, donde un partido cascarón, que en términos prácticos no tiene vida, es utilizado por otro partido (además de ideología contraria), para conseguir votos adicionales. O más bien por su candidato, quien de paso se hace de su propio partido. Por lo de las moscas…

Hay que cambiar el Código Electoral para evitar estas prácticas. Resulta ilógico que este vacío de ley permita a ciudadanos de otros municipios participar en (o incluso definir) la elección de un alcalde. Hay que investigar también si la manera como Bukele ha instrumentalizado el PSP no implica ninguna violación a la Ley de Partidos. Por lo menos hay que transparentar los fondos que el PSP ha recibido y gastado para esta operación de ingeniería electoral.

Usted, desde su oscuro papel de líder de un partido militarista por alquiler, obviamente no va a aportar a transparencia del "fenómeno PSP".

Saludos, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)