jueves, 13 de febrero de 2014

Carta a un mentiroso compulsivo

(No muy estimado) diputado Guillermo Gallegos:
Como ferviente defensor de la libertad de expresión, siempre he propuesto despenalizar los ‘delitos’ de difamación, calumnia e injuria. Si me insultan, mi respuesta nunca es una demanda, sino encarar al autor con una respuesta política.

La respuesta a la patraña que usted dijo el lunes en la noche en ‘8 en Punto’ es: Usted es un mentiroso compulsivo. Espero que usted tome esta descripción de su carácter como lesivo a su honor, por qué así es mi intención. ¿Qué tal si me demanda y se compruebe ante la corte que usted es un mentiroso que no tiene honor que ofender? ¡Adelante, diputado!

Aquí reproduzco literalmente lo que usted dijo en la entrevista con Sergio Méndez: “…los principales asesores en materia de comunicación del partido ARENA son Marvin, eh, Galeas, dirigente de la Radio Venceremos junto con el mercenario de Paolo Lüers, que vino al país traficando armas y hoy es el, y hoy es el gran panacea en comunicaciones dentro del partido ARENA...”

Primero el punto importante: Si yo fuera el principal asesor y la panacea en comunicaciones de ARENA, no hubieran perdido las elecciones como las perdieron el 2 de febrero. Lástima que no me dedico a este negocio. Más no voy a decir sobre esta parte de su mentira.

Ahora la parte calumniosa, o sea lo del traficante de armas. Se trata de un delito serio.  Implica hacerse rico a costa de vidas y sufrimiento humano. Sólo un ignorante y difamador profesional como usted, diputado, puede tratar de vender la absurda idea que un escribano como yo, probadamente inútil para negocios, puede haberse dedicado a un negocio como el tráfico de armas.

Lo que alguno de sus nuevos amigos en el Frente le habrán contado es que yo, antes de llegar a El Salvador en el 1981, fui promotor en Alemania de una campaña que se llamaba: Waffen für El Salvador (Armas para El Salvador). Tal vez en su fantasía limitada y distorsionada usted se imagina que Armas para El Salvador significaba que yo compraba armas en el marcado negro para venderlas a la guerrilla. Entiendo que está fuera del alcance de su comprensión que se trató de una campaña política y mediática de solidaridad, con la cual provocamos que sindicatos, empresarios, profesionales y hasta grupos religiosos alemanes donaran más de 3 millones de dólares para apoyar la insurgencia.

Otra cosa que trasciende su comprensión, diputado: Fue una de las acciones políticas que me siguen llenando de mucho orgullo. Logramos, desde la ciudadanía, hacer un poco de contrapeso a los millones de dólares con los cuales Estados Unidos armó al ejército contrainsurgente.

Claro, usar estos hechos históricos para hoy decirme traficante de armas no es algo que los compañeros del FMLN pueden hacer sin perder la cara. Para esto usan a sinvergüenzas como usted. ¡Qué pobre papel le han asignado, honorable diputado! Así que no me sorprendo si mañana le ponen a decir que yo solito, sin consultar a ellos, me volé el Puente de Oro y me tomé la Tercera Brigada en San Miguel.

¿Qué más le puedo decir para motivarlo a demandarme? Tal vez otra verdad: Una vez que usted le haya ayudado a ALBA-FMLN SA de CV a consolidarse en el poder, la patada con la cual le van a agradecer será de dimensiones olímpicas. Y nadie, absolutamente nadie en este país, le va a echar una mano.

Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)