lunes, 6 de agosto de 2012

Relación entre Planificación y Conservación (4/4): Áreas Naturales Protegidas

Las áreas naturales protegidas no son en sí una línea de pensamiento distinto a la biología de la conservación o la ecología de la conservación. Pero son una aplicación directa de acciones de conservación sobre el territorio; así es importante la reflexión de lo que son. Las áreas naturales protegidas representaron, a principios del siglo XX una aspiración romántica. A raíz de la Revolución Francesa y de la revolución industria, debido a la degradación y sobre utilización de los recursos naturales, se comenzó a dar más importancia a la conservación de las mismas; las formas y actuación han cambiado a lo largo del tiempo. Así que para entender las áreas naturales protegidas es necesario entender las raíces históricas de la conservación.

Entendemos por conservación “un esfuerzo deliberado por evitar una degradación excesiva de los ecosistemas” (Margaleff, 1977), y le agregamos el concepto de Nueva Delhi, conservación: “uso sensato o juicioso de los recursos de la tierra” (UICN, 1969). Dentro de  estos dos principios, podemos enmarcar las tendencias de la conservación actual, que se desenvuelven por  dos ramas: una se centra los esfuerzos de conservación (como las áreas naturales protegidas) y otro, por el uso racional de los recursos (agricultura sostenible). Así, pasemos a examinar los primeros esfuerzos de conservación y sus motivaciones.

Los primeros modelos de conservación (preservación) se basaron en las características paisajísticas de los lugares, siendo las áreas naturales protegidas la primera forma de conservación. Las primeras formas de conservación del territorio fueron el Parque Nacional de Yellowstone y el  “Central  Park” de Nueva York. Así como algunos de los jardines franceses de finales del siglo XIX.  El “Central Park” y los jardines franceses se crearon para mostrar las especies de otras partes del mundo, así se convertirán en precursores de los primeros jardines botánicos. 

Por otra parte, Yellowstone es el primer territorio que se declaró oficialmente como Parque  Nacional en 1872. Este parque se creó con el fin de preservar la naturaleza tal cual estaba presente en ese momento. Por esto, se expulso a toda la población indígena residente. Así mismo se dijo que tenía que ser “para el uso y disfrute del pueblo” (Sellers, 1977). Esta idea persevera hasta nuestros días en muchas áreas protegidas del planeta, y es el concepto fundamental detrás de la idea de parque nacional: un lugar en el cual la población puede apreciar las bellezas paisajísticas de la naturaleza, el cual no puede ser utilizado más que para la recreación. 

Otro modelo interesante de comentar son las áreas naturales protegidas mediterráneas, en especial el modelo español, debido a la influencia que tiene este en América Latina. La idea de área natural protegida en España, así como en muchos de los países europeos, tiene tres raíces fundamentales que van a dar origen a algunos de los sistemas de conservación actuales. El interés de la realeza y aristocracia europea por la cacería fue uno de los motores  fundamentales para declarar algunas áreas (cotos) de uso especial para ese propósito.  Al mismo tiempo, los Ingenieros de  montes, también han tenido especial interés para el desarrollo de áreas de especial uso, en este caso, con fines de explotación forestal. Grupos de naturalistas, geólogos, excursionistas y pedagogos han utilizado partes del territorio con fines de educación, y han exigido la preservación de los recursos tal cual están en el momento  en  que lo han conocido (Casado, 2000). Todas estas presiones han servido de insumos para que, en 1916, se creara la primera ley de Parques Nacionales de España y en 1918 se declarara el primer parque nacional, el de Covadonga (ahora Parque nacional de Picos de Europa). 

Actualmente, son reconocidos numerosos bienes y servicios ligados a la naturalidad o seminaturalidad  de los ecosistemas, así las áreas naturales protegidas contribuyen al bienestar de la sociedad. Entre otros, pueden destacarse el mantenimiento de la diversidad biológica y de la calidad del paisaje, la regulación hídrica y de los ciclos de nutrientes, la producción del suelo, la protección  de catástrofes naturales y la provisión de lugares de recreo, educación, ciencia y cultura. 

