jueves, 7 de julio de 2011

Carta al Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia

Querido Hato Hasbún:
 
Nunca te he visto así, ni en la vida real ni en televisión: tan enojado, tan cerrado, tan arrogante.
Siempre he pensado que a vos, en este gobierno, te toca un papel muy difícil: hacerle contrapeso a la prepotencia del presidente, obligarlo a reflexionar, introducir otros puntos de vista, abrir espacio a la concertación...

De repente me doy cuenta que ya te jodiste, porque te contagiaste. Ya hablás igual que tu jefe. Ya reaccionás con el hígado, como tu jefe. Ya perdiste el humor que a diferencia de tu jefe siempre tuviste.

Sobre todo cuando te sientes en defensiva. Parece que te saca de quicio (al igual que a tu jefe) el hecho que los empresarios, en vez de resignarse ante el poder presidencial, están armando un debate sobre la falta de un nuevo plan de seguridad que corrija los errores de los últimos años, y sobre el intento de imponer un impuesto al patrimonio.

En vez de escuchar bien los argumentos, descalificás a los dirigentes empresariales acusándoles de actuar en función de estrategia partidaria y electoral. Y a las críticas que nosotros hacemos en los medios, los descalificás como “tonterías”. Sin cuidado, yo no me ofendo. También reparto patadas.
Pero yo no soy secretario y asesor del presidente. Tu cargo, Hato, te obliga a escuchar los argumentos, no descalificarlos en televisión. 

Es más, al seguir usando los argumentos populistas contra “los ricos que no quieren aportar a la seguridad de todos”, vos estás cayendo en el discurso electorero del FMLN. Y vos, como el hombre que organiza y canaliza cómo se asesora al presidente, sos el último en el país que se puede dar el lujo de caer en discursos populistas y electoreros.

Me da miedo el corto circuito entre el presidente y sus asesores...

Saludos, Paolo Lüers

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