sábado, 4 de junio de 2011

Carta al diputado Guillermo Ávila Qüehl

Estimado diputado:

Usted hizo lo correcto al negarse a dar su voto a este extraño contubernio que ARENA decidió consumar con PCN-GANA-PDC para sabotear la reforma electoral. Para no hacerse cómplice, usted se apartó de la votación. Mejor hubiera quedado votando, pero en contra, con la frente en alta y la voz alzada: un arenero defendiendo principios republicanos...

ARENA nuevamente puso la conveniencia encima de los principios. Y para más joder: una conveniencia falsa, tratando de recuperar la anhelada ‘unidad de la derecha’, pero con socios que durante los últimos dos años no han aportada nada a la construcción de un bloque de oposición, más bien han dado gobernabilidad al gobierno del FMLN encabezado por Mauricio Funes.

PCN y a GANA saben que la reforma electoral ordenada por la Sala de lo Constitucional afecta sus posibilidades de seguir siendo fuerzas con capacidad de chantaje y extorsión en la Asamblea. Para ayudarles ARENA les prestó sus votos, esperando que tal vez estos partidos regresen al bloque anticomunista.

Usted, doctor Ávila Qüehl, ha sido el único diputado de ARENA consecuente con la misión de renovar la credibilidad de su partido, basado en principios y en el compromiso con las reformas del sistema político-partidario-electoral. Estoy seguro que muchos en su partido lo van a apoyar. Sobre todo los jóvenes que ya no aceptan las viejas políticas de pactos oscuros.

Este pleito es sobre la reforma electoral. La Sala de lo Constitucional está al punto de fallar sobre la inconstitucionalidad del sistema de cocientes y residuos. Esto va al corazón del PCN, cuyo poder de extorsión política está basado en este mecanismo de los residuos que distorsiona las elecciones. Y va al corazón de GANA, que quiere heredar esta posición y solo lo puede hacer mediante residuos.

En un sistema electoral reformado como la Sala de lo Constitucional manda, PCN y GANA no se mueren, pero se verían reducidos a las minorías que son. Perderían el poder de veto y chantaje que ahora tienen, unos por el sistema electoral distorsionado, otros por poner a la venta sus diputados.

Este es el trasfondo del decreto que ARENA apoyó para ponerle candado a la Sala. Le dieron poder de veto al único magistrado opuesto a las reformas. Otro madrugón en la Asamblea, sin debate, sin estudio. Usted hizo lo correcto al oponerse.

Lástima que usted no quiere reelegirse.

Saludos, Paolo Lüers

(Más!)