lunes, 2 de febrero de 2015

Carta al talento creativo y al espíritu rebelde en nuestro país

En El Salvador existe un potencial poderoso de creatividad, inteligencia crítica y rebeldía. A veces se expresa, a veces queda silencioso. Este potencial se despertó cuando Paco Flores quiso privatizar el sistema de salud. Luego se desarticuló y quedó dormido, y se volvió a manifestar nuevamente, pero con vehemencia, cuando Funes y el FMLN intentaron a domar el órgano judicial, en especial la primera Sala de los Constitucional realmente independiente.
El potencial rebelde, crítico y jodión se durmió en las elecciones presidenciales de enero 2014, y sólo se despertó cuando el resultado de la primera vuelta pintaba el peligro de una victoria arrolladora del FMLN. Hizo maravilla en la segunda ronda, la famosa “remontada”, y casi hizo ganar a ARENA…

Hoy hace falta que se despierte nuevamente, y voy a explicar porqué.

Estamos inundados de vallas y mupis del nuevo color aqua-celeste del FMLN que dicen ‘nuevas ideas”, sin exponer ni una sola idea. Es el caso extremo de un fenómeno que observamos ya desde tiempos en la propaganda de Saca y Funes: publicistas desplazando a los políticos; mercadotécnica. Ya no son consideraciones políticas ni técnicos que generan el discurso de estos “nuevos líderes”, sino exclusivamente consideraciones de mercadeo político. Este proceso llega al extremo de poner, de una sola vez, como candidato a un publicista: Nayib Bukele. Lo que vemos ahora es el ensayo para las elecciones presidenciales del 2019. Tiene preocupado a propios y extraños. Tal vez incluso más a los propios, los militantes del FMLN, que aun creen en el carácter político de su movimiento y ven con sospecha el pacto entre su dirigencia, el consorcio ALBA y el grupo empresarial de Saca-Bukele y Cia., cuya expresión actualizada es la candidatura de Nayib Bukele.

Estamos presenciando el intento de desnaturalizar la política, irónicamente con el discurso de innovarla. Es la operación de engaño de empaque más grande de nuestra historia, sólo comparable con la que operó Napoleón Duarte, por quien en 1984 la gente votó pensando que aun representaba el movimiento legítimo de reforma de los 70, cuando ya se había vendido a la cúpula militar, los norteamericanos y la corrupción.

Hay una línea de sucesión que va de Duarte a Tony Saca y Mauricio Funes - y termina por el momento en Bukele. Es la línea del engaño de empaque, del populismo, y de los pactos oscuros e inconfesables. Duarte con los militares; Saca con el FMLN y ALBA; Funes con Saca y GANA; y Nayib como figura visible de un pacto consolidado FMLN/ALBA-Saca/Bukele.

¿Por qué les cuento todo esto a ustedes, los creativos, los libres pensadores, los rebeldes, los independientes, los artistas, los navegadores del Internet, los intelectuales? Porque ustedes fácilmente pueden desmantelar este engaño. Hago el llamado a todos ustedes, que representan el potencial de creatividad y rebeldía del país, a usar su talento, su ironía, su capacidad creativa, gráfica, humorística y literaria para desarmar la maniobra de mercadotecnia política, que se esconde detrás de las miles de vallas que dicen “nuevas ideas”, y detrás de la cara sonriente de un candidato que dice representar la juventud.

Cualquiera de ustedes, haciendo uso del humor, del sarcasmo y de la irreverencia puede pinchar este inmenso globo de fantasía y mostrar que aparte de aire caliente es totalmente vacío. Juntos, cada uno por su lado, desde su computadora, podemos desenmascarar este mito - mucho mejor que un partido político o un candidato.

Lo que está diseñado para engañarnos tiene que ser desenmascarado por nosotros mismos, haciendo uso de nuestra creatividad y rebeldía.

Es uno de los momentos donde hay que tomar muy en serio la frase que la política es demasiado importante para dejársela a los políticos. Y yo agrego: mucho menos a los publicistas y mercadólogos.

Espero su lluvia de ideas, su descarga humorística. Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)