Algunos de las peores presunciones que se pueden hacer es pensar que las áreas naturales protegidas están aisladas del medio que los rodea. Por lo tanto, no podemos seguir pensando que al delimitar en un mapa un área natural protegida ya se ha garantizado su protección, aun trabajando y tratando de preservar todos los recursos tal cual están dentro del área no va a garantizar su protección. La trama territorial es más complicada y extensa que los núcleos que llamamos áreas naturales protegidas. Las nuevas ideas sobre  áreas naturales protegidas son más extensas que los límites de una determinada área, tienen que ser concepciones territoriales integrales (Gomez-Limón et al., 2000).Los esfuerzos económicos, humanos y el soporte legislativo desarrollado en muchos de los países expresan la voluntad de conservación de la naturaleza. Cabe esperar que en las áreas naturales protegidas se cuiden con especial énfasis los valores ambientales, pero sin dejar de lado los beneficios sociales y económicos de las poblaciones vecinas.

Las áreas naturales protegidas constituyen herramientas eficaces para alcanzar los objetivos primarios de conservación que una nación se haya trazado; adecuadamente conservadas contribuyen de manera significativa a la protección y conservación de la diversidad natural. Al estar bien planificadas, administradas e implementadas generan beneficios biológicos y ecológicos al proteger especies vegetales y animales reguladoras del medio ambiente; generan beneficios económicos directos e indirectos y protegen los valores naturales y culturales más relevantes. 

Entonces, ¿Qué es un área natural protegida? Como hemos visto existen muchas influencias y razones precursoras de la idea de las áreas protegidos. Pero fue a partir de las primeras reuniones (Seattle 1962, Yellowstone 1972 y Bali 1982) que se sentaron las bases para crear la definición actual de área protegida, pero esta fue aprobada hasta el  IV Congreso de parques, Caracas 1992, “Parques para la vida”. Además en esta reunión se discutieron conceptos como “categorías de manejo”, “corredores” y “participación”. Además de los documentos obtenidos del IV Congreso mundial de parques, la cumbre de la tierra, Rio 1992, da origen a un convenio llamado de Diversidad Biológica, en dicho convenio en el Art. 8 sobre la conservación in situ obliga a las partes firmantes a “…establecer un sistema de espacios protegidos que garantice la conservación de la diversidad biológica…” (Convenio sobre Diversidad Biológica, 1992), además da una serie de lineamientos que van a nutrir el concepto actual de área protegida. Entonces un área natural protegida es: “Una zona de tierra y/o mar especialmente dedicada a la protección y mantenimiento de la diversidad biológica y de los recursos naturales y culturales asociados y gestionada legalmente o por otros medios eficaces” (Europarc y UICN, 1999)

En  pasado V Congreso de parques, Durban 2003, “Beneficios más allá de las fronteras”, el Acuerdo de Durbán reafirma la línea de acción que se ha venido realizando, pero advierte que hay un nuevo paradigma al cual nos tenemos que mover, hacia un comanejo de los espacios protegidos, una gestión descentralizada, en donde existan redes y no islas de conservación, el paradigma de la restauración y la facilitación de procesos.

A la fecha estamos con avances dispersos frente a Durban, y nos comenzamos a preparar para el congreso de Australia 2014; se prevé ya un énfasis en el establecimiento de áreas marinas protegidas, ya que es el vacio más importante que la red mundial de áreas protegidas tiene en este momento.

En El Salvador actualmente con la nueva política de medio ambiente, tiene un enfoque más integral, el Programa Nacional de Restauración de Ecosistemas y Paisajes es un buen inicio, el único tema será ver si la posible dispersión de actividades podrá tener el beneficio deseado o tendrá un descuido a las joyas de la corona (áreas naturales protegidas). Si los recursos y la dirección son adecuadas este es un buen inicio para El Salvador. Así mismo el esfuerzo de Zonificación Ambiental, sobre todo el esfuerzo que se realizó en el Gran San Salvador y que se realizará en la Zona Costera será muy importante para tratar de integrar en el territorio esas distintas herramientas que hemos discutido en esta serie de cuatro artículos.

Las áreas naturales protegidas y su enfoque en el territorio son probablemente la herramienta más importante que tenemos en la actualidad para integrar la biología y ecología de la conservación, así como para integrar a los instrumentos de planificación con los de conservación. Es importante recordar que el enfoque de áreas protegidas no se termina en sus fronteras, el éxito de la conservación dependerá de poder integrar en una trama territorial los distintos enfoques del desarrollo sustentable.